Una de las mayores sorpresas de la publicación de los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA 2012) fueron los impresionantes resultados registrados por Vietnam, el cual se ubicó en la posición 17 entre los 61 países que participaron. Su puntaje fue de 511 en matemáticas, superior al promedio de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE) que fue de 494.
Esto es particularmente relevante porque Vietnam es uno de los países con peores condiciones socioeconómicas, por no decir el peor, de todos los participantes y aún así obtuvo resultados medianamente favorables. ¿Cuál ha sido el secreto de Vietnam?
Para arrojar luces sobre el tema, revisé los cuestionarios asociados a las pruebas PISA, aplicados a los directores de escuela, y encontré tres posibles razones que podrían explicar por qué Vietnam tiene un desempeño bueno. Estas son:
1) Algunas actividades de institucionalización y organización del sistema permanecen centralizadas
En Vietnam, el despido de maestros se determina por agentes externos a la escuela (85% de los directores señalaron esto, tercer mayor nivel en PISA, siguiendo a Turquía y Grecia). Además, los directores de escuela señalan que las políticas de evaluación de estudiantes también se establecen de forma externa (68% de las directores señalaron esto, segundo mayor nivel el PISA, siguiendo a Turquía). Es decir, Vietnam presenta un sistema educativo centralizado, tanto en decisiones relacionadas con los maestros como con los procesos de monitoreo y evaluación que garantizan la calidad educativa.
2) Se realizan actividades extracurriculares para mejorar los resultados de aprendizaje
El 95% de los directores en Vietnam manifestaron que sus escuelas cuentan con actividades adicionales para la enseñanza de matemáticas (tercer mayor nivel, siguiendo a Rusia y Luxemburgo). Las actividades complementarias de aprendizaje también se dan en el ámbito personal o familiar. A diferencia de otros países, los alumnos de Vietnam emplean 17 horas en actividades extracurriculares de aprendizaje, cuarto mayor nivel entre las economías participantes en PISA (tras Kazakstán, China-Shanghái y Rusia). Gran parte de estas horas las realizan en instituciones privadas destinadas a la enseñanza.
3) Los padres y los estudiantes se preocupan por sus aprendizajes
Vietnam es una de las economías participantes en PISA en las que los padres realizan mayor presión por mejores resultados de los estudiantes. De hecho, de los 65 países participantes, Vietnam ocupa la octava posición. En 91% de las escuelas, los encuestados respondieron que los padres ejercen presión para que sus hijos mejoren sus aprendizajes.
Por su parte, los estudiantes vietnamitas también valoran altamente la educación en matemáticas. Así, el 94% de los estudiantes estuvieron de acuerdo (o fuertemente de acuerdo) con la siguiente afirmación: “hacer un esfuerzo en matemáticas vale la pena porque nos va a ayudar en la ocupación que queremos desempeñar luego en la vida”. De hecho, obtuvo la mayor tasa de respuesta de las economías que participaron en PISA.
Estas características de Vietnam nos permiten visualizar un sistema educativo que mantiene un gran compromiso de parte de todos los actores con mejorar los resultados educativos y cuya experiencia se podría replicar en otros países.
Estoy convencido de que estos resultados de PISA generarán mayor investigación sobre Vietnam y que podrán servir para inspirar a países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo, para aumentar sus aprendizajes.
Es impresionante ver los resultados alcanzados por los estudiantes de Vietnam, producto de un sistema educativo bien organizado.
Los resultados son interesantes y confirman la importancia de evidenciar con indicadores objetivos como se puede apoyar a los estudiantes de cualquier parte del mundo a mejorar sus competencias para la vida, logrando así fomentar la mejora de su calidad de vida y la de su entorno social inmediato.
Considero totalmente coherente el resultado educativo obtenido en este país, asociado a estos tres elementos:
1. Centralización: es innegable que un sistema permanente de monitoreo a los docentes y al alumno, fomenta la cultura del buen desempeño y la evaluación en los centros educativos.
2. Las actividades extracurriculares favorecen el aprendizaje porque proveen una conexión positiva con la escuela, desarrollan el sentido de equipo, fomentan el liderazgo y la toma de decisiones.
3. Participación de todos los actores: en la medida en los padres y alumnos se empoderen del proceso de enseñanza-aprendizaje se construirán sociedades más participativas que respondan a las necesidades de sus ciudadanos.