Las mujeres al volante
¿Recuerdan a Diana y Paullete, conductoras de ‘La Rolita’? En este tercer blog de la serie “La Rolita, mucho más que una empresa pública de transporte” les traeremos los detalles sobre el ambicioso proyecto de formación y vinculación laboral que transformó sus vidas y la de muchas otras mujeres, aumentando su participación en el sector del transporte en Bogotá, en el cual actualmente sólo el 1% del personal de conducción del SITP son mujeres.
Por mucho tiempo Diana Marcela vendió maní y otros dulces en buses del transporte público entre el Portal del Tunal y la Estación Molinos de Transmilenio.
Económicamente no le iba mal, pero sus condiciones laborales no cumplían sus expectativas y no le daban una proyección laboral que la invitara a mejorar sus perspectivas diariamente. Ahora, por primera vez, Diana Marcela recibe un salario estable, prima y subsidio familiar: “en La Rolita empecé a recibir mi quincena, ir a meter la tarjeta a un cajero y que le llegue a uno el dinero para mí esto es genial. Yo nunca había conocido algo que se llama “la prima”, y el subsidio a los niños menos. La verdad, me siento feliz“.
Por su lado, Paullete, quien es música de profesión, antes ganaba su sustento diario manejando carros en el transporte institucional pero ahora es conductora de buses eléctricos en La Rolita. A pesar de su experiencia previa como conductora, iniciar este nuevo oficio en La Rolita fue un reto grande, para el cual recibió la formación y el apoyo del Distrito. Paullete cuenta que “fue duro iniciar la operación, me dieron muchos nervios en el primer viaje y lo hice con mucha precaución, pero me adapté y le cogí rápidamente el tiro al bus y a la atención de los usuarios”.
Ahora, ambas transportan la vida y sueños de los usuarios de La Rolita y cuentan con estabilidad y proyección laboral que da un sentido especial a su labor diaria.
¿Cómo nace el programa de formación de mujeres?
El programa nace en el marco de los esfuerzos del Distrito para promover la reactivación económica con enfoque de género y la empleabilidad de mujeres en oficios no convencionales, siendo el sector de transporte altamente masculinizado. Las mujeres se enfrentan a retos como: percepción negativa de los operadores privados de transporte, reticencia del entorno familiar, ausencia de infraestructura para mujeres (i.e., baños) en las zonas de patio-taller, e incompatibilidad de los horarios de operación con las actividades de cuidado, entre otros.
Esto repercute también en los ingresos de las mujeres conductoras, un estudio del 2018 sobre el Sistema de Transporte Masivo de Boston (MBTA) evidenció que las mujeres conductoras ganan en promedio $0,89 USD por cada dólar que ganan los hombres, en gran parte porque los hombres trabajan más horas extras de manera remunerada, ellas toman más licencias no remuneradas, para dedicarse a labores de cuidado en el hogar (Bolotnyy & Emanuel, 2020).
La estrategia integral de formación del Distrito de Bogotá incluyó la recategorización de la licencia de conducción para poder operar vehículos pesados y un curso de profesionalización en eco-conducción de buses eléctricos.
Además, la formación incluyó capacitaciones en habilidades blandas, educación financiera, habilidades digitales, y cursos acerca de los programas del Distrito de atención a mujeres víctimas de situación de violencia.
Para acompañar este proyecto, el BID distribuyó becas durante los cinco meses de formación para apoyar a las mujeres a trasladarse para recibir la formación o cubrir gastos asociados con el cuidado de otros.
El diseño del programa, con una formación integral en habilidades profesionales y blandas y el otorgamiento de becas, se pensó con base en el perfil de las mujeres beneficiarias, de las cuales muchas no tenían experiencia laboral formal, no estaban bancarizadas y presentaban situaciones de violencia de género. El Distrito movilizó un equipo de profesionales del sector social para hacer seguimiento individual con las mujeres, motivar su permanencia en el proyecto y apoyarlas en los diferentes procesos de formación, apertura de cuentas bancarias, etc.
¿Qué impacto ha tenido el programa?
Desde septiembre del 2022, las mujeres se están vinculando laboralmente como conductoras de la nueva operadora distrital. Hoy en día, la mitad del personal de conducción de La Rolita son mujeres y se busca seguir aumentando su participación.
Las mujeres han logrado superar los retos iniciales de la operación y prestar un servicio de calidad, reconocido por los vecinos del barrio. Inés V., usuaria de La Rolita explica que “le parece magnífico que hayan colocado a mujeres conductoras, porque las mujeres también somos capaces”. Por su lado, Diana P. quien participó en el primer grupo de mujeres formadas, destaca que “le gusta mucho el servicio a las personas; el simple hecho de manejar la plataforma de acceso para personas con discapacidad es un hecho muy grande y que la misma gente nos diga “muchas gracias, no lo hacen los hombres”, me anima mucho a seguir en este proyecto”.
¡Seguimos adelante!
El programa de formación ha sido un éxito. Más de 550 mujeres se han formado para trabajar en la Rolita u operadores privados de la ciudad. En 2023, el Distrito, con apoyo del BID, seguirá el programa de formación; en otros oficios como mecánicos de mantenimiento, e incorporando a nuevos beneficiarios en el programa como la población migrante residente en Bogotá. Además, en 2023 se implementará un programa de “formación de formadoras”; estrategia que busca tener instructoras para la capacitación de nuevas y nuevos conductores de La Rolita y asegurar la sostenibilidad del proyecto.
Para conocer más a detalle este importante programa, los invitamos a ver el video La Rolita, mucho más que una empresa pública de transporte. Capítulo 2: Las mujeres al volante.
Este proceso contó con el apoyo de cooperación técnica del BID; con recursos de donación para la lucha contra el cambio climático del Fondo UK-SIP de la Embajada Británica; y el Fondo Multi Donante “NDC Pipeline Accelerator” de Austria, Países Bajos, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Islandia y Noruega.
Jaime Castillo Pinzon dice
Buenos días, conozco de cerca el proceso formativo de las operadoras de LA ROLITA y considero que falto resaltar que en este proceso se ha implementado una metodología basada en tecnologías de capacitación y entrenamiento a partir de simuladores y entrenadores de procedimientos los cuales van en la misma dirección en cuanto a la protección del medio ambiente, capacitación segura y efectiva, trazabilidad al proceso formativo, reducción del tiempo de formación y fortalecimiento en temas tales como EL YO, MI FAMILIA, LA EMPRESA, MI CIUDAD, CONSTRUYENDO CIUDAD, logrando mejorar aspectos como el sentido de pertenencia, reducir ampliamente el índice de deserción.