Por Mirta Roses Periago

La capital importancia del desarrollo integral de las niñas y los niños desde el inicio de la vida ha fortalecido la alianza de la Organización Panamericana de Salud (OPS) con la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Por ello, nos sentimos como tíos/tías orgullosos al celebrar el primer año de “Primeros Pasos”.
Los primeros 1000 días de vida son el mejor momento para invertir en el desarrollo de las niñas y niños, es decir, en el período prenatal y la infancia temprana, como demuestran muchas investigaciones, incluyendo el estudio longitudinal del Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá. Estas evidencias científicas indican que los beneficios de intervenciones en salud y nutrición desde el inicio de la vida, incluyendo la lactancia materna, el apego madre/niño y la estimulación temprana, se han extendido hasta la tercera generación de las poblaciones beneficiadas, con mejores indicadores físicos, intelectuales, cognitivos y de interacción social.
Los tomadores de decisión son conscientes de esas necesidades y oportunidades, lo que ha generado mayor inversión pública en la salud de la niñez. Los frutos son notorios:entre 1990 y 2010 la tasa media de mortalidad de menores de 5 años en América Latina y el Caribe se redujo de 54 a 23 defunciones por 1000 nacidos vivos, una disminución media anual de 4,3%. Si continúa esta tendencia, la Región alcanzará la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de reducir en dos tercios la mortalidad de los menores de 5 años para 2015.
Pero en salud, lo mismo que en educación y otros ámbitos, persisten importantes retos para el bienestar integral de nuestra niñez. Así, aunque la prevalencia de desnutrición aguda es baja, la desnutrición crónica sigue siendo una deuda inaceptable en América Latina y el Caribe, con casi 9 millones de niños con retardo crónico del crecimiento. Esto estará afectando severamente su capacidad cognitiva y perpetuándose en sus descendientes sin lugar a dudas. Por otro lado, la obesidad en la niñez y la adolescencia es un reto emergente muy complejo para la salud pública en la Región.
Los logros alcanzados deben ser, pues, estímulo para afrontar los retos pendientes y acometer nuevos desafíos. Por eso, las ministras y ministros de salud de las Américas aprobaron en la 28.a Conferencia Sanitaria Panamericana, en Washington, D.C., una Estrategia y Plan de Acción para la Salud Integral en la Niñez que busca reducir la carga de enfermedad en los niños menores de 5 años y mejorar su salud y nutrición, fortaleciendo la capacidad de las instituciones de salud y otros sectores para trabajar unidas.
En ese contexto, y junto con las iniciativas sobre salud neonatal y la reducción de la mortalidad materna, la OPS prepara una Reunión Regional para abordar las desigualdades que afectan la salud reproductiva, la de la mujer y la de los niños. Se quiere fortalecer las intervenciones desde los sistemas de salud y el abordaje de los determinantes sociales, coordinando la acción de diversos sectores sociales, internacionales y gubernamentales para la salud integral de la infancia. El BID y su Iniciativa Salud Mesoamérica 2015 brindan decidido apoyo e integran su Comité Directivo de Socios, junto con UNICEF, PMA, USAID, UNFPA, ONUSIDA, Banco Mundial y otros organismos.
Desde los primeros pasos y a lo largo de todo el camino, el BID y la OPS continuarán colaborando mutuamente y con los gobiernos, academia y sociedad civil, para asegurar el desarrollo humano integral de las niñas y niños de la Región.
La Dra. Mirta Roses Periago es la directora de la Organización Panamericana de la Salud desde 2003. El equipo de Primeros Pasos agradece a Mirta por escribir en nuestro blog su último día como directora de OPS. ¡Éxitos en tus nuevos desafíos!
Me parece importante todo el apoyo que se le está brindando a la niñez de América Latina, ya que como ustedes lo manifiestan es en edades tempranas donde se tiene que actuar para asegurar que los futuros ciudadadanos de nuestros pueblos cuenten con la capacidad de hacer que sus comunidades sean cada vez mejores y resuelvan, ellos mismos, los problemas que los aquejan. Considero también de vital importancia, el apoyo que se le debe brindar a la educación, pues ésta todavía muestra en nuestros pueblos muchas falencias.