En el Triángulo Norte de Centroamérica –Guatemala, Honduras y El Salvador– las instituciones educativas se enfrentan a una crisis de violencia escolar y extraescolar, así como a tasas de abandono escolar 22% por encima del promedio del resto de América Latina y el Caribe. Esta crisis –a menudo relacionada con bandas– pone en peligro no solo la seguridad de los estudiantes, sino también su salud mental y sus perspectivas económicas a largo plazo.
El desafío para educadores y formuladores de políticas públicas no consiste únicamente en proteger a los niños manteniéndolos alejados de las calles, donde pueden quedar sin supervisión y ser víctimas de delincuentes o verse influidos por ellos. Está también en exponerlos al aprendizaje socioemocional que puede ayudarlos a controlar las respuestas impulsivas, regular sus emociones y canalizar su energía hacia fines más productivos.
En un estudio reciente, exploramos una prometedora intervención basada en el aprendizaje socioemocional administrada en programas extraescolares. Analizamos si aquellos programas centrados en el aprendizaje socioemocional pueden mejorar los comportamientos y los resultados académicos de los adolescentes y, en particular, qué tipo de plan de estudios de produce los mayores beneficios.
Más allá de lo académico: la intervención
En lugar de proporcionar un apoyo académico y recreativo convencional, con actividades extraescolares deportivas y artísticas, los programas extraescolares, tal como los hemos reimaginado, podrían ser entornos para cultivar la resiliencia y la regulación emocional, ejes fundamentales del desarrollo de los estudiantes. Realizamos un ensayo aleatorio en 21 escuelas situadas en barrios violentos en El Salvador, Guatemala y Honduras asignándolas a tres tipos de programas extraescolares:
- Clubes: intervenciones basadas únicamente en actividades recreativas como deporte, arte y baile.
- Programas enfocados en la conciencia plena: intervenciones psicológicas basadas en un programa de conciencia plena y relajación, que incluye respiración, estiramientos, relajación y concentración.
- Programas enfocados en la virtud: intervenciones psicológicas destinadas a reforzar el carácter y las virtudes, en las que se incluye la formación en conceptos como la perseverancia, y actividades de autorreflexión en las que los estudiantes reflexionan sobre cómo alcanzar sus objetivos.
Como parte de nuestra intervención, cada sesión enfocada en la virtud y la conciencia plena iba seguida inmediatamente por actividades del grupo de clubes. Los participantes de todas las ramas del experimento asistieron a dos sesiones semanales (de 1,5 horas cada una) después del horario escolar durante siete meses (de abril a octubre de 2019). Todas las sesiones fueron llevadas a cabo por voluntarios sin formación oficial en psicología o trabajo social. Se midió el efecto neto de aprendizaje socioemocional mediante la comparación de los resultados promedio de los estudiantes matriculados en escuelas asignadas a cualquiera de los dos planes de estudios basados en la psicología con aquellos de los estudiantes matriculados en escuelas asignadas únicamente a clubes.
Los resultados fueron contundentes: encontramos que, en comparación con los clubes, los planes de estudios de aprendizaje socioemocional (enfocados en la virtud y la conciencia plena) mejoraron el comportamiento de los estudiantes en unos sorprendentes 23 puntos porcentuales, al mismo tiempo que mejoraron significativamente la regulación emocional. Más allá de simplemente proporcionar un entorno protector, el aprendizaje socioemocional fue claramente efectivo.
Explorar el poder de la conciencia plena
El impacto de las actividades de conciencia plena fue especialmente notable. Aunque ambos enfoques del aprendizaje socioemocional –virtud y conciencia plena– produjeron importantes beneficios en el comportamiento, el plan de estudios de conciencia plena, caracterizado por ejercicios de respiración y técnicas de concentración como la meditación dirigida redujo significativamente las tasas de abandono y reforzó la resiliencia y la concentración de los jóvenes. Esto posiciona al enfoque de conciencia plena como un componente crítico en las herramientas educativas contra la violencia y el abandono escolar.
Adaptar las intervenciones del aprendizaje socioemocional para combatir mejor la violencia escolar
Los beneficios en materia de comportamiento del aprendizaje socioemocional también fueron mayores entre quienes más lo necesitaban. Fueron más fuertes entre los estudiantes de mayor riesgo, que tendían a ser varones, mayores, con menores niveles de destreza y supervisión, de zonas violentas y con comportamientos negativos antes de la intervención.
En la crisis de violencia de Centroamérica, los estudiantes se enfrentan potencialmente a una serie de consecuencias negativas, como el abandono escolar y el reclutamiento por parte de bandas. Nuestro estudio demuestra que el aprendizaje socioemocional ofrece otra salida y puede convertirse en un catalizador del cambio en las escuelas. Como intervención costo-efectiva y basada en evidencia, puede fortalecer las escuelas no solo como espacios seguros, sino también como lugares de desarrollo holístico.
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