El transporte juega un papel fundamental en el tejido económico y social al facilitar el desplazamiento de personas y mercancías tanto en contextos urbanos como regionales.
A medida que las ciudades concentran cada vez mayor población y actividades, la demanda de movilidad aumenta a un ritmo acelerado, lo que conlleva una serie de impactos negativos como la contaminación provocada por las emisiones de gases que afectan la calidad del aire y el medio ambiente.
América Latina y el Caribe (ALC) participaron con el 2% de las emisiones globales del 2019, y el sector transporte fue responsable del 25% de las emisiones totales; las emisiones de CO2 del sector se han duplicado en los últimos 30 años siendo ahora el 40% de las emisiones de la región; además es una de las regiones más vulnerables a las consecuencias del calentamiento global.
La importancia de la descarbonización del transporte para la región es especialmente destacada en áreas urbanas, donde más de 150 millones de personas viven en ciudades con niveles de contaminación del aire por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Esto hace evidente la urgente necesidad de transformar el enfoque hacia alternativas más limpias y eficientes, y soluciones de movilidad sostenible.
Avances en Colombia
En Colombia, el 76% de los 78 municipios que cuentan con sistema de vigilancia de calidad del aire alcanzan niveles perjudiciales para la salud, cerca de 8 mil muertes estuvieron relacionadas con la baja calidad del aire en 2015. En estas ciudades el 78% de las partículas provienen de las fuentes móviles, principalmente de camiones, buses y motos.
En este sentido, el país ha trazado una ambiciosa política de descarbonización del transporte, comprometiéndose a reducir sus emisiones y fomentar la adopción de tecnologías limpias en la movilidad, buscando dar cumplimiento a su meta climática de disminuir el 51% de las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) al año 2030.
Para esto, ha considerado la implementación de 4 programas para aumentar el ingreso de vehículos de cero y bajas emisiones, dentro de las cuales se destaca el impulso a la transición hacia vehículos eléctricos.
Está transición enfrenta obstáculos considerables como los elevados costos iniciales y la falta de incentivos financieros adecuados. Para superar estos desafíos y acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica, Colombia ha implementado estas acciones:
- Reducción del costo de los vehículos eléctricos;
- Eliminación de aranceles para vehículos eléctricos y sus sistemas de carga;
- Cofinanciación tanto de la infraestructura como de la compra de vehículos nuevos de cero o bajas emisiones para los sistemas de transporte público,
- Adopción de un programa de modernización del parque automotor de carga; y,
- Cofinanciación de proyectos férreos eléctricos en varias regiones del país.
Tecnologías limpias en Colombia
En línea con estas acciones, el BID ha apoyado técnicamente dos iniciativas que buscan avanzar en la adopción de tecnologías limpias, reducir las emisiones, mejorar la calidad del aire y atraer mayores fuentes para la financiación de una movilidad más sostenible.
- La primera es la estructuración del Fondo de Ascenso Tecnológico (FAT), que busca financiar la ejecución de planes, programas y proyectos del sector transporte orientados al ascenso tecnológico de los Sistemas de Transporte, los vehículos de transporte de carga pesada y liviana, volquetas y taxis.
- El FAT busca facilitar el fondeo y financiamiento para la implementación de proyectos que permitan incorporar vehículos con menores emisiones para la prestación del servicio de transporte de pasajeros y de carga, aprovechando fuentes de recursos concesionales.
- La segunda es el Plan de Ascenso Tecnológico de flota Acuática, como una herramienta para la implementación de estrategias que permitan mejorar las condiciones de movilidad y la adopción de alternativas de transporte sostenible para las poblaciones que dependen del transporte fluvial y acuático en el país. La tecnología de bajas emisiones en las embarcaciones promete tener un impacto positivo significativo en la calidad de vida de las personas que residen en estas comunidades, al disminuir la dependencia de combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero.
La transición justa hacia la descarbonización del transporte en la región es un esfuerzo que requiere la acción de todos los sectores. Por esa razón, la División de Transporte realizó en abril el Foro de Movilidad Eléctrica en Bogotá, dónde se trataron temas sobre los avances de Colombia en políticas públicas y regulaciones vigentes frente a vehículos eléctricos para la toma de decisiones informadas; se facilitó el intercambio de experiencias entre expertos y autoridades locales para mejorar la planificación y gestión de la movilidad sostenible; se presentó, opciones de financiamiento como el programa de electromovilidad del BID, el Fondo de Ascenso Tecnológico de Flota del Gobierno Nacional y el respaldo del BID Invest para incentivar inversiones del sector privado en movilidad eléctrica.
Autor Invitado
Adriana Sarmiento
Adriana Sarmiento es consultora externa de la División de Transporte del Banco Interamericano de Desarrollo en Colombia, y previamente ha acompañado proyectos del Banco también en República Dominicana, Panamá y México. Ha trabajado para el gobierno colombiano en diferentes Entidades públicas como la Presidencia de la República, el Departamento Nacional de Planeación, el Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Seguridad Vial, así como para la Alcaldía de Bogotá en la Secretaría de Transporte y en la Empresa de Transporte de Bogotá TransMilenio, donde ha desempeñado cargos relacionados con la formulación e implementación de políticas públicas relacionadas con el transporte urbano y regional en temas como movilidad activa, planeación y operación de sistemas de transporte urbano de pasajeros, desarrollo urbano, mitigación del cambio climático e infraestructura, entre otros; de igual manera ha participado en el desarrollo de proyectos de movilidad urbana con la Universidad Nacional de Colombia y el sector privado en México y Colombia. Adriana es Ingeniera civil de la Universidad Nacional de Colombia y tiene posgrado en Desarrollo Regional y Ordenamiento Territorial de la Universidad de los Andes, Colombia.
Leave a Reply