La lectura compartida fortalece vínculos, impulsa la alfabetización y transforma la vida de los niños y las niñas en América Latina.
- Leer en voz alta y la lectura compartida transforman la vida de los niños al fortalecer los vínculos, la formación del lenguaje y la imaginación.
- Aprendamos Todos a Leer es un programa de alfabetización desde edades tempranas que ha beneficiado a más de 1,2 millones de estudiantes y 60.000 docentes en la región.
- En Colombia, los beneficiarios desde primer grado mejoraron de forma sostenida su comprensión lectora.
Leer en voz alta a un niño es mucho más que contarle una historia: es una forma de cuidarlo, de conectarse, de abrirle la puerta al mundo del lenguaje y del pensamiento. Esa práctica tan sencilla —leer juntos— puede ser determinante para su vida.
Con esta convicción, el Banco interamericano de Desarrollo (BID) con el programa Aprendamos Todos a Leer (ATAL), ha impulsado un esfuerzo en América Latina y el Caribe para que los procesos de alfabetización lleguen de manera estructurada y oportuna a los niños y niñas desde sus primeros años, llegando a más de 1.2 millones de estudiantes y 60.000 docentes en América Latina.
Este programa de alfabetización inicial parte de un principio fundamental: enseñar a leer y a escribir de manera explícita, sistemática y desde edades tempranas transforma la trayectoria educativa. Un estudio reciente del BID realizado en Colombia, demuestra que, los estudiantes de primer grado que participaron en ATAL lograron avances claros en su comprensión lectora frente a quienes no lo hicieron. Lo más importante es que estas mejoras se mantuvieron en la trayectoria educativa durante segundo y tercer grado.
De manera complementaria, ATAL ha trabajado en incentivar la lectura compartida en casa como una estrategia poderosa que no solo acerca a los niños al mundo de las palabras, sino que también fortalece vínculos y despierta la imaginación.
¿Por qué la lectura compartida es una experiencia única?
El reconocido autor de libros infantiles Maurice Sendak, creador de Donde viven los monstruos,uno de los libros más célebres de la literatura infantil,nos muestra el valor de la lectura en la formación integral de los niños, y el vínculo afectivo que se teje entre el libro y quien lo lee. Sendak relata las formas de cuidado y seguridad afectiva que se formaron en su niñez, con su padre, a través de la lectura “Cuando no solo oyes un cuento entrañable, sino que además estás [con] la persona más importante para ti en el mundo, la conexión que se establece no puede disolverse.” Esa conexión sensorial y afectiva hace que los niños asocien la lectura con cuidado, amor, cercanía y formas de apego seguro, algo que perdura toda la vida.
En entradas anteriores a este blog, compartimos que aprender a leer y escribir no ocurre de la noche a la mañana, sino que es un proceso acumulativo que inicia en el nacimiento y se extiende a lo largo de la vida. Una de las estrategias más efectivas para promover este acercamiento temprano al lenguaje escrito es la lectura compartida o lectura dialógica. Esta práctica consiste en leer en voz alta a niñas y niños, mientras se fomenta el diálogo, se hacen preguntas y se conversa sobre lo leído. Se trata de una experiencia interactiva que va más allá de la narración: es una oportunidad para desarrollar habilidades cognitivas y emocionales fundamentales.
¿Qué dice la ciencia sobre esta práctica?
Diversos estudios han demostrado el impacto positivo de la lectura compartida en el desarrollo del lenguaje y las habilidades de alfabetización. Por ejemplo, el Education Endowment Foundation señala que esta práctica mejora la comprensión oral y la capacidad de los niños para aprender a leer y escribir, especialmente cuando se realiza con regularidad y en un entorno afectivo.
Se recomienda utilizar no solo material impreso sino acudir a lecturas en formatos digitales o multimodales. Las conversaciones de ida y vuelta —en las que el niño puede preguntar, responder y reflexionar— potencian el aprendizaje. Al completar frases, anticipar lo que sucederá o relacionar lo leído con sus experiencias personales, los niños desarrollan vocabulario, comprensión e interés por la lectura.
7 recomendaciones para practicar la lectura compartida
A continuación, algunas recomendaciones basadas en evidencia y experiencia para dinamizar la lectura compartida en casa o en el aula:
- Preparar la lectura: antes de leer, el adulto debe explorar el libro, identificar el vocabulario complejo y anticipar posibles preguntas. Al seleccionar los textos, según este estudio es recomendable que el niño o la niña conozca entre el 90% y 95% de las palabras para garantizar que la lectura sea accesible. El 5% restante correspondiente a vocabulario nuevo que debe ser enseñado de manera explícita antes de la lectura, para facilitar la comprensión global del texto.
