Uno de los temas claves en la conferencia sobre Cambio Climático y Negociación (COP 17) llevada a cabo recientemente en Durban es la necesidad de incrementar considerablemente la inversión en cambio climático. Numerosos estudios revelan que el requerimiento de inversión de los países emergentes para mitigar y adaptarse adecuadamente al los cambios climáticos es mas de varios cientos de millones de dólares por año. En Durban se aprobó un nuevo mecanismo de financiamiento llamado Fondo Verde Climático (FVC) que tiene como objetivo recaudar $100 billones de dólares al año. Pero se presento un debate acerca de si esta cantidad debe ser financiada enteramente por donantes o si va a incluir “movilizar” financiamiento privado; crucial ya que en la actualidad toda la ayuda internacional para el desarrollo de las OCDE es poca más que $100 billones y la parte relacionada con el cambio climático es menos de $2 billones por año. Hubo un pequeño avance en Durban en cuanto a como el Fondo Verde Climático recaudara sus propios fondos y movilizara la inversión privada. Pero si el FVC tendrá éxito en traer la inversión privada, los herramientas, el apetito de riesgo y los requisitos de adicionalidad y apalancamiento debe ser cuidadosamente diseñado. Muchos de los fondos del cambio climatico son demasiado tímidos. Para ser transformadora, debe estar dispuesta a asumir altos riesgos o comprometerse a financiar un gran porcentaje del valor de un proyecto.
Muchas veces los Fondos Públicos utilizan demasiado el apalancamiento, o la proporción de financiamiento del sector público o privado, como punto de referencia del éxito o para mostrar que hay requerimientos mínimos; pero un mayor apalancamiento no necesariamente indica un mejor gasto de los recursos públicos, las tasas de apalancamiento pueden indicar poco valor agregado; es decir, que la inversión pública no era necesaria para sacar adelante el proyecto. Entre menor sea el apetito por el riesgo de los fondos de inversión climática, menor será el apalancamiento esperado. Cuando la inversión sea más riesgosa, como en el caso de países de mayor riesgo, o cuando el fondo provee un préstamo de bajo riesgo en lugar de un préstamo de la primera derrotao de inversión de capital, menor será el apalancamiento esperado. En algunos casos para iniciar la comercialización de la tecnología, más del 50% del proyecto debe ser financiado con fondos públicos. En otros casos, cuando la tecnología limpia cuesta demasiado, un menor riesgo (bajos precios) del préstamo puede ser suficiente para sacar adelante el proyecto. Pero tiene que ser una parte significante del valor del proyecto para tener un impacto en el precio – 3-4 veces de apalancamiento sería lo ideal. Y en algunos casos fondos del sector privado pueden llegar a ser catalíticos y dirigidos con éxito (a través de subsidios), que den como resultado un apalancamiento mucho mayor. Por ejemplo, cuando el sector publico paga por un porcentaje relativamente bajo del costo del proyecto pero en una etapa temprana del proyecto, con “alto riesgo” es financiado a través de fondos no reembolsables o capital de riesgo para la identificación del proyecto, los análisis de factibilidad, permiso o pruebas. Si este fondo puede probar el rendimiento financiero, se podría incorporar rápidamente la inversión del sector privado.
Las garantías son una herramienta poderosa del sector público que puede generar apalancamiento a bajo costo. El FVC debe ser capaz de ofrecer garantías para obtener recursos, implementar la regulación, crédito de comprador o percibir el riesgo tecnológico que evite a la inversión del sector privado a precios favorables.
Por ejemplo, las garantías regulatorias pueden asegurar contra la pérdida causada por un recorte de créditos fiscales o cambio de tarifas que provienen de los gobiernos de los países anfitriones o de las empresas prestadoras de servicios públicos. Las garantías de desempeño pueden reducir el riesgo de que el recurso renovable tenga un rendimiento menor del esperado; si hay un sobrecosto en la producción o si la tecnología es de bajo rendimiento. Las garantías de crédito pueden cubrir el riesgo en caso de que sea necesario contratar un generador de energía o de que un comprador de combustible quiebre. El Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo del BID actualmente está lanzando un programa de apoyo de Facilidad Mundial de Medio Ambiente (GEF) en Brasil para proporcionar garantías de crédito y desempeño a inversiones de rendimiento energético.
Los Fondos de cambio climático deben medir y evaluar cuidadosamente el riesgo a tomar, y debe tener garantías apropiadas para los proyectos. Obviamente, la garantía se hará efectiva si el proyecto fracasa; sin embargo, los programas de garantías pueden absorber este riego, cobrando cuotas que cubran las pérdidas. El programa de garantías de El Departamento de Energía de EE.UU. (DOE) es un ejemplo del tipo de apoyo que el FVC debe proveer a los proyectos de los países emergentes. El fracaso reciente de una de las empresas de energía solar apoyada por DOE era de esperarse. En un portafolio de $36 billones de dólares, una inversión de $500 millones es de esperar que fracase. Si no fracasara, los fondos de cambio climático no estarían tomando ningún riesgo y por lo tanto no estarían cumpliendo con su función movilizando la inversión privada y acelerando el desarrollo de proyectos.
foto: El Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon habla en COP17 en Durban, Sudáfrica. Fuente: Convención Marco sobre el Cambio Climático
Hector M. dice
No estoy muy seguro de que este “Fondo Verde” vaya a levantar muchos fondos del sector privado. El mercado de derechos de emisión ha sido cerrado en EEUU por falta de suficiente interés del sector privado, y está tambaleando en Europa por la misma razón aun cuando aun se mantienen los fuertes subsidios de la UE para ese fin. ¿Podrá este fondo cobrar vida propia, y particularmente, podrá alcanzar las dimensiones que se necesitarían para que dicho fondo tenga el efecto esperado? Ciertamente, el panorama económico internacional no parece muy promisorio en este momento, y en el inmediato futuro, especialmente por el carácter muy lento de la recuperación económica norteamericana (y la ya mencionada falta de interés privado en fondos de este tipo), y por las medidas de ajuste en Europa que seguramente van a influir sobre el flujo de subsidios y sobre las disponibilidades de ahorro del sector privado.