El Ministro de Finanzas de Colombia, Mauricio Cárdenas, en una ocasión planteó una pregunta en una junta internacional que ha resonado entre los más importantes planificadores gubernamentales. Un ministro de finanzas dispone de recursos y plazos limitados para la reforma. ¿En qué sectores puede una reforma producir los mayores resultados en términos de aumento del ingreso per cápita?
Mientras los países de América Latina y el Caribe ‒y del mundo‒ tratan de responder esa pregunta, entra en escena una nueva herramienta creada en el BID. Este instrumento, conocido como Prioridades para la Productividad y el Ingreso (PPI), se concentra en factores que determinan la productividad y sus efectos en las probabilidades de que un país tenga la capacidad de pasar a un grupo de ingresos mayores. Un aporte clave es que permite determinar los sectores prioritarios de países específicos en los que la inversión puede ser más eficiente para ayudar a dar el salto.
La herramienta presenta una plantilla interactiva basada en 34 indicadores distribuidos en ocho sectores: mercados de capitales, educación, salud, sector laboral, infraestructura, integración, telecomunicaciones e innovación. También toma en cuenta el nivel corriente de ingreso per cápita del país y asigna cada país a uno de cuatro grupos de ingreso per cápita. Los países, en este caso de América Latina y el Caribe, se agrupan según su nivel de ingresos, desde un grupo de ingresos bajos, con Honduras y Nicaragua; uno de ingresos levemente más altos, con Bolivia y Ecuador; uno de ingresos medios, como Argentina y Brasil, y un cuarto grupo reservado para países ricos ubicados fuera de la región.
Lo primero y más importante es que las prioridades de cada uno de los grupos de ingreso per cápita se determinan fácilmente. Se toma en cuenta toda una serie de aspectos distintos al determinar dichas prioridades. El aumento de la inversión en un sector específico, por ejemplo, puede tener pocos efectos si otros sectores determinados se rezagan, como ocurre con el efecto de complementariedad recíproca entre sectores. Y las prioridades pueden cambiar considerablemente dependiendo del nivel de ingreso del país. Además, las deficiencias o brechas en un sector determinado pueden o no ser relevantes para el potencial de crecimiento de un país. Pero la herramienta ayuda a determinar cuáles de esas brechas representan las restricciones firmes más relevantes, es decir, qué brechas son las más importantes en un momento dado del desarrollo de un país.
La herramienta es elegante en su sencillez. Un usuario puede ver un mapa de América Latina y hacer clic en un país que desee analizar. Puede ver las prioridades de ese país, así como numerosos gráficos que muestran la posición relativa del país con la media de los demás países de su grupo de ingreso per cápita, y con la media del siguiente grupo de ingreso per cápita más alto. Una plantilla para cada país revela las prioridades y los indicadores que se usaron en el análisis. Una característica adicional de la herramienta es que permite comparar indicadores de países de todo el mundo entre múltiples sectores y años.
Quizás la ayuda visual más valiosa sea una función interactiva que muestra el impacto que puede producir una mayor inversión en los factores que permiten aumentar la productividad. Por cada aumento en uno o más sectores prioritarios, un gráfico tridimensional revela la manera en que la inversión puede incidir en las probabilidades de que el país dé el salto a un grupo de ingreso per cápita más alto.
Cada país sigue un camino distinto. Un incremento determinado de la inversión en los sectores de mercados de capitales e infraestructura produce un efecto muy distinto en un país de ingreso medio que en uno de ingreso bajo, en el que las prioridades son la salud y la educación. E invertir en ciertos sectores de manera simultánea produce un impulso mucho mayor que invertir en ellos por separado. Todas estas variaciones se pueden visualizar en forma detallada en la presentación gráfica interactiva.
Los países se han debatido durante años con la pregunta de Cárdenas. Los responsables de la formulación de políticas han determinado una cantidad de sectores débiles y a la vez han tratado de darles un impulso como quien recorre una lista de cosas por hacer. Pero en un mundo de recursos limitados este método no resulta ni práctico ni particularmente eficaz. La nueva herramienta procura abrir un nuevo camino. Al permitir que los responsables de políticas determinen qué sectores plantean las mayores prioridades de inversión en función del nivel de ingreso de su país y según los sectores que ofrecen la mayor rentabilidad, se espera que esta herramienta brinde un mapa vial a los gobiernos que emprenden el camino hacia la reforma, señalando las rutas más directas y eficientes para hacer aumentar la productividad y mejorar el ingreso per cápita.
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