Por Luis Tejerina
Es difícil para un estadístico reconstruir a partir de una persona ya adulta la información acerca del efecto que ha causado en una persona sus primeros años. Se necesita información a lo largo de más de 20 años de vida para ver el efecto de una intervención en dimensiones tales como el ingreso laboral o nivel educativo. Por esto, la evidencia de largo plazo de intervenciones de desarrollo infantil temprano es escasa particularmente en países en desarrollo. Por muchos años, la única evidencia de este tipo en América Latina y el Caribe fue un estudio longitudinal desarrollado en Guatemala. En esta intervención nutricional se hizo el esfuerzo de medir los ingresos y el consumo de un grupo de estudio 30 años después de la intervención inicial (ver Habicht, Marotell y Rivera 1995).
Los foros multidisciplinarios nominan a la primera infancia como una ventana de oportunidad para fortalecer el desarrollo humano. Sin embargo, por la naturaleza de la intervención, sabemos poco acerca de qué funciona en el largo plazo y esto antes de hablar de la calidad de la información que se recolecta. Resolver esta brecha de información requiere de esfuerzos estratégicos y sistemáticos de largo plazo.
En un post reciente de un blog del BID, Alessandro Maffioli describe las muchas oportunidades en las que se pueden encontrar datos que pueden ser utilizados para el análisis de programas sociales. Algunos de ellos son los datos administrativos recolectados por los programas existentes. Esto me hace pensar en la cantidad de información que no ha sido utilizada en el área de desarrollo infantil temprano, ya sea en papel o en bases de datos administrativas. Visibilizar este tipo de información puede derivar en la construcción de un círculo virtuoso, en el que el uso de la información conduce hacia una mejora de la calidad de la información capturada y, al mismo tiempo, incentiva su mayor uso.
En El Salvador, conozco al menos un muy buen ejemplo de este tipo de oportunidad dentro del Sistema de Información Para la Infancia (SIPI). El SIPI es el sistema de información del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia (ISNA). El sistema captura información longitudinal de todos los niños en los 204 centros de ISNA de manera semestral desde 1999. En 2011, se capturó información de 7,041 niños de 0 a 7 años. Esto quiere decir que se tiene información sobre los niños que asistieron a los centros ISNA de los 0 a 7 años de edad, por un período de 13 años. La información en el sistema permite observar el progreso de los niños atendidos en SIPI en cuanto a indicadores biométricos (peso/talla), indicadores de desarrollo (lenguaje, socio-afectivo, motor, entre otros), características del hogar de donde viene el niño (ingreso, composición) y características de los centros ISNA (acceso a servicios básicos, calidad de la infraestructura, acceso a otros servicios públicos).
La evaluación de cualquier modificación que quiera proponer el ISNA en su modelo de atención, por ejemplo, va a requerir datos a lo largo del tiempo. Potenciar el uso y la calidad de este y otros ejemplos similares en la región podría ser un paso para enriquecer la información disponible y permitir evaluaciones de impacto de bajo costo.
Luis Tejerina es economista de la División de Protección Social y Salud. Su trabajo en el BID se ha enfocado en el diseño y ejecución de proyectos en el área de protección social, especialmente en el diseño de políticas basadas en evidencia empírica.
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