La actualización de la Base de datos de instituciones políticas de este año marca su decimoséptimo aniversario haciendo seguimiento de datos institucionales y electorales en países de todo el mundo, así como la segunda actualización en su nueva sede permanente del BID. Los investigadores del Grupo de Investigación sobre Desarrollo del Banco Mundial empezaron sus labores de recopilación de la base de datos en el año 2000, codificando variables institucionales y electorales de 180 países desde 1975. Desde entonces, la base de datos ha sido citada más de 3.000 veces en una amplia gama de disciplinas y subcampos.
A medida que la base de datos de instituciones políticas (Database of Political Institutions– DPI) entra en su segundo decenio, resulta oportuno reflexionar sobre lo que hemos aprendido acerca de cómo medir las instituciones en los últimos 17 años. Además, la proliferación de otros instrumentos y series de datos para medir el desempeño de las instituciones políticas, incluyendo la DPI, ha llevado a centrar cada vez más la atención en tendencias institucionales como factor determinante clave para entender el desarrollo y los resultados económicos. En ningún otro ámbito resulta este vínculo más evidente que al estudiar la experiencia en los países de América Latina.
Las instituciones democráticas en América Latina están madurando
Al examinar las tendencias generales en la región desde 1975, un tema global ha sido la creciente madurez de las instituciones democráticas en América Latina. Si bien es verdad que hay historias de países individuales que están retrocediendo, se destaca una tendencia hacia un mayor desarrollo político e institucional.
La creciente institucionalización se ve reflejada en el fortalecimiento de la democracia y el surgimiento de instituciones electorales funcionales y competitivas. Esto es crucial porque una de las principales conclusiones de los académicos es que, en materia de democracia, la experiencia sí importa. Las democracias jóvenes suelen ser más corruptas, exhiben menor estado de derecho y muestran más baja calidad burocrática. También desarrollan peor planificación a largo plazo, con políticos que se gastan los recursos en proyectos populares justo antes de las elecciones, en lugar de planear de manera prudente un presupuesto para proyectos de desarrollo.
Esta mayor madurez está cosechando recompensas. A pesar de que algunos drásticos reveses en el proceso de democratización ocupan los titulares, la historia general es una historia más sencilla de crecimiento y avance continuo hacia la consolidación democrática. Según varios indicadores registrados en la DPI, la región se está perfilando para ser la más competitiva electoralmente—e incluso, la más democrática—en el mundo en desarrollo.
El dominio de un partido se está convirtiendo en una reliquia del pasado
Como se puede observar en los gráficos 1 y 2 a continuación, como región América Latina ha progresado continuamente en materia de competitividad electoral tanto en las elecciones legislativas como en las ejecutivas. Es decir, ahora en la mayoría de los países varios partidos se enfrentan en la contienda electoral y tienen posibilidades de ganar: o sea que el dominio de partidos únicos, respaldados por fuerzas represivas, fraude o monopolios mediáticos estatales, se está volviendo cada vez más una reliquia del pasado.
Gráfico 1. Competitividad electoral legislativa promedio
Gráfico 2. Competitividad electoral ejecutiva promedio
Mientras tanto, los partidos políticos se están institucionalizando cada vez más. Aquellos partidos de América Latina que ingresaron a la escena política a mediados de la década de 1900 como relativamente nuevos en la política, son ahora los veteranos experimentados del mundo en desarrollo. Es más, esta fuerza no ha sido a expensas de la competitividad electoral. No solo los partidos gobernantes se están afianzando y estableciendo más, sino también los partidos de la oposición. De hecho, en muchos países, la distribución de los votos de los antiguos partidos dominantes en la región ha disminuido, contribuyendo a la tendencia de competitividad electoral de la región en su conjunto.
Gráfico 3. Edad promedio de los partidos en la legislatura
El período cubierto en la base de datos ha coincidido con momentos de desafíos económicos. Las recesiones y el aumento de la desigualdad económica han sacudido tanto a los países desarrollados como aquellos en vías de desarrollo. En algunas zonas, las dificultades económicas han ido de la mano con la disminución de la institucionalización democrática o con un giro cada vez mayor hacia los partidos nacionalistas. Pero examinando la evidencia, este no ha sido el caso en América Latina. Si bien las dificultades económicas han causado algunas recaídas, la reacción de la región en general ha sido aumentar la competencia electoral y abrir la política a nuevas voces.
