En América Latina y el Caribe, el gasto en medicamentos abarca entre un 8,5% (Costa Rica) y un 22,1% (México) del gasto total en salud. Aunque los gobiernos afrontan parte de este gasto, en muchos de los países de la región los hogares asumen una proporción importante. En Chile, por ejemplo, el gasto en salud directamente pagado por los hogares representa 32% del gasto total en salud, y el gasto en medicamentos es el principal componente del gasto de bolsillo –llegando a un 40%.
¿Cómo reducir esta carga? La sustitución hacia medicamentos genéricos puede ser una solución.
¿Qué son los medicamentos genéricos?
Los medicamentos genéricos son versiones del medicamento original, con los mismos principios activos, que se comercializan cuando la patente del original ha caducado y las autoridades han certificado su calidad, seguridad y eficacia.
Por lo general, los medicamentos genéricos, y en particular los que no tienen marca (comercializados bajo la Denominación Común Internacional), se venden a precios menores que los de sus contrapartes originales o genéricas de marca.
¿Cuál es el potencial de ahorro a través de los medicamentos genéricos?
Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, estima cuánto podrían ahorrar los hogares chilenos si compraran medicamentos genéricos sin marca en vez de sus equivalentes. En promedio, los medicamentos de marca son 6 veces más costosos que los productos genéricos sin marca, y pueden ser hasta 35 veces más costosos. Dado que para el 29% del mercado hay competencia genérica sin marca y por lo tanto es posible la sustitución, estas diferencias de precios implican que el ahorro potencial anual estimado es de US$283,2 millones.
Esto representa para los hogares chilenos 0,4% del gasto total del hogar, 3,8% del gasto de bolsillo en salud y 10,3% del gasto de bolsillo en medicamentos. Este ahorro permitiría a los hogares, por ejemplo, pagar alrededor de dos meses de transporte al año. En hogares con niveles educativos más bajos, la sustitución hacia genéricos podría reducir el gasto en medicamentos ambulatorios aún más, entre 12% y 18%.
Para dar otro orden de magnitud, los US$283,2 millones mencionados bastarían para sacar a 223.239 hogares chilenos de la pobreza extrema. Además, el ahorro potencial total podría ser mucho mayor si se comercializaran en Chile las versiones genéricas sin marca de todos los medicamentos que ya perdieron la patente. En efecto, el estudio encontró que 62% del valor del mercado total podría contar con competencia genérica sin marca, pero aún no la tiene.
Un sistema sanitario que busca avanzar hacia la Cobertura Universal en Salud debe esforzarse por reducir el gasto de bolsillo de los hogares. Una estrategia en esta dirección es incentivar la demanda y oferta de medicamentos genéricos sin marca, que suelen ser mucho menos costosos que sus alternativas de marca.
Diversas políticas pueden fomentar la competencia a través de incentivos regulatorios y de precios, incluyendo el compromiso de los médicos para la prescripción de denominaciones comunes internacionales, la posibilidad de sustitución hacia genéricos en el punto de dispensación y la educación y toma de conciencia de los usuarios sobre los beneficios del uso de genéricos sin marca.
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