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Por Martín Sabignoso
¿A qué nos referimos cuando hablamos de gobernanza de los sistemas de salud? El consenso sobre su definición apunta a un conjunto de reglas, instituciones y políticas a través de las cuales se dirige su funcionamiento, se regula la participación de los diversos actores y se utilizan los recursos disponibles para garantizar a toda la población cuidados de salud de calidad.
En el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, fortalecer la gobernanza de los sistemas sanitarios ha cobrado renovada importancia porque con frecuencia se comprueba que buenas iniciativas para mejorar la protección social en salud fracasan no por falta de recursos o de voluntad política, sino por debilidades en la forma en que se adoptan y aplican las decisiones de política sanitaria.
Josep Figueras, Director del Observatorio Europeo de Salud, compartió recientemente un valioso marco conceptual para evaluar y fortalecer la calidad de la gobernanza de los sistemas de salud en base a 5 atributos clave:
1. Transparencia. Se refiere a cómo y cuánto los organismos públicos informan las decisiones, fundamentos y resultados obtenidos a quienes están fuera de la organización. La transparencia legitima las decisiones públicas, contrarresta la presión de los grupos de interés y ayuda a crear confianza en la ciudadanía. En América Latina y el Caribe existe un gran margen para mejorar la transparencia y la publicidad de las decisiones sobre los tratamientos de salud que se financian. Una evaluación realizada por el BID observó que la población tiene, en general, un conocimiento limitado de qué se cubre y de cómo y por qué se toman las decisiones de cobertura.
2. Participación. Significa que existen espacios en los que las personas interesadas pueden plantear sus preocupaciones, compartir puntos de vista y participar de manera auténtica. El instituto NICE del Reino Unido estableció en 2002 el Consejo Ciudadano para garantizar que la perspectiva del público sobre cuestiones morales y éticas se refleje en los procesos que influyen en sus recomendaciones al Sistema Nacional de Salud sobre intervenciones sanitarias efectivas y de calidad. Asimismo, la campaña “Choosing wisely” de la ABIM Foundation es un buen ejemplo de participación de las sociedades científicas para identificar procedimientos comúnmente utilizados en exceso que no aportan valor al paciente y cuya eliminación permite obtener ahorros sin afectar la calidad de la atención.
3. Rendición de Cuentas. Establece una relación en la que una institución debe informar y explicar a otros actores las decisiones adoptadas y puede, inclusive, ser sancionada según el caso. En Chile los proveedores de salud deben dar cuenta a la Superintendencia de Salud del cumplimiento de las garantías de acceso, calidad, oportunidad y protección financiera consagradas por el Plan AUGE-GES para evitar ser penalizados. Uruguay, con la creación del Sistema Nacional Integrado de Salud, dispuso que el Ministerio de Salud tenga participación en el directorio del Seguro Nacional de Salud para garantizar la coherencia de la estrategia de financiamiento con los objetivos definidos por el ente rector.
4. Integridad. Representa las dimensiones éticas del sistema de salud como la prevalencia de las normas y la lucha contra la corrupción, un problema presente en mayor o menor medida en todos los países. Un estudio de la OECD muestra que un tercio de los ciudadanos de los países que forman parte de esta organización cree que el sector de la salud es corrupto o muy corrupto. La integridad significa también que las instituciones de salud deben crear expectativas razonables y predecibles frente a la sociedad. Si un sistema de salud interrumpe abruptamente sus políticas de cobertura de servicios o incumple la promesa de garantizar determinadas intervenciones, verá afectada seriamente su integridad y legitimidad.
5. Capacidad política. Es la capacidad de los órganos de gobierno de transformar las ideas en políticas viables y bien diseñadas que estén coherentemente alineadas con los objetivos y recursos disponibles. Las habilidades en áreas como la planificación estratégica, la evaluación de desempeños, la conformación de sólidos equipos técnicos y la gestión de alianzas estratégicas son determinantes de la real capacidad de desarrollo de políticas sanitarias eficaces. Con el objetivo de evitar acciones aisladas, fragmentadas e incoherentes, muchos países se están enfocando en implementar la denominada “Triple Meta”, que persigue en simultáneo una mejor salud poblacional, mejores servicios de salud y una mayor eficiencia en el uso de los recursos. Algunos países han añadido el “bienestar de los trabajadores sanitarios” como un cuarto objetivo.
A modo de conclusión, la gobernanza del sistema de salud es crucial para configurar su capacidad de brindar una mejor cobertura frente a desafíos cada vez más complejos como la cronicidad de las enfermedades, la presión tecnológica o las restricciones presupuestarias. Fortalecer la gobernanza del sistema de salud significa ir más allá del liderazgo y la voluntad política. Supone construir burocracias competentes, elaborar reglas de juego claras y sistematizar patrones específicos para formular e implementar políticas sanitarias que mejoren sostenidamente el desempeño del sistema de salud y la calidad de vida de la población.
¿Cómo es la situación de la gobernanza en tu país? Cuéntanos en la sección de comentarios o menciona a @BIDgente en Twitter.
Martín Sabignoso es especialista en salud en la RED CRITERIA.
*CRITERIA es una iniciativa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que busca apoyar a los países de la región para que cuenten con la evidencia e instituciones requeridas para el mejoramiento de la asignación y priorización del gasto público en salud. A través del fortalecimiento de procesos, la promoción del trabajo colaborativo y el intercambio de conocimiento y experiencias sobre priorización en salud, CRITERIA propone ideas y alternativas para avanzar hacia la cobertura universal en salud en un contexto de recursos restringidos y costos crecientes. Si quieres ser parte de esta Red, suscríbete AQUÍ.
Carlos Arturo Villalobos Rodriguez dice
gracias por los articulos me parecen muy intersantes y muy practicos para temas vinculados a la salud publica de los paises asi como para la mejora del ordenamiento de la red y de los servicios de salud
Hortensia del Cid dice
En Guatemala el sistema de salud pública cuenta con marcos normativos, legales y administrativos, así como con estrategias, planes estratégicos y operativos, resultados estratégicos de país en los temás más sentidos de la temática, pero hasta el momento no se logra cohesionar lo técnico con lo operativo a fin de poder alcanzar los objetivos nacionales de mejorar las condiciones de vida de la población, debido en parte a la falta de carrera administrativa, que debilita el fortalecimiento del recurso humano, la institucionalización de las políticas y estrategias focalizadas en los grupos con mayor vulnerabilidad.
claudio héctor scalamogna dice
Muchas Gracias Martín por recordarme y enviarme tu publicación.
Me pareció muy oportuno el tema, escrito con la claridad que siempre te caracterizó.
Sería interesante que sea leído por autoridades ministeriales y decisores, para ver
de qué manera se pueden implementar ideas de mejora en nuestro tan deteriorado
sistema de salud.
Te mando un gran abrazo y te estimulo a seguir escribiendo y compartiendo toda tu
gran experiencia en idear proyectos que den excelencia a la salud pública.
Claudio