A lo largo de su historia, América Latina y el Caribe (ALC) no ha sido ajena a las migraciones como parte de sus realidades de desarrollo; y, por lo tanto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tiene que jugar un rol en el tema. Históricamente, ALC se ha caracterizado por ser una región de origen, tránsito y destino de migración, en donde confluyen factores de expulsión y de atracción al mismo tiempo. Según Naciones Unidas, en las últimas dos décadas se ha presentado, a nivel global, un crecimiento de la migración de cerca del 32 %, al pasar de 153 millones, en el año 1990, a 272 millones de migrantes, en 2019 y ALC no es ajena a ello. En Suramérica, por ejemplo, el 80% de los inmigrantes son intrarregionales, asociado entre otros factores, al éxodo de venezolanos en los últimos años. Este fenómeno es, hoy por hoy, el segundo mayor del mundo -después de la crisis siria- con 5.4 millones de venezolanos, un 17% de su población, que ha tenido que salir de su país en los últimos 4 años.
El BID reconoció esta realidad migratoria, que es variada y creciente, y hace año y medio creó la Iniciativa de Migraciones. Esta Iniciativa quedó dotada con US$ 100 millones de capital del Banco, con el compromiso de conseguir recursos de donación adicionales para ayudar a los países receptores, cuyo número de inmigrantes hubiera incrementado en un 0.5% sobre su población total en los últimos 3 años: 10 países están en esa categoría.
Con esos recursos, el Banco ha aprobado operaciones de inversión nuevas o en curso para incluir como beneficiarios de las operaciones a migrantes y comunidades receptoras en cuatro países y en cinco sectores. Asimismo, se está trabajando con todos los demás países para concretar operaciones. Por ejemplo, en Belice estamos apoyando a escolares migrantes centroamericanos para integrarlos a la educación; o en Colombia, estamos apoyando al gobierno a incluir a los migrantes en el sistema de salud mediante su afiliación; o en Ecuador estamos identificando con las autoridades las comunidades con mayor proporción de migrantes y refugiados utilizando las últimas tecnologías de georreferencia para que se desplieguen de manera adecuada los servicios de protección social para los más vulnerables, el acceso al servicio de salud o la educación.
Avanzando aún más, el Banco toma la decisión de crear la Unidad de Migración como parte de su Sector Social, y luego aprueba un nuevo Marco de Acción de Migración que amplía el alcance de la intervención a países de origen, tránsito y retorno. También se incluyen temas adicionales como la relación de migración con cambio climático, seguridad ciudadana o género, entre otros. Un mandato que debemos cumplir con un trabajo intersectorial con todas las áreas del Banco.
Además, y como parte de la estrategia, tenemos que fortalecer el conocimiento con evidencia clara sobre las causas, efectos y políticas públicas adecuadas para aprovechar las ventajas de la migración. Es así como esta semana hemos presentado 16 estudios, en 10 países, con ejemplos claros en este sentido. También estamos avanzando en analizar la opinión pública sobre la migración con mecanismos de inteligencia artificial, la cual se deteriora de manera preocupante en varios de los países, especialmente desde el inicio de la pandemia.
Este trabajo con los gobiernos requiere, además, reforzar el ejercicio de capacitación a sus funcionarios en temas migratorios. En 2020, logramos certificar a cerca de 500 funcionarios públicos en 20 países de la región con cursos especializados en estas materias.
Todo esto debe continuar a mayor escala y los países receptores y el Banco necesitan lograr alianzas. Por ello, los recursos y experiencia son vitales. El apoyo de Estados Unidos, Corea, Finlandia, Japón, Suiza, la Unión Europea, España y Alemania han sido fundamentales y continuaremos en esa tarea.
Hoy, en el Día Internacional del Migrante, vale la pena subrayar, que el BID está presente en el tema de migración y, que, con las herramientas que tenemos, jugaremos el rol de “puente” que apoye a los países para convertir un reto de corto plazo en una oportunidad de desarrollo individual y colectiva que mejore las vidas de todos.
Humberto Jesus Urdaneta Barrios dice
Excelente información.