En Chile cada año avanza de forma progresiva la inserción de la mujer en el sector energético, en Nicaragua sensores inalámbricos generan ahorros energéticos en hogares y microempresas, y en este mismo país, pero al norte de su capital, un grupo de mujeres instala sistemas fotovoltaicos en escuelas y centros de salud.
Cada uno de estos proyectos contribuyen a reducir la brecha de género en el sector energético en América Latina y el Caribe (ALC). Uno más enfocado en políticas públicos, otro en eficiencia energética y otro en mercados laborales y energía eléctrica. Todos ellos proveen nuevas oportunidades para un mayor empoderamiento económico y social de las mujeres en la región.
Esos tres proyectos fueron seleccionados el año pasado entre las propuestas presentadas al concurso de Innovación en Género y Energía en América Latina y el Caribe (Casos de Estudio). El concurso estaba dirigido a individuos, organizaciones o empresas privadas que estuviesen implementando soluciones innovadoras para alcanzar la equidad en el sector energético en LAC.
A continuación, presentamos los proyectos ganadores:
Chile: Agenda de género y energía
En Chile la apuesta en la inversión en el sector energético es cada vez mayor. El país se ha establecido metas para la generación de renovables hasta en un 70% al 2050, objetivo que podría lograr inclusive algunos años antes. A este avance se suma la importancia del desarrollo de políticas para alcanzar la equidad en la participación de las mujeres en el sector.
El Ministerio de Energía de Chile estableció un Plan de Acción Público-Privado 2019-2022 con el objetivo de promover la inserción progresiva de la mujer en la industria energética nacional. El Plan busca insertar a las mujeres de diversos perfiles y nivel educacional, ya que en los últimos años su participación se ha estancado.
El gobierno ha lanzado una agenda de energía y género para visibilizar su compromiso y se ha instalado una primera mesa público-privada de energía y género, en la que, además, se realiza un diagnóstico de barreras y brechas de género. Actualmente, se ha formalizado alianzas con organizaciones nacional e internacionales.
Redes Inteligentes para cerrar la brecha de género
En Nicaragua existen oportunidades para abordar al mismo tiempo las brechas de género y la eficiencia energética. Si bien el país ha aumentado la cobertura eléctrica y la generación de fuentes renovables en los últimos años, sus ciudadanos se enfrentan a facturas eléctricas que representan un alto porcentaje de sus ingresos mensuales.
El proyecto de Diego Ponce de León incluye la instalación un grupo de sensores inalámbricos controlados por la nube en el panel eléctrico de las casas o microempresas y dentro de un refrigerador (nevera). Estos sensores disminuían el consumo energético hasta en un 9% y por ende los costos en la factura del servicio eléctrico.
También, el proyecto seleccionó y capacitó a seis mujeres de seis barrios en temas de eficiencia energética y uso de los sensores inalámbricos. Asimismo, se instaló sensores inalámbricos en 10 casas y 20 microempresas para adquirir datos de alta resolución de consumo de los equipos electrodomésticos e identificar oportunidades de ahorro.
La formación de estas mujeres fue fundamental para el desarrollo del estudio tanto desde el punto de vista técnico como educativo de las mujeres participantes en el grupo de intervención, apunta el proyecto presentado. Pero también, hubo un efecto multiplicador, ya que las beneficiarias transferían conocimiento a otras mujeres que no estaban directamente involucradas.
Mujeres del Sol de Estelí
Estelí es un valle localizado en el norte de Nicaragua. En este departamento, también se ubica la comunidad rural Los Encuentros. En este territorio, donde se juntan varios ríos, viven 250 personas en 56 casas. Aún el año pasado, la comunidad no contaba con energía eléctrica y los otros servicios públicos eran limitados.
El proyecto “Mujeres del Sol” se dirigió a mujeres voluntarias interesadas en trabajar o conocer más sobre la industria de la energía renovable, particularmente la energía fotovoltaica. El proyecto consistía en la capacitación a mujeres e instalación de sistemas fotovoltaicos.
Diez mujeres de distintas partes del país participaron en la instalación de un sistema fotovoltaico en una escuela y un centro de salud en la comunidad. Además, las mujeres formaron parte de una campaña de ventas por catálogo de kits solares para reemplazar las lámparas de queroseno.
Estos tres proyectos representan acciones relevantes para seguir contribuyendo a la reducción de brechas de género en el sector de energía. Las mujeres continúan siendo subrepresentadas en los puestos de trabajo y son las más afectadas en los hogares cuando se usan combustibles contaminantes. Por lo tanto, es necesario seguir trabajando en soluciones innovadoras en la región por un futuro más equitativo.
Estos proyectos fueron presentados en Washington D.C. en el evento “Innovación en Género e Infraestructura en América Latina y el Caribe”.
Leave a Reply