Uno de los principales desafíos que enfrentan los gobiernos de América Latina y el Caribe (ALC) hoy es balancear la reactivación de las actividades económicas y sociales, con el potencial incremento de contagios de COVID-19 y de saturación de los sistemas sanitarios. En el logro de este delicado balance, las ciudades están atravesando por diferentes fases de apertura, cierres totales o parciales, marchas y contramarchas. Un aspecto critico a considerar en las decisiones de apertura es el de la movilidad de las personas, ya que existe una relación entre esta y la expansión del virus (OCDE, 2020). ¿Cómo impulsar una movilidad segura en las ciudades de ALC, que facilite la recuperación económica y el retorno a la nueva normalidad? En la reciente publicación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) planteamos aspectos clave en este sentido, de los cuales aquí destacamos tres:
1. Aplicación de protocolos sanitarios en el transporte público (TP)
La revisión de experiencias internacionales nos muestra un amplio rango de medidas tomadas por ciudades líderes en movilidad urbana (Tabla 1).
Medida | Metro de Tokio | Londres (TFL) | New York (MTA) | Barcelona (TMB) |
Uso de mascarilla obligatorio | Sí | Sí. Multas entre 200 £ y 6400 £ | Sí. Multas por 50 USD. | Sí |
Distribución de mascarillas a usuarios | No | No | Sí | No |
Escalonar horarios comerciales/trabajo | Sí | No. Invitan a viajar en horarios menos ocupados. | Sí | No. Invitan a viajar en horarios menos ocupados. |
Desinfección frecuente | Sí | Sí | Sí | Sí |
Mejora de ventilación | Sí | No | Sí | Sí |
Reducción de capacidad máxima de los vehículos y estaciones | No | Sí | No | Sí |
Información sobre ocupación de vehículos y estado de las estaciones | Sí (tiempo real) | Sí (visualización por estación basada en información reciente) | Sí (informe diario) | Sí (estimación teórica) |
Demarcación en espacios comunes | Sí | Sí | Sí | Sí |
Dispensadores de alcohol en gel | Sí | Sí | Sí | No |
Si bien la mayoría de los servicios de transporte público de ALC ha adoptado medidas como el uso obligatorio de mascarillas y la demarcación en espacios comunes, la eficacia de estas medidas puede ser reducida frente a países más avanzados. Ello debido a la presencia del transporte informal, que obstaculiza la implementación de las mismas en todos los viajes de TP, especialmente los de las poblaciones vulnerables, que recurren a este medio en vista de las limitaciones de accesibilidad y asequibilidad del TP en la región.
2. Incentivo a la movilidad activa
Para facilitar la movilidad en entornos abiertos, varios gobiernos están fomentando la movilidad activa (en bicicleta o a pie), aprovechando la reducción del tránsito vehicular para redistribuir el espacio vial (Tabla 2). Adicionalmente, están otorgando subsidios para la compra o reparación de bicicletas.
Ciudad | Implementación |
Lima | 300 km de ciclovías para finales de 2020 |
Bogotá | 35 km de ciclovías temporales |
Milán | 35 km de vías para ciclistas y peatones y descuento de hasta 70% para la compra de bicicletas |
París | 50 km de ciclovías y subsidio de hasta €400 para la compra de bicicletas eléctricas |
Berlín | 24 km de ciclovías |
Las ciudades también están apuntando a un cambio en la demanda de movilidad, a través de intervenciones urbanas para acercar actividades esenciales y de ocio a los diferentes barrios. Con esto, se busca la reactivación económica de los negocios de cercanía y la provisión de asistencia a las poblaciones vulnerables, disminuyendo, a la vez, los grandes flujos de movilidad intraurbanos. El slow street movement, que incluye la reasignación de espacio público de vehículos hacia bicicletas y personas, ha sido parte de estas acciones. Asimismo, se ha avanzado en la digitalización de trámites y servicios públicos, evitando desplazamientos.
En general, la pandemia ha reforzado la idea de crear ciudades policéntricas, donde los habitantes puedan encontrar lo que necesitan dentro de los 15 minutos a pie de donde residen. A través de medidas que incluyen modificaciones a los planes de uso del suelo y planes de transporte, e incentivos financieros y fiscales, ciudades como París, Milán y Melbourne están utilizando la pandemia para llevar las actividades a los barrios, en vez de las personas a núcleos monocéntricos (Bloomberg, 2020; Financial Times, 2020; New York Times, 2020b).
3. Uso de la tecnología para reducir el riesgo de contagio
A nivel internacional, tecnologías como la inteligencia artificial, la automatización y la digitalización están cumpliendo un rol importante en la prevención de contagios en el transporte en general. Las cámaras termográficas están presentes extensivamente en las estaciones de TP de Asia y también en algunas ciudades de ALC como Bogotá y Buenos Aires (Infobae, 2020). En varias ciudades de la región se han incentivado los pagos digitales del TP, bicicletas y peajes urbanos.
Bogotá, Buenos Aires, Curitiba, La Paz y Quito, entre otros, se aliaron con el BID para la aplicación de la plataforma de código abierto “Distancia2” (Figura 1), que utiliza video detección e inteligencia artificial para monitorear el distanciamiento social en zonas de alto tráfico de personas, como estaciones de metro, calles de las ciudades y mercados, y brindar información a las autoridades para la implementación de acciones que mitiguen el riesgo de aglomeración en tales zonas (ver vídeo).
Si bien existe aún mucho por comprender acerca de COVID-19, los resultados de investigaciones y experiencias disponibles a nivel internacional y regional pueden señalarnos algunos aspectos importantes acerca de la relación entre el virus y la movilidad en las ciudades. En particular, estos aspectos pueden contribuir a promover una movilidad segura, que facilite el desconfinamiento y la reanudación de las actividades económicas y sociales. Para conocer más sobre este tema, los invitamos a visitar el sitio interactivo disponible en https://interactive-publications.iadb.org/es/convivir-con-el-coronavirus/como-impulsar-una-movilidad-segura-en-las-ciudades
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