Recorrer 80 kilómetros por caminos de tierra en mal estado para acceder a una consulta prenatal, o a un control rutinario de diabetes, es una realidad a la que se enfrentan muchas poblaciones indígenas en nuestra región. Este acceso desigual a servicios de atención primaria de la salud sumado a factores económicos y culturales explica en parte los indicadores de salud deficientes de la población indígena comparados con la población no indígena.
En Paraguay, particularmente la región occidental conocida como Gran Chaco, con una extensión similar al Reino Unido, es históricamente la más relegada en términos de oferta de servicios de salud. De acuerdo con el último censo, esta región tiene la mayor cantidad de población indígena del país, con aproximadamente 54.000 personas, casi la mitad del total nacional.
Dentro del Gran Chaco, el departamento de Boquerón concentra la mayor proporción de población indígena y presenta una baja cobertura de servicios de atención primaria, apenas del 32%. A esta oferta limitada de servicios de salud se suma el problema de las grandes distancias que los usuarios deben recorrer para acceder a la atención, pues el Gran Chaco representa 61% del territorio de Paraguay pero tiene apenas 3% de la población del país.
La carencia de servicios de salud genera graves consecuencias. Si miramos más de cerca las estadísticas, encontramos que en Boquerón la razón de mortalidad materna cuadruplica el promedio nacional (299 versus 67,6, ambos cada 100.000 nacidos vivos, respectivamente), mientras que la incidencia de tuberculosis triplica a la del resto del país (123,5 versus 43,3, ambos por 100.000 habitantes, respectivamente). A esta situación ya preocupante se sumó la pandemia de COVID-19, la cual ha impactado severamente a las comunidades indígenas con una tasa de letalidad tres veces superior a la media nacional (12,5% versus 3,5%).
Acercar servicios a las comunidades con las Unidades de Salud de la Familia (USF)
Frente a este panorama, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) de Paraguay viene trabajando para ampliar la oferta de servicios de prevención y promoción de la salud en esta región, en el marco del Plan de Salud Integral Chaco 2030. En total, se están construyendo o readecuando 20 Unidades de Salud de la Familia (USF), principal equipamiento de atención primaria, lo que permitirá aumentar en casi 50% la oferta actual.
El objetivo principal es acercar los servicios de salud a las comunidades, especialmente aquellas que viven en zonas rurales y áreas indígenas, e implementar programas contra la tuberculosis, mal de Chagas, dengue, y aumentar los controles prenatales, la vacunación y la estimulación infantil temprana, entre otros.
Con financiamiento y apoyo técnico del Banco Interamericano de Desarrollo, en 2021 fueron inauguradas 4 USFs en áreas indígenas de difícil acceso. El proceso se inició con consultas públicas con las comunidades locales para determinar la ubicación de las USFs, el diseño arquitectónico y funcional, así como la cartera de servicios culturalmente apropiada. Luego se procedió a la firma de convenios con cada comunidad indígena beneficiaria antes de iniciar las construcciones y equipamiento. Mediante estos convenios, las comunidades indígenas cedieron el uso de los terrenos para la construcción de las unidades y el MSPBS se comprometió a costear la construcción y equipamiento, así como la provisión de Recursos Humanos e insumos para el funcionamiento pleno de las USFs.
Adaptar los servicios a las necesidades y costumbres locales
A diferencia de las USFs en otras áreas de Paraguay, estas unidades cuentan con una vivienda para que el equipo de salud familiar (médico/a y enfermeros/as) viva con la comunidad entre semana y no tenga necesidad de desplazarse diariamente grandes distancias por caminos de tierra. Además, por elección de las comunidades, las construcciones son prefabricadas debido a su mejor adaptación a las altas temperaturas de la región del Chaco, y a su característica movible, acorde a las costumbres indígenas.
¿Cuáles han sido los factores clave para llevar adelante esta intervención?
- Involucrar a las comunidades desde un comienzo y considerar sus necesidades y costumbres.
- Adaptar los espacios físicos y los servicios para responder a las prácticas locales.
- Ofrecer información frecuente y actualizada sobre el avance de las obras.
- Articular el proyecto entre el nivel central y la región sanitaria para garantizar la disponibilidad de personal de salud e insumos una vez inauguradas las unidades.
Además de la expansión de las USFs, Paraguay viene ampliando la contratación de recursos humanos en el Chaco, incluyendo promotores indígenas, y el uso de la atención médica extramural por medio de equipos móviles que realizan visitas domiciliarias. Desde el MSPBS se fomenta la contratación de profesionales de salud indígenas para la prestación de servicios en las comunidades, dando así cumplimiento a la Ley Nº 5469/15 de Salud Indígena.
Este esfuerzo por parte del sector salud es apenas un comienzo y deberá ir acompañado en los próximos años de otras inversiones clave para mejorar la salud de la población indígena, tales como el acceso a agua potable y saneamiento básico, además de caminos pavimentados.
En 2022 está prevista la realización de un Censo Nacional Indígena, pues el último es de 2012, que permitirá acceder a datos actualizados sobre la salud de los pueblos originarios y así poder planear y responder a sus necesidades con más y mejores soluciones.
¿Conoces otras iniciativas para llevar servicios de salud a los pueblos indígenas? Déjanos un comentario
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