Por Ferdinando Regalia.
Aunque una de las mayores interrogantes de los padres expectantes suele ser si tendrán una niña o un niño, o incluso gemelos; su gran preocupación yace en la salud del bebé. Es por eso que las madres tienen, junto a la noticia de un embarazo, una lista de cuidados y precauciones para tomar en cuenta. Esta lista solo crece cuando el bebé nace, nos preocupamos por descifrar cada llanto y nos desvelamos para que ellos no lo hagan.
¿Qué ocurre entonces cuando un virus del cual se tiene todavía un conocimiento limitado amenaza el bienestar de ese bebé?
Los enigmas asociados al virus Zika empiezan con el mismo nombre. El virus fue aislado en 1947 en Uganda cuando científicos británicos y escoceses sentaron base en el bosque de Ziika. Estos científicos escucharon mal la palabra y una “i” se perdió en la traducción.
Más allá del nombre, las interrogantes sobre muchos aspectos del Zika, persisten. Por ejemplo, hay mucha incertidumbre sobre el rango estimado de probabilidad de que el feto de una madre gestante infectada por el virus tenga defectos neurológicos por la infección.
No obstante, gracias a los esfuerzos de muchos científicos, hoy existe una mejor comprensión de los riesgos del virus Zika, en comparación a la información que teníamos solamente hace unos tres o cuatro meses. Cada día, esta comprensión incrementa así como la necesidad de actuar aun con información incompleta.
En las últimas semanas, por ejemplo, el Centro para Control de Enfermedades de EEUU y la Organización Mundial de la Salud han publicado que el virus del Zika puede ser diseminado por un hombre a su pareja durante el acto sexual. Es posible que un hombre portador del virus del Zika se lo transmita a su pareja durante el acto sexual incluso si no presenta síntomas o desconoce que está infectado. Asimismo, se ha comprobado que los riesgos para el feto de la gestante que contraiga el virus Zika van más allá del primer trimestre, se extienden al segundo trimestre y quizás hasta el resto del embarazo.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que:
- Todas las personas que se hayan infectado con el virus de Zika y sus parejas deben tener prácticas sexuales seguras, utilizando preservativos de forma correcta y sistemática.
- Las parejas de embarazadas que vivan en zonas con transmisión local del virus o que retornen de esas zonas deben tener prácticas sexuales seguras, utilizando preservativos, o abstenerse de las relaciones sexuales.
- Quienes vivan en zonas con transmisión local del virus deben tener prácticas sexuales seguras o abstenerse de las relaciones sexuales.
Las parejas que van a tener un bebé deberían poder estar en condición de actuar para mitigar los riesgos de transmisión sexual del virus Zika. Sin embargo, en muchas áreas de América Latina y del Caribe donde ya existe transmisión local del virus, todavía existen brechas importantes en el acceso y uso de preservativos y en la atención pre-natal que es uno de los canales a través del cual la información sobre los riegos del virus Zika tiene que llegar a las embarazadas y sus parejas. Por ejemplo en las áreas más pobres y aisladas de varios países de la región mesoamericana, menos del 50% de las mujeres embarazadas recibe control pre-natal en el primer trimestre, es decir su embarazo no es captado tempranamente y se pierde una ventana de tiempo crítico para llegar a las embarazadas.
Además, no es difícil imaginar que en este año miles de mujeres y sus parejas en la región de América Latina y del Caribe enfrentarán la decisión relacionada con espaciar o posponer un embarazo. La decisión de diferir un embarazo es un derecho de la mujer. La responsabilidad de las autoridades sanitarias es brindar información y servicios de anticoncepción oportunos para la toma de decisión informada y voluntaria de las mujeres y sus parejas. Sabemos sin embargo que las necesidades de acceso a métodos modernos de planificación familiar no están cubiertas en muchas áreas de la región y que cada año hay miles de embarazados no planificados. El preservativo es el único método contraceptivo moderno cuyo uso correcto y consistente previene la transmisión del virus del Zika, otras enfermedades de transmisión sexual y un embarazo no planificado.
Finalmente, y a pesar de la incertidumbre sobre la probabilidad de que el bebé de una gestante infectada por Zika desarrolle defectos neurológicos por la infección, es imperativo que las autoridades sanitarias y los servicios sociales se preparen para brindar servicios de apoyo para las gestantes que tienen la sospecha de haber sido infectadas por el Zika y para aquellos niños que podrían nacer con problemas neurológicos.
Queda claro que, mientras más investigamos los misterios que todavía envuelven al Zika, ya existe un acervo de evidencia sobre la cual actuar de forma urgente en términos de salud materna, del neonato e infantil así como en salud sexual y reproductiva. Informémonos para prevenir y compartamos esta información con los que aún no la reciben.
Ferdinando Regalia es Jefe de la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo.
MAX RAMIREZ dice
la ultima línea critica, es muy critica practicarlo o durante cuanto tiempo no tener relaciones??? por lo que es mejor utilizar un método anticonceptivo de mas larga acción. Como implante subdermico, anticonceptivos inyectable, dispositivo intrauterino o anticonceptivo oral
Alvaro Alfonso Garcia dice
El mayor factor de daño desafortunadamente ya está establecido cuando nos referimos a la problemática de la epidemia de Zika. Solo basta referenciar este párrafo del artículo: “Por ejemplo en las áreas más pobres y aisladas de varios países de la región mesoamericana, menos del 50% de las mujeres embarazadas recibe control pre-natal en el primer trimestre, es decir su embarazo no es captado tempranamente y se pierde una ventana de tiempo crítico para llegar a las embarazadas.” Además de darle servicios correspondientes de nivel I, II y III a las gestantes con calidad y cantidad se necesita desarrollar toda una estrategia de intervenciones y trabajo a nivel local, comunal a nivel municipal.
¿Cómo? Cuidado y Fomento a la salud. ¿Con qué? con los recursos que nos permitan trabajar el saneamiento básico rural y urbano. Esto debe incluir el manejo de desechos sólidos, gestión en la administración del recurso hídrico. Debe incluir empoderamiento poblacional hacia la resolución de problemas comunes y Gobernanza gubernamental.
Países como Cuba han mostrado que ciertas epidemias pueden ser minimizadas y controladas con medidas que abarquen la participación ciudadana, tal es el caso del Dengue que este país encaro hace como 2 décadas. Si en los países afectados, su población no se enlista con intervenciones básicas y sencillas, ningún recurso financiero alcanzará para el control de Zika y otras enfermedades por vectores y zoonóticas.