Chelsea Simms vive en Punta Gorda, un pueblo pesquero en la costa caribeña del sur de Belice. Tiene 25 años y acaba de dar a luz a su segundo hijo. El primero lo tuvo por cesárea. Con el segundo, estuvo cerca de perder la vida.
A principios de abril, Chelsea se sintió mal, pero no identificó los síntomas con señales de parto. Aún así, se acercó al hospital comunitario de su localidad. Allí detectaron que el trabajo de parto había comenzado e inmediatamente la derivaron al Hospital Regional del Sur, a más de dos horas por carretera de tierra. Gracias a una atención oportuna, Chelsea dio a luz por cesárea y sin complicaciones.
Este final feliz fue posible porque tanto Chelsea como el personal médico que la atendió supieron reconocer las señales de alerta y responder eficazmente, trasladándola a un centro capaz de ofrecer atención de calidad y prevenir complicaciones. Esta experiencia es parte de los aprendizajes de la Iniciativa Salud Mesoamérica (ISM), impulsada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que se ha aplicado en zonas remotas de Belice y que ahora el gobierno está ampliando a nivel nacional.
Calidad en salud: un desafío que Belice enfrenta con evidencia
En Belice, el 75% de las muertes prevenibles se atribuyen a una atención de baja calidad en los servicios de salud, mientras que el 25% se debe a la falta de acceso, según un estudio realizado en 137 países de ingresos bajos y medianos.
Aunque los datos sobre satisfacción de los pacientes son limitados, encuestas previas del programa de Seguro Nacional de Salud revelan que la calidad de la atención es una de las principales preocupaciones de los beliceños. Con el apoyo de la Iniciativa Salud Mesoamérica, Belice ha logrado avances notables en la calidad de los servicios de salud materna y neonatal. Entre 2012 y 2022, el porcentaje de madres y recién nacidos que recibieron atención de alta calidad para complicaciones obstétricas y neonatales aumentó considerablemente del 22% a 56% en el caso de las madres, y de 24% a 56% en el de los recién nacidos.
Una política y compromiso para un cambio sostenible
Actualmente el Ministerio de Salud y Bienestar de Belice está trabajando en la próxima implementación de la Política de Calidad en Salud de Belice, que marcará un paso clave para mejorar los resultados en salud a nivel nacional. Esta política se basa en una década de aprendizajes de la ISM y en los más altos estándares internacionales de calidad.
En el centro de esta política está la atención centrada en las personas: priorizar las necesidades, preferencias y valores de la población por encima de la perspectiva de los prestadores de servicios. Si bien comenzó enfocada en salud materno infantil en zonas vulnerables, ahora se amplía para abordar otros desafíos, incluyendo enfermedades no transmisibles, atención quirúrgica y de emergencia, y salud mental.
La Política de Calidad en Salud de Belice representa un claro compromiso político y financiero para transformar el sistema de salud. Empodera a los beliceños a moldear su atención basándose tanto en experiencias locales como en buenas prácticas globales. Fue desarrollada con la participación del sector público, privado y junto a aliados técnicos como el BID, y señala una inversión de largo plazo en servicios de salud seguros, eficaces y de alta calidad. Este compromiso incluye institucionalizar procesos que cumplan con estándares definidos y brindar apoyo continuo al personal de salud.
La medición como motor del progreso
La experiencia de Belice con la Iniciativa Salud Mesoamérica demostró que avanzar requiere monitoreo riguroso. Desde 2012, la proporción de madres y recién nacidos que reciben atención de calidad ante complicaciones obstétricas y neonatales creció más del doble Como señala la Dra. Natalia Beer, del Ministerio de Salud y Bienestar: “la mayor lección que nos deja la ISM es que la medición es una parte fundamental del éxito”.
Este enfoque en medir resultados —tanto técnicos como percibidos— ha fortalecido la rendición de cuentas y la mejora del sistema de salud en su conjunto.
Basada en evidencia y con potencial de expansión
Esta política de calidad se basa en evidencia y está alineada con estándares internacionales, adaptándose al contexto único de Belice. Retoma modelos exitosos que fueron piloteados por la ISM y los amplía a los seis distritos del país, siete hospitales (incluido el Hospital Memorial Karl Heusner) y 68 centros ambulatorios. Su objetivo es reducir muertes prevenibles, optimizar tiempos de espera y mejorar la experiencia de los pacientes.
Este esfuerzo nacional se ve reforzado por el programa financiado por el BID: “Mejora de la eficiencia, calidad y acceso en el sistema de salud de Belice”, lanzado en 2024. Este programa busca mejorar la eficiencia, calidad y acceso en todo el sistema de salud beliceño.
Además, se está ampliando la Estrategia de Mejora de Calidad y Eficiencia, extendiendo protocolos de calidad y procesos de mejora continua a nuevas áreas como enfermedades no transmisibles, emergencias y procedimientos quirúrgicos.
La radiante sonrisa de Chelsea al abrazar a su recién nacido es testimonio del poder de una atención en salud de calidad que salva vidas en Belice. También es un recordatorio de que cada esfuerzo, cada innovación y cada colaboración cuentan —porque detrás de cada política hay una familia, un futuro y una historia de esperanza.
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