Vicky Colbert es la fundadora y actual Directora Ejecutiva de la Fundación Escuela Nueva Volvamos a la Gente (FEN). Es considerada la principal impulsora de Escuela Nueva, el modelo para la educación primaria del que es coautora y que difundió primero en Colombia y después en otros países durante las últimas cuatro décadas. Vicky ha recibido numerosas distinciones en los campos de educación, emprendimiento social y liderazgo, y es una invitada especial en nuestra serie de blogs sobre el desarrollo de #habilidades21 en América Latina y el Caribe.
Escuela Nueva inició como una innovación local en las escuelas rurales multigrado de Colombia y se convirtió en política nacional para universalizar la educación básica primaria a finales de los 80s. Con el Plan de Universalización de la Educación Básica primaria, el modelo Escuela Nueva impactó alrededor de 20,000 escuelas rurales del país.
El modelo de Escuela Nueva transforma la escuela convencional, centrando el proceso de aprendizaje en el estudiante. Este modelo es transformador en varias dimensiones ya que promueve un aprendizaje activo, participativo y personalizado; facilita el manejo de diferentes ritmos de aprendizaje en el aula y promueve un cambio en el rol del docente que tradicionalmente es transmisor de información hacia un rol de mentor y facilitador. Adicionalmente, busca una mayor integración de la escuela con la familia y la comunidad. De esta manera, Escuela Nueva ha servido para inspirar muchas reformas a nivel mundial. Un resultado muy relevante en términos de equidad es que “el resultado académico de estudiantes en el nivel socio-económico 1 que estudian con Escuela Nueva es mayor que el de estudiantes de nivel socio-económico 2 que estudian en escuela tradicional.”. Este hecho estaría indicando que la Escuela Nueva logra por decirlo de alguna manera, compensar las limitaciones iniciales ocasionadas por bajo nivel socio-económico” (DNP, 1997).[1] Así mismo, de acuerdo al Informe de Desarrollo Humano “El programa Escuela Nueva de Colombia es uno de los tres mayores logros del país”, (Pnud, 1998)[2].

Fundación Escuela Nueva y Escuela Nueva Activa: calidad e innovación con proyección al futuro
La Fundación Escuela Nueva (FEN), creada en 1987 por los autores del modelo Escuela Nueva y el equipo original que lo lideró en el país, junto con varios ex ministros de educación, tiene como objetivo fortalecer y profundizar la innovación pedagógica original y seguir construyendo sobre ella para innovarla y ampliarla a otros contextos y poblaciones. En ese proceso estableció el modelo Escuela Nueva Activa (ENA), el cual incorpora un énfasis particular en el aprendizaje cooperativo y las destrezas del siglo XXI. Así mismo, FEN adaptó las estrategias y materiales de ENA para el contexto urbano, denominando el programa Escuela Activa Urbana, y para poblaciones de alta vulnerabilidad en situaciones de emergencia, denominándolo Círculos de Aprendizaje Escuela Nueva Activa.
FEN también ha impulsado la internacionalización del modelo hacia países tan diversos como Guatemala, Brasil, Paraguay, El Salvador, República Dominicana, Nicaragua, Panamá, Perú, Chile, Timor Oriental, Vietnam, México, Zambia, entre otros; ha sido reconocida por The Global Journal como una de las 100 mejores ONG del mundo en 2012-2014; y fue seleccionada por Hundred como uno de los cien proyectos educativos innovadores en el mundo en el 2019, 2020 y 2021.
Nuevos desarrollos, adaptaciones y habilidades del siglo XXI
De acuerdo con los requerimientos del siglo XXI, desde 1987 FEN ha avanzado el modelo Escuela Nueva con nuevos desarrollos curriculares, instrumentos y estrategias, así como nuevas conceptualizaciones e investigaciones en torno a su impacto. Los nuevos desarrollos curriculares incluyen, por ejemplo, las guías de aprendizaje que incorporan adaptaciones curriculares novedosas en 7 áreas básicas desde preescolar hasta el noveno grado y en los nuevos manuales de formación docente. Adicionalmente, se ha enriquecido el modelo con toda la conceptualización del aprendizaje cooperativo, Cátedra de Paz, Emprendimiento y Educación Financiera y la Cátedra de la Afrocolombianidad.
