Las políticas de salvaguardia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tienen el objetivo de guiar al personal del BID, y a sus clientes, en el análisis de los potenciales impactos ambientales y sociales adversos ocasionados por proyectos financiados por el Banco. Una herramienta clave en este proceso es el Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Los EIA son preparados para proyectos con potencial de crear impactos ambientales o sociales negativos, y se hacen disponibles a las poblaciones que podrían ser afectadas, y a la sociedad civil en general, como parte del proceso de transparencia y debida diligencia del Banco.
El presente artículo identifica cinco limitaciones importantes en la elaboración del componente social de los EIA, cuyo efecto combinado puede degradar la calidad de los EIA, e incluso llegar a desvirtuar el propósito detrás de la elaboración de tales estudios. Los puntos identificados se basan en el análisis iterativo de EIA elaborados para distintos proyectos de inversión en varios países de América Latina, particularmente en sectores como transporte y energía. Las limitaciones más relevantes identificadas en dichos estudios son:
1) Tendencia a priorizar temas ambientales sobre los aspectos sociales en los EIA. Tradiciones disciplinarias y requerimientos legales han creado un sistema donde el tratamiento de los aspectos sociales de los proyectos es mínimo en comparación con los temas ambientales. Esto se da aun en casos cuando los problemas sociales en un proyecto son de mayor importancia y complejidad que los aspectos ambientales.
2) Insuficiente nivel de análisis de la información recopilada en los estudios. La mayoría de la información social en los EIA se limita a temas descriptivos, sin un esfuerzo adecuado para analizar el significado de la información presentada y determinar su relevancia para los proyectos específicos a los cuales los estudios se refieren.
3) Inadecuada cobertura de los impactos sociales indirectos. Los proyectos de inversión generalmente generan impactos sociales directos e indirectos, pero en la elaboración de los EIA se han venido presentando algunas deficiencias en la cobertura y análisis de los impactos sociales indirectos. Ejemplos de impactos indirectos incluyen gentrificación en áreas urbanas y desplazamiento de pequeños productores en zonas rurales, apertura de vías de acceso secundarias para la extracción informal de recursos naturales, proliferación de enfermedades de transmisión sexual, incremento en los niveles de violencia doméstica, cambios en los patrones migratorios, e intensificación de conflictos internos en comunidades rurales.
4) Limitada integración entre las diferentes secciones de los EIA. La estructura de dichos estudios es normalmente segmentada, lo cual dificulta el establecimiento de conexiones entre las distintas partes de un estudio. Asimismo, la correspondencia entre impactos creados y medidas de mitigación requeridas muchas veces no es clara, limitando el potencial de las medidas propuestas de responder a las necesidades realmente existentes.
5) Poca familiaridad del personal permanente con entornos sociales específicos. El personal de planta de las empresas consultoras, que usualmente elaboran los EIA, frecuentemente es asignado a distintos proyectos en muchos lugares, lo cual solo les permite entender el contexto social de los proyectos de manera superficial. Sin embargo, existen ciertos temas, como el análisis de los posibles impactos en comunidades indígenas y la intensificación en la violencia de género, respecto a los cuales es necesario tener un conocimiento profundo del contexto sociocultural para poder realizar un análisis adecuado de los impactos sociales de un proyecto.
Parte importante de la solución para enfrentar estos desafíos es la transición hacia estándares más rigurosos en el componente social de los EIA, involucrando un mayor nivel de dedicación en la recopilación de información y el análisis de impactos sociales. Una actividad frecuente realizada por los bancos multilaterales en el marco de sus políticas operativas, como la Política de Medio Ambiente y Salvaguardias del BID, es identificar los vacíos y áreas que necesitan reforzarse en los EIA. La adopción de estándares internacionales en la gestión social, como aquellos usados por los organismos multilaterales, podría reducir la brecha entre las expectativas y la realidad práctica de los EIA.
Establecer un mecanismo auténtico para la gestión efectiva de los impactos sociales de los proyectos es un proceso sumamente importante, no solo para promover la viabilidad social de los proyectos de inversión sino también para manejar adecuadamente los posibles impactos adversos que dichos proyectos podrían causar en la vida de las personas afectadas.
¿Has experimentado algún desafío en la elaboración del componente social de los estudios de impacto ambiental? Envíanos tus comentarios.
Foto: Mujeres con maíz, semillas y comida fresca en exhibición en Muyu Raymi, el festival de semillas indígenas.
Fotografia: Angela N Perryman / Shutterstock, Inc.
Marcelo Araya dice
Estimado Rodolfo, soy sociólogo con experiencia de trabajo en materias ambientales y sociales en la zona centro sur de Chile. Te puedo comentar que todos los puntos que analizas son posibles de hallar en nuestro contexto nacional. Tal vez dos aspectos que puedo resaltar es que, tradicionalmente, estos estudios se han basado en una descripción de datos demográficos y socioeconómicos de la población, incluso a escalas territoriales mayores, lo cual no supone un aporte significativo al estudio y la determinación de impactos. Y lo otro como señalas es la relevancia asignada a los aspectos ambientales, opacando en demasía los aspectos sociales y cultuales.
Sin duda hay mucho que mejorar aún.
Buena columna, saludos.
Rodolfo Tello dice
Gracias, Marcelo. Efectivamente, dichos temas son recurrentes en varios contextos nacionales. Resulta paradójico que los estudios de impacto ambiental y social en una gran proporción tiendan a proporcionar información sobre temas distintos al análisis de impactos sociales, adulterando el principal propósito de dichos estudios.