Este artículo está también disponible en / This post is also available in: Inglés
La vivienda es un derecho humano básico y un factor clave para el desarrollo humano. Sin embargo, muchas familias en América Latina y el Caribe (LAC) enfrentan dificultades para acceder a viviendas adecuadas y asequibles. Una de estas situaciones afecta a los hogares liderados por mujeres, también conocidos como hogares encabezados por mujeres (HEM). En un HEM, la principal proveedora y tomadora de decisiones es una mujer. Son más comunes de lo que algunas personas pueden pensar, ya que representan aproximadamente una de cada cuatro viviendas en LAC, la proporción más alta de HEM en el mundo. Además, los HEM tienen más probabilidades de experimentar pobreza, exclusión social y déficits habitacionales que los hogares encabezados por hombres (HEH).
Una de las principales herramientas disponibles para mejorar las condiciones de vivienda es el acceso al crédito hipotecario, ya que permite a los hogares comprar, construir o renovar sus hogares. Sin embargo, el acceso al crédito hipotecario es difícil y hay evidencia de una brecha de género que perjudica a las mujeres. Por esta razón, la División de Vivienda y Desarrollo Urbano del BID ha publicado recientemente una nota técnica para analizar si, en efecto, existe una brecha de género en el acceso al crédito hipotecario en ALC. ¿Quieres saber más al respecto? Sigue leyendo para descubrir algunos de nuestros hallazgos.
La brecha de género en el acceso a la vivienda en América Latina y el Caribe
Para llevar a cabo este estudio, utilizamos datos del Global Findex, una encuesta que mide cómo las personas en 144 países ahorran, toman préstamos, realizan pagos y gestionan riesgos financieros. Nos centramos en los 21 países de LAC incluidos en la encuesta y observamos si las personas utilizaron un préstamo para comprar una casa o un apartamento en el último año. También consideramos otras variables que podrían influir en el acceso al crédito hipotecario, como ingresos, educación, ahorros, empleo e inclusión financiera.
Nuestros hallazgos indican que, de hecho, existe una brecha de género en el acceso al crédito hipotecario en LAC, que refleja brechas de género en otras áreas, especialmente en los mercados laborales. La investigación encontró que, independientemente del género, el titular promedio de crédito hipotecario es mayor, tiene mejor educación, es más rico y tiene más ahorros y más experiencia con instituciones bancarias que la persona promedio en LAC. También encontramos que, en promedio, los hombres tienen niveles más altos de ingresos, empleo y ahorros que las mujeres y que, como consecuencia, son más propensos a tener acceso a cualquier producto financiero, incluido un préstamo hipotecario.
Otro hallazgo importante es que, al comparar a hombres y mujeres que tienen acceso al crédito hipotecario, las mujeres enfrentan más limitaciones para acceder al crédito hipotecario que los hombres. Por ejemplo, encontramos que las mujeres en el segundo quintil más rico tienen el mismo acceso al crédito que los hombres en el segundo quintil más pobre, y que las mujeres con préstamos ganan salarios en casi la misma proporción que el hombre promedio, y a una tasa un 60% más alta que otras mujeres. Esto sugiere que las mujeres necesitan niveles más altos de ingresos y educación que los hombres para lograr el mismo acceso a los servicios financieros y que pueden enfrentar discriminación o autoselección al buscar crédito.
La brecha de género entre jefes y jefas de hogar
La brecha de género en el acceso al crédito hipotecario es especialmente relevante para los HEM, dado que son más propensos a vivir en viviendas sobrepobladas, inadecuadas o alquiladas y a gastar una mayor proporción de sus ingresos en gastos de vivienda. Los HEM también son más vulnerables a choques económicos, desastres naturales y violencia, que pueden afectar su seguridad y estabilidad habitacional. Por lo tanto, tener acceso al crédito hipotecario puede ser una herramienta poderosa para que los HEM mejoren sus condiciones de vivienda y su bienestar.
Sin embargo, nuestro estudio muestra que los HEM tienen un menor acceso al crédito hipotecario que los hogares encabezados por hombres, y que esta brecha persiste incluso después de controlar las variables observables. Esto significa que hay otros factores que afectan el acceso al crédito hipotecario para los HEM, como la composición de su hogar, sus preferencias, expectativas y limitaciones. Por ejemplo, los HEM pueden tener más dependientes, como hijos o familiares mayores, que requieren más espacio y cuidado, pero que también reducen su potencial de ingresos y ahorros. Los HEM también pueden tener preferencias y prioridades diferentes a las de los hogares encabezados por hombres, como valorar la ubicación, la seguridad o la comunidad sobre el tamaño o la calidad. Los HEM tienden a tener una menor educación financiera que los hogares encabezados por hombres, lo que limita su acceso al crédito.
¿Cómo cerrar la brecha de género en el acceso al crédito hipotecario?
Para abordar la brecha de género en el acceso al crédito hipotecario en LAC y apoyar a los HEM en lograr viviendas adecuadas y asequibles, es necesario adoptar un enfoque integral que considere las múltiples dimensiones y determinantes de la vivienda. Este enfoque debe incluir políticas y programas que busquen aumentar la inclusión financiera y la alfabetización de las mujeres, proporcionándoles acceso a una variedad de productos y servicios financieros que se adapten a sus necesidades y preferencias, y mejorando sus conocimientos y habilidades en la gestión financiera y la toma de decisiones. Además, es importante entender que las brechas de género en los mercados crediticios reflejan aquellas en los mercados laborales y en las barreras culturales.
¡Promovamos viviendas adecuadas y asequibles para todos!
Al cerrar la brecha de género en el acceso al crédito hipotecario y mejorar las condiciones de vivienda de los HEM, podemos contribuir al avance de la igualdad de género y al empoderamiento de las mujeres. Además, estaremos trabajando hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente el Objetivo 5 (Igualdad de género), el Objetivo 10 (Reducción de las desigualdades) y el Objetivo 11 (Ciudades y comunidades sostenibles). ¡Promovamos una vivienda adecuada y asequible para todos!
Leave a Reply