Las Evaluaciones de Impacto Ambiental comprenden el proceso de identificar, evaluar y mitigar los efectos ambientales y sociales de los proyectos de desarrollo. Mediante este proceso, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y sus países miembros prestatarios pueden garantizar que las consideraciones ambientales estén siendo contempladas e incorporadas a los procesos de toma de decisiones de modo que se pueda anticipar, evitar, minimizar o compensar efectos adversos. Las agencias de licenciamiento en América Latina y el Caribe se ven bajo una creciente presión de revisar estas evaluaciones completa y eficientemente en un contexto ambiental y social cada vez más complejo.
A tales fines, en la Unidad de Salvaguardias Ambientales del BID estamos trabajando para asegurar que los impactos negativos sobre el medio ambiente y las comunidades sean identificados y adecuadamente gestionados. Recientemente lanzamos un curso virtual repasando las Evaluaciones de Impacto Ambiental, ofreciendo herramientas y estrategias para la revisión de EIA siguiendo las mejores prácticas internacionales y políticas del BID. Un aspecto significativo de este curso es que ofrece un intercambio de experiencias entre profesionales que atraviesan problemáticas similares en toda la región.
Arriba: Introducción al curso de Mejores Prácticas para la Revisión de Evaluaciones de Impacto Ambiental
Las primeras dos ediciones de este curso virtual incluyen la participación de cuarenta y ocho funcionarios responsables del licenciamiento y cumplimiento ambiental de proyectos de alto riesgo en once países miembros. Se otorgó herramientas a los participantes para llevar a cabo exhaustivas revisiones de las EIA, teniendo en cuenta buenas prácticas internacionales. El curso instruye a los participantes sobre cómo comparar cada elemento de las EIA con los estándares aplicables y cómo comunicar los resultados ante diferentes públicos. Al culminar el curso, los participantes son capaces de reconocer las fases de los procesos de la EIA, comprender el rol del evaluador y participar eficientemente en las etapas de revisión de la EIA y procesos de toma de decisiones. Las observaciones del curso han sido muy positivas. Los usuarios se encuentran a gusto por haber obtenido una herramienta que les ayuda a interpretar mejor las EIA de sus proyectos, e identificar deficiencias que deben cumplirse antes de la aprobación. Asimismo, valoran la oportunidad de intercambiar experiencias con sus contrapartes en otros países y conocer problemáticas ambientales y sociales desde diferentes perspectivas.
Adicionalmente, el BID ha desarrollado un segundo curso acerca de buenas prácticas para la efectiva incorporación de la biodiversidad en el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental y Social. El curso se basa en casos de estudio en América Latina y lineamientos del Multilateral Financing Institutions Biodiversity Working Group (Grupo de Trabajo sobre Biodiversidad de las Instituciones Financieras Multilaterales) y la Cross-Sector Biodiversity Initiative (Iniciativa Intersectorial de Biodiversidad):
- Buenas Prácticas para la Recopilación de Datos de Línea Base de Biodiversidad;
- Buenas Prácticas para la Evaluación y Planificación del Manejo de Impactos sobre la Biodiversidad.
Se lanzó un piloto de este curso a comienzos de 2017 y la segunda edición acaba de lanzarse a principios de mayo.
En el futuro, ambos cursos se traducirán al inglés para apoyar a clientes en países de habla inglesa y se ofrecerán a lo largo del año en ediciones consecutivas.
Lea este artículo y otros ejemplos de nuestros esfuerzos de sostenibilidad en el Informe de Sostenibilidad del BID 2016.
Si le interesa obtener más información sobre estos cursos por favor comuníquese con David Rogers o Lara Chinarro.
El BID está trabajando junto a gobiernos nacionales en América Latina y el Caribe para continuar sus esfuerzos por reforzar y utilizar los sistemas de los países para la gestión ambiental y social. El objetivo de estas actividades es fortalecer la gobernanza a nivel nacional o subnacional en relación a las salvaguardias ambientales y sociales en países, sectores y operaciones específicos. Estas actividades persiguen mejorar los resultados ambientales y sociales de los proyectos de desarrollo en cada país, independientemente de su fuente de financiación.
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