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¿Por qué se necesitan experimentos urbanos en centros históricos? Parecería contradictorio experimentar en los sectores más consolidados de la ciudad, pero los centros históricos sufren frecuentemente procesos de obsolescencia funcional y física lo que conlleva al deterioro, abandono, hacinamiento o subutilización. Los problemas de tenencia o títulos de propiedad asociados a herencias o tomas de posesión son también problemáticas comunes en centros históricos y que complejizan cualquier intervención. La experimentación urbana pretende romper la inercia de dichos procesos sostenidos de desgaste y canalizar la energía de las áreas centrales en una nueva dirección.
Es importante plantear nuevas alternativas a los sistemas tradicionales que se han vuelto ineficaces. Enfrentar las nuevas alternativas a través del concepto del ‘experimento’ sugiere la peligrosa posibilidad de fracaso, algo que queremos evitar cuando trabajamos con valiosos objetos/sitios históricos y culturales (Otero-Pailos et al, 2016, pág. 11). A modo de ejemplo ilustrativo, basta con recordar una famosa noticia de 2012, donde una anciana española trató de restaurar una imagen antigua y deteriorada.
Desde el Laboratorio de Ciudades del BID, no queremos juzgar los resultados de este proceso particular de intervención pictórica sino tomarlo como ejemplo para señalar que nuestros procesos buscan evaluar alternativas reversibles que permitan por un lado disminuir el deterioro o abandono progresivo, y por otro testear, analizar y evaluar temporalmente las fórmulas que puedan tener mejores resultados a corto, mediano y largo plazo.
Cabe destacar que esta historia de restauración poco afortunada posicionó al pequeño pueblo de Borja en el mapa de España aumentando sus visitas y generando una serie de artículos con la imagen que causaron sensación de ventas. Todo experimento debe ser evaluado desde los aspectos esperados e inesperados, y en el factor de reversibilidad, de manera que podamos aprender de los posibles éxitos y fracasos sin afectar irremediablemente los bienes/lugares de valor patrimonial.
La exploración llevada a cabo por el Laboratorio de Ciudades BID se suma a la tendencia mundial en arquitectura y urbanismo mencionada por el arquitecto Danés Bajrke Ingels, dónde se apuesta a la evolución sobre la revolución. Bjarke Ingels dirige la oficina BIG architects, y postula tanto la evolución sobre la revolución como la ‘Sustentabilidad hedonistica’, es decir, cuánto de nuestra calidad de vida estamos dispuestos a renunciar para vivir de una forma más sustentable. Lo que nos lleva a un blog anterior ‘turismo problema o solución’ que mencionaba “vivir en el centro es como andar a pie y vivir en el suburbio es equivalente a moverse en auto”, con las ventajas y desventajas que cada opción conlleva.
Ideas revolucionarias, completamente nuevas y ajenas a lo anterior, fueron tendencia en las ciudades durante la mayor parte del siglo XX, mientras que en la actualidad se consideran las características preexistentes de un lugar para diseñar. Es decir, los proceso creativos e innovadores de la ciudad contemporánea tienden a desarrollarse sobre la Tabula plena; o la serie de capas de elementos históricos, que deben coexistir y dialogar coherentemente con nuevas intervenciones.
El concepto Tabula Plena o tablero lleno surge en oposición a la Tabula Rasa que plantea el filósofo inglés Locke. En la Tabula Rasa el estado inicial de aproximación a un problema (o intervención de arquitectura/urbanismo) es desde la conciencia de un niño, sin preconcepciones o reglas previas. Es un tablero abierto para operar libremente a partir de la propia experiencia o percepción (sin experiencias o percepciones previas). La Tabula Rasa operó fuertemente en los movimientos modernistas que renovaban un lote o área, principalmente en base a la demolición total de lo existente.
Para que esta evolución de los procesos creativos e innovadores sea efectiva, en una etapa temprana de intervención del Laboratorio de Ciudades BID opera bajo cuatro criterios: i) reversibilidad, cuidando la autenticidad del espacio patrimonial; ii) temporalidad, intervención acotada a meses más que años; iii) bajo costo relativo con relación a las intervenciones permanentes o de largo plazo; y iv) alto impacto principalmente en cuanto a la valorización y cambio de percepciones de una comunidad y su paisaje urbano.
¿Para qué experimentar en centros históricos?
Los espacios patrimoniales y centros históricos usualmente se focalizan en el respeto por el pasado más que en las necesidades del presente, por lo cual puede resultar contraintuitivo experimentar en Centros Históricos. Se presenta una dicotomía innecesaria entre la conservación y la innovación, dado que es necesario atener a necesidades del presente para dar continuidad de uso sostenible del patrimonio en las ciudades como garantía de su preservación.
Los pilotos llevados a cabo por el Laboratorio de Ciudades del BID en centros históricos corresponden a más de la mitad, lo que evidencia la fuerte demanda que tienen las ciudades de la región por explorar nuevas soluciones en este aspecto. Adicionalmente, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) plantean nuevas preguntas a las áreas urbanas diseñadas en siglos pasados. Con los pilotos llevados a cabo, se han explorado posibles respuestas o soluciones que contribuyan a los ODS, considerando las diversas comunidades y valores locales.
