México es el cuarto productor de energía geotérmica del mundo, por delante de Islandia, Nueva Zelanda y Japón. Además, es el primero de América Latina.
Esta fuente de energía es una de las menos conocidas dentro del panorama de las renovables pero tiene un gran potencial en nuestra región. Estas son las cuatro cosas que deberías saber sobre la geotermia en América Latina.
[dropcap type=”circle” color=”#ffffff” background=”#506b78″]1[/dropcap] ¿Qué es la geotermia?
La geotermia utiliza el calor del interior de la tierra para producir vapor con el que se activan turbinas que generan electricidad. Se trata de una fuente de energía estable y constante y, al contrario que otras renovables como la energía eólica o solar, no depende de las condiciones climáticas. Además, una vez que la planta está en funcionamiento, se trata de una fuente energética muy económica y competitiva, con costos de generación de electricidad solo superiores a los de la energía hidroeléctrica y muy competitivos con el resto de alternativas renovables.
[dropcap type=”circle” color=”#ffffff” background=”#506b78″]2[/dropcap] ¿Qué potencial tiene esta energía en América Latina y el Caribe?
América latina y el Caribe tienen un gran potencial geotérmico estimado entre 3.000 MW y 15.000 MW y cuenta con importantes campeones como México (cuarto productor mundial) y la región centroamericana (con 624MWe instalados y líderes como El Salvador, que provee el 24% de su electricidad con geotermia). Sin embargo, existe un enorme potencial no aprovechado y hay países situados en zonas volcánicas como Chile, Perú y Ecuador que no cuentan con ninguna capacidad instalada. Actualmente América Latina contribuye con 1,6 GW al 14% del total de capacidad geotermia instalada a nivel mundial y representando menos del 1% del total de la región. En el Caribe, solo Guadalupe cuenta con una planta geotérmica instalada.
[dropcap type=”circle” color=”#ffffff” background=”#506b78″]3[/dropcap] ¿ Qué barreras enfrenta esta fuente de energía?
No todo son facilidades. La geotermia requiere de fuertes inversiones iniciales sin tener confirmación de que existan los recursos esperados o se confirme la calidad de los mismos. Además, los costos de exploración son elevados y pueden llegar hasta el 45% del costo total del proyecto. Esto tiene muchas implicaciones para los inversionistas, ya que el nivel de riesgo de invertir en geotermia frente a otras tecnologías es muy alto. Además, la falta de experiencia supone una barrera adicional, ya que los bancos comerciales no financian estos proyectos y se carece en muchos casos de la capacidad institucional y técnica en los países para diseñarlos e implementarlos. Además, la deficiencia de sistemas regulatorios adecuados, esquemas de acuerdos de compra de energía (PPAs por sus siglas en inglés) o de regímenes de concesiones específicos para geotermia en algunos casos aumenta la sensación de riesgo de los inversionistas.
[dropcap type=”circle” color=”#ffffff” background=”#506b78″]4[/dropcap] ¿Qué estamos haciendo en el BID para apoyar el desarrollo de la geotermia?
En un momento en que el aumento de la demanda energética en América Latina es un tema de máxima actualidad, se están apoyando tecnologías que reduzcan la dependencia de combustibles fósiles y aumenten el porcentaje de producción de energías renovables. Por este motivo, el BID está actualmente apoyando, entre otros proyectos, dos programas de mitigación de riesgo en geotermia en Chile y en México -que han sido aprobados este mismo mes- con recursos del Clean Technology Fund.
En México, hasta ahora, toda la generación ha sido responsabilidad única de la CFE (Comisión Federal de Electricidad), la empresa pública eléctrica del país. Hasta ahora se han instalado casi 1 GW de electricidad en el país; sin embargo, debido a la falta de apoyo en la exploración y perforación, la falta de incentivos y un apoyo financiero ineficiente, las inversiones en los últimos 10 años han sido muy limitadas. El programa del BID en México está apoyando las inversiones de desarrolladores privados en el país mediante el acceso a un fondo de financiamiento y mitigación de riesgo adaptado a las diferentes etapas del programa y proveerá un menú de instrumentos financieros desde seguros a garantías y préstamos.
Para Chile, el proyecto del BID financiaría la primera planta geotermia en su historia, ayudando a diversificar la matriz energética del país -dependiente al 76% de los combustibles fósiles- y eliminando barreras de percepción de riesgo y de financiamiento.
Sin duda creo que estamos ante una gran oportunidad de aprovechar los recursos financieros internacionales disponible para impulsar las inversiones en esta fuente renovable tan poco aprovechada en América Latina y el Caribe.
¡Comparte este post si tú también lo crees!
Síguenos en Twitter: @BIDcambioclima
Leave a Reply