Colombia enfrenta desafíos significativos como lo son los cambios en los patrones climáticos y la pérdida de biodiversidad, lo que ha impulsado al país a comprometerse con promover soluciones que transformen la agenda de sostenibilidad ambiental. Además de contar con un gran desarrollo normativo y de política pública y de tener una activa participación en foros internacionales ambientales, el país albergó con éxito la COP16 del Convenio de Diversidad Biológica en la ciudad de Cali en 2024, donde presentó su Plan de Acción Nacional de Biodiversidad.
No obstante, importantes retos en materia de gobernanza y de capacidades institucionales y del sector privado, así como brechas de financiamiento, siguen en el horizonte del país, un desafío común a la mayoría de los países de América Latina y Caribe. A su vez, el impacto ambiental de sectores como residuos y procesos industriales siguen aumentando y la deforestación continúa presentando altibajos, lo cual impone retos para alcanzar las metas de Colombia en sus compromisos internacionales con esta agenda.
Fortalecer la resiliencia climática es clave, pero esta agenda sigue comprometida debido a la falta de información sobre riesgos climáticos y la limitada incorporación de estos costos en los proyectos de inversión. En cuanto a biodiversidad, el financiamiento actual cubre menos del 30% de las necesidades para 2030, obstaculizado por la escasez de proyectos sostenibles y la falta de sistemas de monitoreo interoperables. Lograr una economía basada en la protección del capital natural requiere fortalecer los marcos de políticas públicas y proveer las condiciones habilitantes para movilizar recursos sustanciales que encaminen al país hacia el desarrollo sostenible y resiliente.
Para contribuir a superar estos desafíos, el BID en Colombia articula sus esfuerzos en torno a tres áreas estratégicas prioritarias: inclusión territorial y social; promoción de un mayor crecimiento y productividad; y fortalecimiento la ejecución presupuestal y la gestión pública. Estas áreas están respaldadas por un enfoque transversal centrado en la transformación de soluciones a la agenda ambiental como lo son la protección de la biodiversidad y el capital natural, con especial atención en la región amazónica.
El BID buscará apoyar actividades que integren el nexo socioambiental, promoviendo mecanismos de financiamiento público y privado alineados con los objetivos de conservación y climáticos. Asimismo, se priorizará la exploración de soluciones innovadoras y tecnológicas para fortalecer la respuesta climática y se impulsará la incorporación de medidas de sostenibilidad ambiental en el sistema tributario.
Conoce las principales líneas de acción del BID en Colombia.
Políticas climáticas y medios de implementación
En Colombia se desarrollan varias iniciativas orientadas a establecer una gobernanza eficaz e incluyen el apoyo a la formulación, implementación, seguimiento y evaluación de las políticas climáticas, tanto a nivel nacional como subnacional.
A nivel nacional, destacan esfuerzos como la política fiscal verde, desarrollada junto con el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, lo que permitió elaborar el Plan Integral de Gestión del Cambio Climático y la Biodiversidad, presentado en junio de 2024. Este plan ofrece una hoja de ruta integral para alinear las políticas fiscales a nivel nacionales y subnacionales con la protección de la biodiversidad y las soluciones climáticas, además de definir estrategias para involucrar al sector privado, incluyendo taxonomías verdes e innovaciones financieras.
La Taxonomía Verde de Colombia busca facilitar la identificación de inversiones sostenibles por parte del sector financiero, para así contribuir a canalizar recursos hacia proyectos con impactos positivos en clima y naturaleza, y así contribuir a prevenir el greenwashing. Actualmente, el BID apoya al Ministerio de Hacienda y Crédito Público y a la Superfinanciera de Colombia en la incorporación de criterios sobre biodiversidad en la Taxonomía Verde de Colombia lo que fortalece la capacidad de movilizar recursos para la conservación y restauración de ecosistemas estratégicos como la Amazonía.
En colaboración con el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el BID ha fortalecido la agenda de financiamiento climático, con la actualización de la Estrategia Nacional de Financiamiento Climático en 2022 y apoyando el fortalecimiento del Comité de Gestión Financiera, que busca movilizar y escalar recursos públicos, privados y de cooperación. Entre 2024 y 2025, se alineó el Sistema de Monitoreo, Reporte y Verificación (MRV) liderado por el DNP, con el Marco Reforzado de Transparencia (MRT), mediante un diagnóstico que identificó brechas y oportunidades, además de mapear fuentes de información actuales y potenciales.
Por otra parte, cabe destacar la colaboración con el DNP para el desarrollo la Plataforma web +Clima, una herramienta que permite monitorear de manera sistemática y transparente el progreso de las medidas de mitigación y adaptación de Colombia, formalizadas bajo la Ley 2169/21.