Los latinoamericanos están expulsando libremente a través del voto a los partidos que les fallan
En los últimos años hemos leído sobre golpes de estado y tanques en las calles de Asia, Oriente Medio y África. Pero los ciudadanos de la mayoría de los países de América Latina están expulsando libremente a través del voto a los partidos que, según su percepción, les fallan, y, al hacerlo, eligen entre una mayor diversidad de partidos con plataformas e ideologías establecidas.
Sin lugar a duda, en muchos países de la región aún existen los denominados partidos clientelistas, expertos en prácticas de clientelismo y compra de votos para ganar las elecciones. Y desde la década de 1990 en la región ha habido un aumento de partidos creados alrededor de líderes populistas y carismáticos y no alrededor de ideas e ideologías. Pero la tradición del cambio pacífico y constitucional está ahora profundamente afianzada. A modo de ejemplo, tomemos el relevo en el poder que se produjo en México con el triunfo del Partido de Acción Nacional (PAN) en las elecciones del año 2000 tras 71 años de dominio del Partido Revolucionario Institucional (PRI), o la pérdida electoral por parte del Partido Colorado en Paraguay que suspendió en el 2008 un dominio que había durado seis décadas. O el relativamente fuerte sistema de controles y contrapesos que impide a autócratas en toda la región monopolizar la toma de decisiones y robar las elecciones.
Gráfico 4. Pesos y contrapesos promedio
En resumen, América Latina ha avanzado de manera continua hacia la democracia desde las dictaduras militares de la década de 1970 y comienzos de la década de 1980. Mientras el clientelismo sigue siendo una fuerza a tener en cuenta y el desempeño de los gobiernos en general muestra rezagos en ámbitos que van desde el profesionalismo y la autonomía de la burocracia hasta la independencia del poder judicial, la región, caracterizada durante largo tiempo por su animada contienda electoral tanto a nivel legislativo como ejecutivo, disfruta de libertades que gran parte del mundo en desarrollo tan solo puede soñar.
En próximos blogs, utilizaremos la DPI para examinar más detalladamente algunos de los componentes de la democracia junto con estudios de caso que ilustran tanto los desafíos que quedan por vencer como el enorme progreso alcanzado hasta la fecha. Manténganse atentos.
*Autora invitada: Cesi Cruz es profesora asistente del Departamento de Ciencias Políticas y de la Escuela de Ciencias Económicas de Vancouver de la Universidad de la Columbia Británica (UBC), y enseña en la Escuela de Políticas Públicas y Asuntos Internacionales de UBC. Es colaboradora clave del BID en la base de datos de instituciones políticas (DPI).
Pedro Vargas dice
Todos los que vivimos en épocas militares, recordamos muy bien el mal manejo de estos personajes por carecer de capacidad de gestión. Posteriormente llegaron gobiernos democráticos envueltos en corrupción y narcotráfico, segados por el poder manejan muy mal nuestros pueblos. El mundo se vio envuelto en desgracias y grandes necesidades de suplir estas desgracias económicas, las necesidades en la explotación de los recursos naturales mineros, no ayuda directamente al país, porque, han pasado veinte años sin resultado positivo en la población y avance de un país. Lo que se desarrollo mas, fue la corrupción. Es hora que se cambien los sistemas de gobierno, si hay solución.
Pedro Vargas dice
Todos los que vivimos en épocas militares, recordamos muy bien el mal manejo de estos personajes por carecer de capacidad de gestión. Posteriormente llegaron gobiernos democráticos envueltos en corrupción y narcotráfico, segados por el poder manejan muy mal nuestros pueblos. El mundo se vio envuelto en desgracias y grandes necesidades de suplir estas desgracias económicas, las necesidades en la explotación de los recursos naturales mineros, no ayuda directamente al país, porque, han pasado veinte años sin resultado positivo en la población y avance de un país. Lo que se desarrollo mas, fue la corrupción. Es hora que se cambien los sistemas de gobierno, si hay solución.