En este primer reporte desde la COP19 en Varsovia quisiera transmitir un doble mensaje: Tenemos mucho por hacer si queremos mantenernos por debajo del aumento máximo esperado de la temperatura global de 2oC, pero también tenemos muchas oportunidades para lograr importantes reducciones en las emisiones tanto en la actualidad como en el futuro próximo.
Según el nuevo informe sobre la brecha de emisiones del PNUMA 2013 que se presentó aquí en la COP19, para poder cumplir con este objetivo tendríamos que reducir las emisiones globales de la situación actual o “business as usual” (BAU, en inglés) de 59 GtCO2 anuales (gigatoneladas de dióxido de carbono por año) a 44 GtCO2 para 2020.
Aunque se cumplieran todas las promesas y compromisos para reducir las emisiones, esto equivaldría a una cifra de entre 4 a 7 GtCO2, por lo que aún nos encontraríamos con una brecha o déficit de 8 a 11 Gt de CO2. Aunque el informe no ofrece una receta definitiva para poder reducir esta brecha o cuántos recursos necesitamos para ello, sí que identifica y cuantifica prometedores reducciones que pueden conseguirse en varios sectores:
- Transporte, un sector donde podrían alcanzarse reducciones significativas a través de modelos de transporte más limpio y mejorando el rendimiento de los vehículos
- Construcción, un campo que podría desempeñar un papel importante en la reducción de CO2 a través de la aplicación de iluminación y la calefacción eficientes
- Bosques, que podrían servir como sumideros de carbono, siempre y cuando logremos controlar los niveles de deforestación
- Agricultura, a través de prácticas de cultivo y técnicas agroforestales mejoradas.
La pregunta es, ¿cómo aplicar estas recetas a América Latina y el Caribe?
En el estudio que presentamos en la COP19 hemos estimado que en si continuamos en el camino actual, las emisiones en América Latina y el Caribe aumentarán de 4.7 Gt de CO2 en 2010 a 7 Gt de CO2 para el año 2050, y que los principales contribuyentes a las emisiones serán la generación de energía y el sector del transporte, principalmente como resultado de la rápida industrialización y urbanización prevista en la región en las próximas décadas. En el estudio analizamos algunas vías para reducir nuestras emisiones a niveles aceptables, incluyendo las medidas de eficiencia energética necesarias así como el impulso más decidido a programas que nos permitan aprovechar nuestro potencial de energías renovables, incluyendo energía solar, eólica, geotérmica y energía marina a gran escala. También ofrecemos algunas indicaciones sobre los niveles de financiamiento necesarios para poder alcanzar estas opciones de bajas emisiones, o incluso de emisiones cero.
En el evento organizado por el Centre for Low Carbon Futures (un consorcio de universidades del Reino Unido) sobre tecnologías de almacenamiento de energía, presenté varias opciones tecnológicas que estamos ayudando a desarrollar junto con nuestros socios en la región. El primero es un proyecto piloto de autobuses eléctricos en Colombia con el que esperamos abrir nuevas oportunidades para reducir sustancialmente las emisiones procedentes del transporte público. El segundo estudio de caso es un programa de asistencia técnica para evaluar las oportunidades de acumulación de energía por bombeo hidráulico-mecánico en Costa Rica, un tema muy relevante en un país que ha adoptado una política de cero emisiones basada en la generación variable de energía renovable.
Los dejo con estas cifras e ideas iniciales que reflejan los retos y oportunidades que son abordados acá en la COP19.
Foto: ©SXC/Suserl
Cuanto es el Co2 generado x persona?, si educamos y logramos disminuir las emisiones generadas por cada individuo la meta estaría cada vez más cerca, según mi entender el co2 producido por las personas es bastante.
También normar la utilización de biodigestores en la agricultura, una de las principales fuentes productoras de co2.