- Activar conocimientos previos: conversar con el niño sobre el título, las imágenes o el tema del libro. Esto lo ayuda a anticipar lo que leerá y relacionarlo con su vida.
- Hacer preguntas durante la lectura: el adulto alterna preguntas literales (“¿Quién es el protagonista?”) con preguntas abiertas e inferenciales (“¿Qué crees que pasará después?”). Esta combinación permite que los niños y niñas recuperen información explícita del texto y, al mismo tiempo, desarrollen la capacidad de inferir más allá de lo escrito. La formulación de inferencias puede fomentarse con preguntas que pueden comprender aspectos referenciales, predictivos, causales o globales.
Figura 1 Cinco tipos de preguntas para practicar en la lectura compartida

Fuente: Adaptación a partir de Ripoll, J. (2016). 18 actividades sencillas para trabajar la lectura y comprensión.
4. Enseñar vocabulario nuevo: el cuidador o docente selecciona de 3 a 4 palabras clave para la comprensión del texto y las enseña de manera explícita. Para cada palabra, ofrece una definición sencilla y cercana, presenta ejemplos de uso en contexto, señala qué no significa y añade contraejemplos. De esta forma, los niños construyen un conocimiento más profundo y flexible del vocabulario.
5. Modelar estrategias: el adulto puede verbalizar sus pensamientos y luego invitar al niño a hacer lo mismo. Por ejemplo: “Yo creo que va a pasar esto… ¿tú qué piensas?”
6. Lectura repetida interactiva: consiste en leer el mismo cuento en varias ocasiones, pero con focos distintos en cada lectura. De este modo, en un primer momento se puede trabajar la comprensión literal; luego, la inferencial; más adelante, la estructura del texto; y en otra lectura, el vocabulario o la síntesis. Este enfoque favorece que los niños profundicen progresivamente en el texto y consoliden tanto la comprensión oral como la comprensión lectora.
7. Fomentar la creatividad: invitar al niño a recontar la historia, crear un nuevo final, representar escenas con títeres o escribir sus propias versiones. Estas recomendaciones se alinean con los estudios y las guías de la Education Endowment Foundation, que resaltan el valor de repetir frases, expandir vocabulario, usar expresiones que fomenten la imaginación (“¿Qué pasaría si…?”) y ofrecer explicaciones visuales, verbales o gestuales para apoyar la comprensión. Por ejemplo, el curso Conexiones que aborda el uso pedagógico de los materiales de Aprendamos Todos a Leer muestra cómo se puede dinamizar la lectura compartida desde edades tempranas:
Leer juntos: una conexión que transforma
Durante años, los desafíos de la alfabetización inicial en América Latina han sido grandes, pero la evidencia demuestra que, con soluciones bien diseñadas, como los programas de alfabetización temprana y prácticas como la lectura compartida, es posible cambiar la trayectoria educativa.
La lectura compartida es también un acto de cuidado. Las familias, cuidadores y profesoras desempeñan un papel esencial en el fomento de intercambios orales ricos, pues son quienes ponen a disposición de los menores materiales de lectura, les leen en voz alta y les plantean preguntas sobre lo leído. En este sentido, desarrolla habilidades precursoras como la conciencia fonológica, conceptos de impresión, el conocimiento de las letras, el vocabulario, la comprensión y expresión de ideas.
Como decía Maurice Sendak no se trata solo de escuchar “un cuento entrañable”, sino de compartir un vínculo que no se disuelve: el abrazo, la voz y la cercanía de la persona más importante del mundo. Esa conexión emocional, unida al desarrollo del lenguaje y la comprensión, es clave para formar lectores competentes y ciudadanos críticos. Por eso, con iniciativas como Aprendamos Todos a Leer, la región avanza en la construcción de un futuro para las nuevas generaciones. Conoce más de este programa aquí.
Si quieres buscar libros digitales de calidad para practicar la lectura compartida, recomendamos los siguientes recursos: Maguaré del Ministerio de Cultura de Colombia, Biblioteca Digital de Bogotá, Viva Leer COPEC en Chile, archive.org, International Children’s Digital Library de la Universidad de Maryland.
*Nota: Las opiniones expresadas en estos blogs son las de los autores y no necesariamente reflejan las opiniones del Banco Interamericano de Desarrollo, sus directivas, la Asamblea de Gobernadores o sus países miembros.
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