Con respecto al aprendizaje cooperativo y la cátedra de paz, se ha observado que la educación para la paz no sólo debe aproximarse como un contenido, sino a través del aprendizaje cooperativo y participativo. Este estilo de aprendizaje reduce estereotipos y prejuicios, promueve la equidad de género y el manejo de la diversidad en el aula. Por ejemplo, Forero et. al, 2006 demuestran en su estudio los impactos de aprender con el modelo Escuela Nueva vs. una escuela convencional concluyendo que Escuela Nueva ha demostrado resultados superiores a escuelas convencionales, aún en ambientes marcados por la violencia; evidenciando la relación existente entre el modelo educativo utilizado y el desarrollo de comportamientos democráticos y de convivencia en los estudiantes. También se encuentran efectos positivos sobre las prácticas educativas en las familias y sobre la participación familiar en las actividades de la comunidad.”[3]

Con respecto a las habilidades para el siglo XXI, se han desarrollado nuevos manuales de formación de docentes y se han enriquecido las guías con estas habilidades en las maneras de pensar, de trabajar y de cómo vivir en el mundo contemporáneo. Concretamente, en las maneras de pensar se promueve el aprender a aprender, desarrollar el pensamiento creativo, el pensamiento crítico, y cómo resolver problemas. Las guías desarrollan todos estos elementos a través de su estructura metodológica. En las maneras de trabajar se promueve la habilidad para cumplir con los tiempos, para seguir instrucciones ordenadamente, para escuchar, establecer relaciones, negociar y manejar la diversidad. Para vivir en el mundo se han fortalecido habilidades tales como liderar procesos, tomar iniciativas, criticar positivamente, aceptar críticas, asumir riesgos, verificar el conocimiento pero especialmente el trabajar en equipo.
Para concluir, nos gustaría citaral ex ministro de Educación chileno y ex director de UNESCO, Ernesto Shiefelbein en cuanto a que “solamente un cambio profundo en la educación básica, con un nuevo modelo de escuela y métodos de enseñanza renovados, permitirán lograr la calidad requerida para el siglo XXI (…) los informes de evaluación de experiencias educacionales y de los estudios de agencias internacionales (…) indican que la Escuela Nueva es el modelo más adecuado para ser adoptado en otros países de la región” (1993:2)[4].
¿Cónoces Escuela Nueva Activa u otros modelos educativos que se logren adaptar a la nueva realidad que afrontan los países de América Latina y el Caribe? Déjanos tus opiniones en la sección de comentarios o en Twitter mencionando @BIDeducacion #EnfoqueEducación.
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[1] Departamento Nacional de Planeación. 1997. La calidad de la Educación y el Logro de los Planteles Educativos. Misión Social. Planeación y Desarrollo No28. Bogotá. Pp.25-62
[2] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. PNUD 1999. Informe sobre Desarrollo Humano. Madrid.
[3] Forero et All. 2006. Escuela Nueva´s impact on the peaceful social interaction of children in Colombia. En, Education for All and Multigrade Teacing: challenges and opportunities. Angela Little. Institute of Education. University of London. Ed. Springer. Pp. 265-300.
[4] Sciefelbein. E. 1993. En Busca de la Escuela para el Siglo XXI. Puede darnos la pista la Escuela Nueva de Colombia?. Chile: Unesco-Unicef.
Cordial saludo
La verdad es un riesgo ya que el docente se desentiende en muchas ocasiones de los estudiantes…sin embargo, es un reto pedagico en la educación para que sin perder su esencia se eduque debidamente a los niños y jóvenes.
Gracias