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En 2012, publicamos un estudio donde demostramos el limitado impacto académico de un costoso programa de distribución de laptops a estudiantes, tras 15 meses de su exposición a las laptops. El informe, que analizó el programa Una Laptop por Niño implementado por el gobierno peruano, generó un gran debate en Perú y en todo el mundo, dado que muchos gobiernos habían estado implementando enérgicamente iniciativas similares.
Aunque nuestros resultados fueron confirmados por artículos publicados posteriormente que mostraban efectos limitados del suministro de laptops, pensamos que era importante indagar más. Al menos existía la posibilidad de que este tipo de programa generara un impacto en el largo plazo. Para empezar, profesores, directores y alumnos podrían necesitar más tiempo para aprender a utilizar las laptops de forma efectiva para el aprendizaje. Y, además, el uso de tecnología por los estudiantes podría generar impactos en otras áreas, como las habilidades digitales y socioemocionales, las cuales les permitiría avanzar mejor en el sistema educativo.
Teniendo esto en cuenta, recientemente publicamos un segundo estudio que presenta evidencia experimental sobre los efectos a largo plazo de la distribución de laptops en el desarrollo educativo de los niños. Pese a la inversión de decenas de millones de dólares y a la distribución de cientos de miles de laptops, los resultados volvieron a ser decepcionantes. Los alumnos beneficiarios del programa, según indica nuestra investigación, no mejoraron su rendimiento académico e incluso presentaron tasas de finalización de los estudios primarios y secundarios a tiempo ligeramente inferiores a las de aquellos que no participaron. Además, mientras que los alumnos mejoraron en su capacidad para utilizar las laptops proporcionadas (conocidas como laptops XO), solo mejoraron ligeramente su habilidad de uso de computadoras personales y no mostraron ninguna mejora en sus conocimientos de Internet.
Proporcionar laptops con poca orientación sobre cómo usarlas no contribuye a mejorar las capacidades cognitivas. Los profesores deben contar con la formación necesaria en habilidades digitales, disponer del software adecuado y comprometerse a utilizar la tecnología de forma efectiva en el aula a fin de que la promesa de la tecnología prospere. De lo contrario, esa promesa resulta ser pasajera.
Una revisión única de la experiencia en Perú
Esta cuestión se documenta en detalle en nuestra investigación, que examina el rendimiento académico en 531 escuelas públicas, primarias y rurales en Perú entre 2009 y 2016. Dicha investigación fue publicada en noviembre de 2024. Este estudio es el primero en aportar evidencia experimental, a largo plazo, sobre el efecto de expandir el acceso a tecnología digital en escuelas en países en desarrollo. Analiza efectos en rendimiento académico y progresión educativa en estudiantes que recibieron laptops en la escuela primaria, con un apoyo limitado a los docentes respecto a cómo utilizar estos recursos tecnológicos.
Una de las cuestiones que analizamos es si las escuelas “aprendieron” a utilizar la tecnología de manera eficaz a lo largo del tiempo. Al dividir nuestra muestra en grupos de tratamiento y de control —los que recibieron laptops y los que no—, no encontramos evidencia de tal aprendizaje, y no hubo ninguna mejora significativa en el rendimiento de los estudiantes que se pudiera atribuir a la iniciativa de las laptops.
También examinamos de cerca a los niños que recibieron laptops a medida que fueron avanzando en su proceso educativo en los diez años que van desde la escuela primaria, esto se hizo utilizando datos de los exámenes nacionales de 4º y 8º grados, pruebas de 5º y 6º grados que nosotros administramos, así como datos longitudinales sobre el avance en los grados escolares desde la educación primaria hasta la terciaria. Una vez más, encontramos poca evidencia de mejora en aprendizaje en matemática o lectura. Hubo un efecto negativo de 2,2 puntos porcentuales en la probabilidad de terminar la escuela primaria a tiempo y hubo efectos pequeños pero negativos de completar la educación secundaria o solicitar el ingreso a la universidad a tiempo de 3,1 y 2,3 puntos porcentuales, respectivamente. No encontramos mejoras en factores como las habilidades relacionadas con Internet, el índice de habilidades cognitivas, la fluidez verbal ni en las habilidades de codificación.
Aprendizaje guiado en Chile
¿Acaso esto es un mal presagio para las soluciones tecnológicas dirigidas al aprendizaje? Por el contrario, los avances en la inteligencia artificial y en el acceso a dispositivos digitales por parte de los estudiantes podrían ser revolucionarios desde el punto de vista educativo. Resulta instructivo hacer una comparación. En Chile, un programa muy eficaz, que ofrecía dos sesiones semanales de 90 minutos en laboratorios de computadoras a alumnos chilenos desfavorecidos de cuarto grado de matemáticas, aceleró el aprendizaje de los estudiantes participantes en un 50%. Esta cifra es muy superior a los beneficios obtenidos con intervenciones más tradicionales, como la ampliación de la jornada escolar, la reducción del número de alumnos por clase o la formación docente.
Una diferencia clave entre la experiencia en Chile y la iniciativa Una Laptop por Niño en Perú fue el apoyo que se les dio a los docentes. Los profesores en Chile recibieron ayuda de coordinadores externos para utilizar la nueva tecnología. Además, se les proporcionó el software adecuado al plan de estudios nacional y se les indicó hacer un uso sistemático de los laboratorios de computadoras a fin de mejorar las capacidades matemáticas de sus alumnos. En cambio, en Perú, nuestras encuestas a profesores indican que la semana de capacitación que recibieron sobre el uso de laptops resultó insuficiente para mejorar sus habilidades digitales o para animarlos a utilizar computadoras en clase. De hecho, entre los profesores de las escuelas en el grupo de tratamiento, el uso de laptops en clase fue limitado: menos de una hora más que entre los profesores de las escuelas del grupo de control, donde el uso de laptops ascendió en conjunto a menos de cuatro horas semanales.
Los estudiantes que participaron en el programa Una Laptop por Niño en Perú no parecen haber utilizado sus laptops XO en casa principalmente con fines educativos. Como muestran las encuestas adicionales, era más probable que las utilizaran para entretenerse lo cual podría potencialmente explicar porque las tasas de finalización a tiempo en la primaria y la secundaria fueron peores en las escuelas del grupo de tratamiento comparado con el grupo de control.
Laptops, inteligencia artificial y apoyo pedagógico
No basta con el hecho de simplemente entregar laptops. Como lo demuestra otro experimento del BID realizado en Lima entre 2011 y 2013, ni siquiera el hecho de ofrecer a los estudiantes laptops, acceso a Internet de alta velocidad y unas horas de formación para acceder a sitios web educativos generó una diferencia real en el rendimiento académico. Lo importante es la orientación y el apoyo pedagógico a los docentes. Muchos estudios realizados en países en desarrollo demuestran que la tecnología puede tener efectos positivos en el rendimiento académico. Estos estudios han evaluado programas extraescolares con tiempo de enseñanza adicional y esfuerzos concertados de aprendizaje guiado. Se requiere mayor investigación sobre la integración de la tecnología en los planes de estudios escolares estándar. No obstante, lo más importante que hay que recordar es que, aunque factores como la inteligencia artificial, una mayor habilidad en el uso de computadoras y un mayor acceso a Internet pueden marcar una nueva era educativa muy prometedora, los niños siempre van a necesitar ayuda para utilizar las nuevas herramientas tecnológicas a fin de mejorar sus resultados educativos.
[Nota editorial: Varios de los estudios mencionados en este artículo se realizaron en colaboración con Santiago Cueto, del centro de investigación GRADE.]
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