La pandemia de COVID-19 ha generado una disrupción en las rutinas familiares sin precedentes. Padres y cuidadores de todo el mundo, se enfrentan a una elevada incertidumbre, un agobiante estrés y se preguntan cuáles serán las consecuencias para los más pequeños. Esta situación tiene múltiples efectos negativos para el desarrollo de los niños menores de 5 años, incluyendo mayores niveles de estrés y un menor acceso a oportunidades de aprendizaje. La discontinuidad de servicios de cuidados, junto con los millones de niños fuera de las aulas podrían tener efectos arrolladores en el desarrollo infantil. Pero frente a estos factores, hay una buena noticia: hay una forma simple, económica y accesible para que padres y cuidadores puedan seguir potenciando el desarrollo de los más pequeños: jugando con ellos. En este articulo te presentamos evidencia sobre 4 beneficios del aprendizaje a través del juego para el desarrollo y del juego como factor protector frente al estrés.
El juego es una solución práctica y económica. ¡No hace falta experiencia previa!
Los niños y las niñas son expertos en el juego. Además, el juego no requiere invertir dinero y es fácil de incorporar en rutinas diarias de las familias.Las familias pueden promover el desarrollo mediante actividades de juego sencillas que pueden realizarse en el hogar, con elementos comunes en todas las casas. Este manual para padres,del programa de visitas domiciliares Reach Up, ofrece actividades de juego y lenguaje para niños/as de 0 a 36 meses de edad. El “PLAYLIST”, desarrollado por la Fundación LEGO y el Grupo LEGO, ofrece actividades de Aprendizaje a Través del Juego de alta calidad para niños mayores de 3 años. El sitio permite buscar la actividad de juego apropiada según la edad, la duración y los materiales de juego.
Jugar fortalece las conexiones neuronales de los más pequeños
Los juegos cotidianos entre los adultos y los bebés son especialmente poderosos para el desarrollo cerebral. Por ejemplo, cuando un cuidador tapa a un bebé con una manta y luego lo vuelve a destapar, hay un momento de alegría pura, generada por la interacción misma y por el placer que experimenta el cerebro del bebé al aprender que los objetos pueden desaparecer y volver a aparecer y continúan existiendo.
Una revisión de la evidencia neurocientífica y el aprendizaje a través del juego, encontró que las actividades caracterizadas por la alegría, la interacción social, el involucramiento activo, la interacción y la construcción de significados, se asocian a mayores niveles de aprendizaje de contenidos y al desarrollo del razonamiento científico y matemático, lenguaje, autocontrol, motivación, curiosidad y creatividad.
En un campo práctico, las intervenciones que apoyan a los padres a fortalecer su capacidad de utilizar interacciones receptivas y juegos para promover el desarrollo de sus hijos, como el programa de visitas domiciliares de Jamaica –Reach Up, tienen efectos positivos que se extienden hasta la edad adulta, incluyendo mejor desempeño académico, menor probabilidad de participar en eventos violentos y menores niveles de depresión.
El juego protege y ayuda a enfrentar situaciones de estrés
Además de los beneficios para el desarrollo de habilidades y sus efectos en el desarrollo a lo largo de la vida, el juego también proporciona un contexto de apoyo para ayudar a los niños a sobrellevar el estrés y la adversidad al permitirles:
- Crear eventos imaginarios que pueden controlar y que les permiten expresar emociones negativas libremente, mejorando su estado de ánimo y reduciendo la ansiedad.
- Comprender sus experiencias y encontrar formas novedosas de enfrentar situaciones difíciles.
- Desarrollar la habilidad de regular sus emociones y comportamiento.
Jugar también beneficia a los adultos de la familia
Estos beneficios se extienden a los padres de familia. Un estudio con 13.000 familias en 9 países encontró que 9 de cada 10 padres expresaron que el juego era fundamental para su propia felicidad, y los hacía sentir relajados, llenos de energía y más creativos. Estos beneficios también se presentan en familias en situaciones adversas. Una intervención que promovía actividades de juego en Pakistán, mostró reducciones en síntomas de depresión materna. Esto parece indicar que el juego también puede mejorar las capacidades de los adultos para lidiar con el estrés y la ansiedad.
Hoy contamos con amplia evidencia científica de la importancia del aprendizaje a través del juego y una creciente comprensión de los beneficios del juego como un factor protector en situaciones de estrés, haciendo del juego una estrategia potente para ayudar a niños y adultos a sobrellevar la pandemia. En próximos artículos compartiremos maneras innovadoras en que distintas organizaciones están llegando a las familias durante la pandemia.
Si quieres leer más sobre el juego y su impacto en el desarrollo infantil te invitamos a chequear estos artículos:
Jugar con los niños, ¿un tema de género?
Las familias de Jamaica aprenden jugando
María Luisa Muñoz Ormazábal dice
El juego es una actividad inherente al ser humano que debe estar presente en cada etapa de su vida y que permite el bienestar integral, ya que potencia la salud fisica, siquica y social del hombre.
victoria dice
Bueno me parece bien que un niño chiquito juegue❤️gracias esta informacion me esta haciendo pensar