Cuando países en vías de desarrollo se comprometen en el ámbito internacional para alcanzar objetivos de reducción de emisiones, estos impactan directamente en el proceso de desarrollo. En países con grandes poblaciones como México y Argentina, las megaciudades ya existentes, la gran demanda de vivienda y la rápida urbanización señalan al sector de la vivienda como un área clave con potencial de mitigación. Es importante mencionar los siguientes casos de apoyo por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para las viviendas que utilizan sus recursos con eficiencia.
Programa Ecocasa de México
La rápida expansión de ciudades mexicanas en los últimos años ha aumentado la huella de carbono notablemente, y muchos creen que el ritmo y la magnitud de este crecimiento supera las necesidades de crecimiento demográfico. El ritmo de la expansión urbana en los últimos 30 años alcanzó un promedio de 50 hectáreas diarias, donde las viviendas representan más del 60por ciento del crecimiento urbano. Los sectores residenciales actualmente representan alrededor del 16 por ciento del uso total de energía en el país, el 11 por ciento del uso de energía para fines comerciales (excepto la leña), el 3 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el 26 por ciento del uso total de electricidad.
México ha demostrado un compromiso y un liderazgo sólidos entre los países en vías de desarrollo en la lucha contra el cambio climático, y ha asumido el compromiso de disminuir sus niveles de emisiones de GEI en un 50 por ciento en comparación con el año 2002 (a 340millones de toneladas de CO2e) antes de 2050. Las medidas de disminución en el sector residencial constituyen una de siete áreas de intervención sustentadas en el Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de la Energíadebido a su rentabilidad. El gobierno mexicano ha desarrollado programas exitosos destinados a tratar la eficiencia energética y la energía renovable en el sector residencial. Por ejemplo, el programa Hipoteca Verde del Instituto de la Vivienda para los Trabajadores y el subsidio Esta es tu casa de la Comisión Nacional de Viviendas. Si bien, por lo general, estos programas brindan incentivos en relación con determinados paquetes tecnológicos, carecen de flexibilidad y no alcanzan a ofrecer incentivos para diseños alternativos, tecnologías innovadoras o soluciones pasivas adaptadas a los distintos climas.
El liderazgo de México en la disminución de emisiones en el sector de la vivienda produjo el primer plan de Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación ( NAMA, por sus siglas en inglés) del mundo en el sector de la vivienda. Se trata de un plan diseñado para promover el uso de electrodomésticos y diseños de edificios que hacen uso eficiente de la energía, y para permitir mejoras tecnológicas y crear viviendas nuevas cada vez más eficientes a medida que el programa se desarrolla. El concepto de NAMA se basa en un enfoque integral: no se centra en medidas de eficiencia energética y energía renovable aisladas en las viviendas, sino en un rendimiento general. La experiencia demuestra que los sistemas basados en el rendimiento son más rentables, debido a que permiten a los desarrolladores de viviendas elegir los medios más adecuados para lograr una disminución de las emisiones en relación con un punto de referencia.
El BID, en cooperación con la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) del gobierno de México, la financiera alemana KfW y recursos adicionales del Fondo de Tecnologías Limpiasproponen un Programa ECOCASA de US$20 millones en consonancia con el concepto de NAMA y el enfoque integral, que se centre en la disminución general de emisiones y no en tecnologías ecológicas predeterminadas. El programa permitirá construir hasta 54.000 viviendas que respeten a rajatabla los objetivos de disminución de emisiones, reducir 1 millón de toneladas de CO2 durante la vida útil estimada de la vivienda y contribuir con los objetivos de reducción nacionales que se definen en el Programa Especial de Cambio Climático (PECC). El programa es el primer piloto de NAMA, con un paquete de asistencia técnica integral, esfuerzos de simulación, estudios técnicos y desarrollo de criterios adicionales, y un programa de evaluación y monitoreo detallado y experimental que proporcionará y ajustará información de referencia y objetivos de reducción de emisiones que aún no se han probado.
El enfoque relativo al suministro del Programa pretende generar capacidad dentro de la SHF y en los desarrolladores, crear conciencia entre los propietarios de viviendas y cambiar hacia un modelo de vivienda más sustentable. El Programa proporcionará información para desarrollar una política inmobiliaria más sustentable en México, permitirá medir directamente los resultados de las tecnologías ecológicas y suministrará a los beneficiarios de ingresos medios y bajos hogares más económicos y cómodos.
Viviendas para personas de bajos ingresos en la Argentina
Argentina es uno de los países más urbanizados de América Latina, pero se enfrenta con un problema de falta de viviendas y de baja calidad, que resulta de la demanda insatisfecha en el mercado formal. Con el objetivo de enfrentar el déficit de vivienda, el gobierno de la Argentina estableció en el año 2003 el Plan Federal de Viviendas Sociales para mejorar la calidad de vida de las comunidades urbanas más pobres de manera sustentable y permitir la inclusión social. Durante los últimos diez años, el Programa ha construido un promedio increíble de 54.000 hogares por año.
Pero los argentinos están cada vez más preocupados por la huella de carbono. Se debe tener en cuenta que, según el Balance Nacional de Energía, el consumo de energía en el sector residencial es superior al de sus países vecinos Brasil, Bolivia, Uruguay y Chile (a excepción de Paraguay), y se basa mayormente en combustibles fósiles. Esto explica cómo el sector residencial del país representa el 13 por ciento del total de emisiones de GEI del sector de energía y se prevé que dichas emisiones crecerán a una tasa anual del 3,7 por ciento en los próximos años.
Con una demanda implacable de viviendas y energía, y un crecimiento constante de la huella de carbono, es fundamental garantizar que los estándares y parámetros nacionales de diseño de viviendas exijan tecnologías de punta que mejoren la eficiencia energética para el desarrollo de nuevas viviendas. Estos estándares podrían marcar una diferencia cualitativa y una disminución de las emisiones de GEI.
En asociación con la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Argentina, el BID busca reducir la demanda energética y las emisiones de GEI relacionadas de las nuevas viviendas para personas de bajos ingresos con el apoyo del Fondo para el Medioambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés). El programa permitiría establecer un marco regulador para las viviendas y otras instalaciones (centros comunitarios, instalaciones de tutoría, áreas de recreación) para incorporar medidas de energía renovable y eficiencia energética que en la actualidad no existen. El programa permitiría contribuir con las especificaciones de construcción y diseño que promueven el ahorro de energía, adaptadas a los climas locales, un sistema de monitoreo que estandariza los criterios de medición y evaluación y, en su lugar, proporciona incentivos para desarrollar tecnologías de eficiencia energética (EE) y energía renovable (ER) para su aplicación en viviendas.
Asimismo, el proyecto del GEF de US$ 44,5 millones podría ayudar a aprovechar una cartera de viviendas del BID en la Argentina de US$ 750 millones con perspectivas de financiamiento de los costos adicionales de las medidas de EE y ER para las siguientes 500.000 viviendas nuevas del Plan Federal de Viviendas.
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