El pasado Febrero estuve de visita en mi provincial natal: Córdoba Capital, Argentina. Fue un viaje fugaz y húmedo. No paró de llover durante esos días y no dejaba de llover hacía semanas. Lo que yo podía ver desde mi ventana, alguna personas lo veían desde adentro de su living. Mi provincia desgraciadamente sufrió una catástrofe: la inundación más grande en los últimos 50 años. Recuerdo como cargamos el auto con ropa, alimentos y muchas energías, y nos fuimos al centro de Villa Allende. Las calles estaban bloqueadas, había autos parados y la corriente les llegaba por encima de las puertas. Era un desastre. Vecinos y comerciantes lo perdieron todo por la crecida del Arroyo Saldán. Córdoba sufrió más de 4.000 mil hogares afectados, aproximadamente una docena de víctimas fatales y cerca de 5 mil evacuados. Las pérdidas económicas rondaban alrededor de dos millones de pesos.
El 13 de Octubre es el día para celebrar el Día Internacional para la Reducción de Desastres (DIRD) con el fin de promover una cultura mundial para la reducción de desastres. ¿Qué podría haber prevenido mi Córdoba querida? ¿Cómo se puede aumentar la resiliencia de las naciones y las comunidades frente a los desastres?
A priori deberíamos comprender el riesgo de los desastres, y tal como lo sugiere el Marco de Sendai deberían trazar las prioridades basadas en las siguientes dimensiones:
- Vulnerabilidad
- Capacidad
- Grado de Exposición de personas y bienes
- Características de las amenazas
- Entorno
Estos conocimientos nos van a ayudar a entender cuál es la evaluación del riesgo previo a un desastre. Hay que prevenir y mitigar para poder armar y aplicar las medidas adecuadas para una rápida respuesta frente a un desastre natural. Los estados deben tener en su parámetro estrategias y recursos para hacer frente a éstos fenómenos. Para ello, sería ideal que las agendas de infraestructura y las agendas de cambio climático vayan de la mano para poder alcanzar los objetivos de París y por ende trabajar la resiliencia de las ciudades. Las condiciones climáticas, si no somos capaces de mantenernos muy por debajo de los 2°C, se tornarán tan hostiles que afectarán las comunidades.
Ni Córdoba ni ninguna otra provincia o país se merece ser ajeno a las soluciones frente a los desastres naturales. Es importante generar sensibilización en torno a estas acciones, América Latina y el Caribe tiene saldos excesivos en cuanto a desastres naturales. Para tener una región con ciudades sostenibles diseñadas para nuestros ciudadanos con economías, infraestructuras y comunidades resilientes a los impactos del clima y los desastres naturales, debemos trabajar juntos. Juntos hacia el camino del desarrollo sostenible.
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En mi opinión personal, creo que todos podemos hacer algo para frenar él cambio climatico, con pequeños cambios en nuestra vida…