¿Cómo experimentar en centros históricos?
La metodología del Laboratorio de Ciudades BID en los experimentos en centros históricos corresponden a un proceso iterativo de: Explorar, Experimentar, Evaluar, Escalar y Comunicar, haciendo énfasis en una o más acciones, acorde a los desafíos locales. Se han identificado a la fecha seis ejemplos de centros históricos donde se ha realizado este proceso colaborativo con los Gobiernos, comunidades locales y otros socios.
La diversidad del patrimonio regional nos incentiva a buscar herramientas alternativas y optimizar las intervenciones. Después de un primer esfuerzo de síntesis contamos con a lo menos 12 herramientas, desde distintas disciplinas, que nos facilitan la aproximación al territorio. Es importante destacar que el urbanismo táctico es sólo una de las herramientas de la caja, y si bien tiende a ser la más vistosa o fotogénica, se nutre de contenidos y aprendizajes cruzados desde otras fuentes.
A continuación, estos son los seis elementos comunes destacados que se han evidenciado en la experimentación en centros históricos y que sirven como guía para futuras intervenciones:
1. Concursos: En especial los concursos universitarios, son un recurso para oxigenar o adquirir nuevas fórmulas para la rehabilitación adaptativa y revitalización de centros históricos. Los procesos de validación sentando a la mesa a los ganadores del concurso, los entes públicos y la comunidad permiten una transición desde las ideas innovadoras hacia el proyecto real y facilitan la búsqueda de consensos. Ver concursos de Hermanitas de los Pobres (Santiago, Chile) y Bajo autopista San Telmo (Buenos Aires Ciudad, Argentina).
2. Préstamos o fondos de inversión: Los préstamos o fondos asignados al área específica para soluciones a largo plazo permiten replicar y escalar el experimento, con los ajustes que fueren necesarios. Este experimento a su vez funciona como catalizador o apoyo de corto/mediano plazo para justificar impactos de la innovación en un préstamo o política pública de largo plazo.
3. Nuevas tecnologías: La incorporación de nuevas tecnologías puede contribuir al levantamiento y análisis de datos, procesos de participación, evaluaciones de impacto y resultados, y registro audiovisual. Utilizar nuevas tecnologías emergentes para corroborar impactos es “un experimento dentro del experimento”, su revisión, simplificación y/o ajuste contribuye a la efectividad de los procesos. No necesariamente utilizamos últimas tecnologías o “inteligentes”, la tecnología es un medio, mas no un fin en sí mismo. Muchas veces los métodos más sencillos son los más efectivos. Las herramientas análogas mencionadas pueden también responder a las preguntas o problemáticas del caso. Por ejemplo, los observantes en el territorio siguen capturando información (cualitativa) de mayor precisión y diversificación que las tecnologías implementadas. Por ejemplo, en el piloto Panamá Camina los análisis de tráfico producto de la peatonalización fueron realizados con datos de Waze-Google.
4. Replicar: Una vez las metodologías sean replicadas deben ser ajustadas de forma creativa y a la medida o “Tailor-made”. No olvidarnos que los centros históricos son en esencia singulares y necesitarán de consideraciones del contexto social, económico, cultural y ambiental.
5. Eventos: Los eventos como lo son festivales u otros, son un elemento valioso cuando están insertos en un proceso de mejoramiento colectivo de un área que permite formular estructuras de gobernanza sostenibles.
6. Co-diseño: La detección o creación de capacidades locales para el co-diseño, ajuste y continuidad de la intervención es una buena práctica, frente al inminente deterioro físico de intervenciones temporales de bajo costo. Socios locales son los herederos de las acciones temporales y los verdaderos agentes de un cambio virtuoso y sostenido.
¿Dónde experimentar en tu ciudad?
Aunque hoy los centros históricos ocupan un espacio limitado en las ciudades o metrópolis, no debemos olvidar que los centros fueron la ciudad toda del momento. Su estructura mixta atendía y aun atiende diversas funcionalidades que conviven en espacios acotados, permitiéndonos experimentar en micro las opciones que se pueden replicar para el resto de la ciudad. Son el objeto del deseo de la ciudad posible (Carrión, 2017). Estos espacios, tienen un gran potencial no solo como objetos de restauración sino como plataformas de innovación entre el pasado, el presente y el futuro.
De acuerdo con lo planteado en Hábitat III, los centros históricos son un ejemplo de ciudad sostenible y compacta, ya que cuenta con un espacio pensado para transeuntes, tiene servicios de proximidad, arboles añosos, rincones con historia y posibilidades múltiples de experimentos para aportar a la inclusión, ecoeficiencia, resiliencia y colaboración en nuestras ciudades. Te invitamos a mantenerte atento a los nuevos pilotos del LAB Ciudades BID y a explorar en tu ciudad las oportunidades experimentación que al mismo tiempo contribuyen a valorar y preservar el patrimonio local.
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