El cambio climático es uno de los grandes desafíos del siglo XXI y una de las prioridades de la visión 2025 del BID. El Acuerdo de Paris motiva a que todos los países firmantes tengan una causa común para emprender compromisos (contribuciones determinadas a nivel nacional, NDC por sus siglas en ingles) que permitan principalmente estabilizar y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero para llegar a cero emisiones netas de carbono al 2050, junto con mayor adaptación y resiliencia frente a los impactos del cambio climático. Recientemente en noviembre de 2021 se llevó a cabo la COP-26, donde al menos un 75% de los países de la región han presentado una versión actualizada de sus NDCs.
Pero, ¿qué sectores son los que principalmente generan emisiones en América Latina y el Caribe? En el Hub de Energía nos hicimos esta pregunta y hemos desarrollado una visualización que nos ayude a responderla. Cuando se habla de emisiones, comúnmente lo que viene a la mente de las personas son las emisiones de gases que se generan en industrias por el uso de combustibles fósiles, o aquellas que se generan por el transporte. No obstante, el uso de combustibles fósiles no es el único causante.
De acuerdo con datos de CAIT Explorador de datos Climáticos- WRI Instituto de Recursos Mundiales las emisiones por el uso de energía representan el 44% del total de emisiones de efecto invernadero que genera la región. Un indicador menor, si se compara al de la Unión Europea (87%) y al Mundo (76%). Otros sectores que generan emisiones son la agricultura y el cambio de uso de suelo, la producción de cemento y sustancias químicas, y la generación de desechos que juntos representan el 56% (Figura 1).
Figura 1. ¿Cuánto contribuyen las emisiones de energía al total de emisiones de gases de efecto invernadero de la región? Año 2018
Ahora si consideramos solamente las emisiones de CO2, el sector de energía representa el 65%. Esto demuestra el peso que tiene el sector si consideramos solo este tipo de gas. Por un lado, la electricidad en ALC tiende a ser más limpia y la participación de los usos energéticos en las emisiones totales es menor que en resto del mundo. Por otro lado, así como todos los lugares del mundo, la transición energética está en el centro de las estrategias para lograr los objetivos de emisiones netas cero. Hay que aprovechar la disponibilidad de los recursos renovables de nuestra región para avanzar de forma eficiente en los esfuerzos de descarbonización. Entonces, ¿cuáles son los subsectores de energía que más generan emisiones? (Figura 2) En el agregado regional las emisiones de CO2 son generadas principalmente por:
- El sector de transporte con el 40%. Consideran las emisiones de la aviación nacional, transporte de carretera, trenes, y navegación nacional
- El sector de electricidad e industria energética con el 36%. Incluye calefacción, y los combustibles usados en refinerías de petróleo, la extracción de hidrocarburos, la minería y el carbón
- Las industrias manufactureras y de construcción con el 18%,
- Las emisiones fugitivas 2%. Debidas a la quema o venteo de gas natural asociadas a la extracción de petróleo.
Algo de particular interés de notar es que, por ejemplo, el porcentaje de emisiones del sector de electricidad e industria energética de la región (36%) es menor al porcentaje en otras regiones, como en la Unión Europea (47%) o el indicador mundial (51%). Sin embargo, el sector de transporte de la región tiene mayor proporción si se compara con ambos ejemplos (Figura 2). Esto nos da una indicación de que las políticas de descarbonización de los países no solo deben considerar medidas de eficiencia y mayor uso de renovables en la industria energética, sino también en modernizar y electrificar los usos energéticos que hacen que disminuya la emisión de gases. De acuerdo con una nueva publicación del BID, la electrificación del transporte puede jugar un rol importante y para esto se necesitarán de nuevas inversiones en infraestructuras de recarga, nuevos modelos de negocio para vehículos y equipos de recarga en el hogar, y una política de regulación y de incentivos efectivo.
Figura 2. ¿Cómo se componen las emisiones de CO2 de energía de ALC? Año 2020
Por otro lado, analizando la tendencia desde 1990, las emisiones de CO2 de energía han venido creciendo, pero de forma marginal decreciente. Es decir que, en la década de 1990 hubo un incremento anual promedio de 3,6%, en la década de los 2000-2010 un aumento de 2,4%, y desde 2015 las emisiones comienzan a decrecer hasta un 2,5% prepandemia. En el HUB de Energía estimamos que en el 2020 hubo aproximadamente una disminución del 12% de las emisiones de CO2 debidas al uso de energía, relacionado principalmente a la fuerte caída del consumo de energía por el COVID-19, y en menor medida también puede ser explicado por una compensación de las energías renovables en la demanda de electricidad que mostraron mayor resiliencia para responder a las necesidades de generación de energía.
Desde una perspectiva comparativa, en los últimos 5 años las emisiones de CO2 de energía de ALC contribuyeron con alrededor del 4,5% del total de emisiones de energía que genera el mundo. Al comparar las emisiones de energía por habitante de la región al 2020, este indicador es uno de los más bajos del mundo con 2,5 tCO2/hab, si se compara con la Unión Europea – 6,2 tCO2/hab, el Mundo – 4,0 tCO2/hab, y con Norte América – 15,1 tCO2/hab (Figura 3). En contraste, desde una perspectiva de crecimiento económico, nuestra región muestra un nivel mayor de intensidad de emisiones por cada US$1000 de PIB que genera (0,27 tCO2) al compararse por ejemplo con la Unión Europea (0,17 tCO2), Norte América (0,24 tCO2), pero menor con los niveles de países de economías emergentes como BRICS. Esto nos da indicios de la relación que tienen las emisiones con la heterogeneidad de los diferentes niveles de usos de energía en la región, para uso productivo, transporte o para consumo en el hogar.
Figura 3. ¿Qué países generan más emisiones de CO2 percapita por el uso de energía? Año 2020
Por lo tanto, hacer un seguimiento estructural de las emisiones de los sectores de energía con datos como los que disponemos en el Hub de Energía, será clave para identificar mejoras y oportunidades, señales de alerta, que permitan al gobierno y sector privado tomar medidas efectivas para cumplir sus compromisos NDCs en el mediano y largo plazo. Si te interesa conocer más sobre estos indicadores de tu país y compararlos, te invitamos a revisar nuestra visualización
Javier Garcia says
excelent proposal, We need to have a Strateging plan for the year 2030