Proyectos e innovación financiera para biodiversidad y soluciones climáticas
El BID ha impulsado mecanismos innovadores como los Bancos de Hábitat, que operan bajo esquemas de pago por resultados, facilitando la conservación de ecosistemas mediante transacciones económicas. Actualmente, Colombia cuenta con 18 bancos de hábitat que abarcan 6,498 hectáreas, pero su potencial esta subutilizado. Dentro del marco de la estrategia para el fortalecimiento de Bancos de Hábitat que el banco apoya en Colombia, se estima que estas herramientas podrían movilizar hasta USD 4,900 millones al 2040, si se optimizan las condiciones habilitantes, la transparencia en la demanda de compensaciones, formación técnica, mecanismos de aseguramiento, y un registro integrado que distinga entre mercados obligatorios y voluntarios.
Bajo el Programa Piloto BID CLIMA, creado por el BID para recompensar la ambición climática en operaciones sectoriales, se aprobó el primer proyecto piloto en el país que busca acelerar el proceso de transición energética, a través del fortalecimiento de las capacidades de la Financiera de Desarrollo Nacional para movilizar inversiones en una escala superior. El proyecto cuenta con un mecanismo de recompensa sujeto al cumplimiento de indicadores de desempeño vinculados con la naturaleza y el clima. Adicionalmente, esta operación incorpora $67.9 millones de dólares del Plan de Inversiones que le fue aprobado al país bajo el Programa de Integración de Energía Renovables del Fondo de Inversiones Climáticas.
Hemos contribuido al Plan Integral de Contención de la Deforestación y su estrategia de Núcleos de Desarrollo Forestal y de la Biodiversidad en al arco de deforestación de la Amazonía, mediante el diseño de un proyecto en beneficio del Resguardo Indígena Llanos del Yarí Yaguara II. Este proyecto, aprobado 2024, será ejecutado por el Instituto Alexander Von Humboldt, y tendrá como objetivo consolidar 540 hectáreas reforestadas en el resguardo y fortalecer las capacidades para la generación de ingresos de 120 familias indígenas.
Adicionalmente, hemos brindado asistencia técnica para estructuración del Fondo para la Vida y la Biodiversidad, y para la construcción de una plataforma de acción climática, arrancando por los temas de transición energética justa y la definición del esquema institucional y normativo del Programa Nacional de Cupos Transables.
Transformación y soluciones climáticas a nivel subnacional
Desde el BID hay un creciente interés por trabajar a nivel subnacional. Un ejemplo de ello es la colaboración la ciudad de Cali para la construcción de su Plan Maestro Cali Sostenible, que identifica los principales sectores en los que se deben realizar acciones para reducir el impacto ambiental, tal y como transporte, energía y residuos. El Plan presenta 11 proyectos prioritarios en el corto plazo y recomendaciones de política y de financiamiento. Durante este año, se está avanzando en una segunda fase centrada en la elaboración del Plan de Acción Local de Biodiversidad de Cali.
En el departamento de Nariño, en 2024 apoyamos el fortalecimiento de capacidades en el sector empresarial del Ministerio de Ambiente. Cuarenta empresas de ocho municipios, en sectores como agricultura, alimentos, construcción y textil, diagnosticaron sus operaciones y elaboraron planes de mitigación y adaptación climática. Con su implementación, las empresas reducirán hasta en un 39% su impacto ambiental, evitando la liberación de 4,400 toneladas de dióxido de carbono al año y absorbiendo otras 1,200 toneladas anualmente. Además, lograrán mejoras en eficiencia energética, aprovechamiento de residuos y manejo adecuado del recurso hídrico.
Durante 2025, el BID apoyará a las ciudades de Cali, Buenaventura y Quibdó en la creación de un portafolio de soluciones basadas en la naturaleza el cual promoverá inversión privada para fortalecer la resiliencia climática, así como el establecimiento de una red de expertos locales para fortalecer conocimientos y capacidades a largo plazo.
Bajo el programa Amazonía Siempre, el BID promueve alternativas económicas como la bioeconomía, para fomentar el aprovechamiento sostenible del bosque. Un estudio calculó que, para 2030, los países Amazónicos tendrán la capacidad de contribuir significativamente al mercado mundial de la bioeconomía, el cual se proyecta alcanzará los US$7.7 billones. También, el BID impulsará esfuerzos para fortalecer capacidades en los departamentos de Putumayo, Guaviare y Guainía, para el desarrollo de instrumentos de política, la formulación de planes de negocio y la transferencia de conocimiento, orientados a cadenas específicas que fomenten el desarrollo de la bioeconomía en la región.
Formación de trabajadores para una nueva economía
El camino a una nueva economía es un desafío clave, y su éxito depende en gran medida de contar con una fuerza laboral adecuadamente capacitada. Es fundamental que los trabajadores posean las competencias necesarias para impulsar iniciativas de gran envergadura, como para energías limpias. Este reto es particularmente complejo en regiones apartadas y de difícil acceso, como la Amazonía colombiana. Por esta razón, desde el BID, y también con el apoyo del CIF, apoyamos al SENA, una institución pública de formación profesional con amplia cobertura y presencia territorial, en el fortalecimiento de la calidad de sus programas: energía solar fotovoltaica y turismo sostenible. Asimismo, se trabajó en el mejoramiento de los currículos formativos, en la implementación y promoción de los programas y en asegurar un enfoque de inclusión étnica y de género.
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