Un taller reciente realizado en Paraguay por el Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Global (IAI) concentró su contenido en las consecuencias del cambio de uso del suelo sobre el agua y la seguridad alimentaria. La agenda de este taller y los numerosos colegas que participaron me recordó la cantidad de experiencia y conocimientos que existe en la región de ALC en estos dos importantes temas de desarrollo.
Un hecho poco divulgado en la región es que un precursor de lo que hoy es el concepto de los servicios climáticos fue iniciado y puesto a prueba en Argentina a finales de 1990, de hecho una de las primeras experiencias en su tipo en todo el mundo. Esa experiencia estuvo enfocada en el desarrollo de productos climáticos para ayudar a los agricultores en las prácticas de siembra para adaptarse a los efectos del fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur (ENSO: El Niño y La Niña) después de un evento ENSO durante 1997-1998 que fué un desastre devastador para la región.
Otro desastre de la misma época fue mi intento de aprender a bailar tango. Yo bailaba tan mal, que la gente en la Plaza Dorrego en Buenos Aires me llamaba “El Niño” (verídico!). Ni hablemos de mis destrezas futbolísticas, esas se las cuento en otra entrada 🙂
Remontándonos incluso bastante más atrás, el conocimiento de El Niño no es nada nuevo en nuestra región. Hace cientos de años, pescadores en Suramérica ya notaban cambios en el clima alrededor de las fechas navideñas en algunos años en los que había un impacto significativo en los rendimientos de los actividad pesquera. A ese fenómeno entonces se le comenzó a llamar “El Niño” en relación al niño Jesús . De manera que desde hace mucho tiempo existe un grupo grande de partes interesadas en la región de ALC que están bien conscientes de las cuestiones climáticas. El próximo paso ahora es informarlos mejor para que puedan tomar mejores decisiones en aspectos de adaptación y mitigación al cambio climático.
Así, la relación entre el clima y la región de ALC es de una trayectoria dilatada, quizás mucho más que en otras partes del mundo. La región cuenta con científicos muy capaces, y una lista larga de instituciones con un historial de generación de conocimientos en temas que van desde el agua a la seguridad alimentaria a la economía a los impactos sociales y culturales que el cambio climático puede traer en un futuro próximo.
El BID, como socio clave para el desarrollo en los países de ALC, tiene un papel importante que desempeñar. Como institución con un mandato de ser un agente facilitador de la transferencia de conocimientos, ya estamos trabajando hacia el objetivo de hacer del cambio climático una gran parte de nuestra agenda en la región, reconociéndola como una prioridad del desarrollo para los países que servimos. Esta larga historia seguirá con aún más hincapié, dado el compromiso asumido en este tema dentro del reciente aumento de capital del Banco, en el que se destina un 25 por ciento de los préstamos a la región para proyectos de cambio climático y desarrollo sostenible.
Manténgase sintonizado para más información sobre nuestras iniciativas y proyectos específicos.
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El BID, como socio clave para el desarrollo en los países de ALC, tiene un papel importante que desempeñar.