Gestionar proyectos que cumplan los estándares ambientales y sociales en América Latina y el Caribe ha sido históricamente un desafío debido a la dispersión de datos y la falta de estándares comunes. Sin información confiable, actualizada y espacial, resulta difícil comprender el contexto territorial, identificar riesgos y diseñar intervenciones sostenibles. En este contexto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en su rol de socio estratégico de la región, trabaja para cerrar esas brechas.
Ahora los Sistemas de Información Geográfica (SIG) ya no son simples herramientas cartográficas. Hoy se han convertido en un pilar de la transformación digital que impulsa el BID junto con las instituciones de la región. Su capacidad de integrar datos espaciales y temporales con atributos sociales y ambientales permite que el análisis territorial deje de ser fragmentado y pase a formar parte integrada de los procesos de planificación y gestión.
La superposición de datos geoespaciales o mapas (overlay) permite combinar diferentes capas de información geográfica. Por ejemplo, cruzar un mapa de uso del suelo con otro de riesgo de inundación ayuda a identificar zonas prioritarias de intervención.
ES GeoHub: una nueva herramienta institucional
Con el objetivo de apoyar la debida diligencia socioambiental según el Marco de Políticas Ambientales y Sociales del BID (MPAS), se desarrolló la aplicación web ES GeoHub, como evolución de la herramienta de screening de la división. Está diseñada para automatizar y estandarizar análisis geográficos. Integra capas organizadas en tres categorías: ambiental, social y amenazas naturales. Su diseño responde a un principio central: cada análisis, sin importar quién lo realice, debe hacerse bajo las mismas reglas y con la misma información.
Además, ES GeoHub permite incorporar datos adicionales mediante servicios web o archivos locales. También permite extender los análisis con radios de influencia (buffers) y trabajar con información generada en operaciones, como vuelos de dron o imágenes de alta resolución.
Los resultados se presentan en mapas interactivos e informes exportables que se convierten en insumos directos para la preparación y supervisión de proyectos. Por ejemplo, se puede visualizar zonas inundables y su interacción con las ubicaciones de centrales eléctricas en Uruguay o analizar cómo un nuevo trazado de transmisión eléctrica puede impactar en áreas protegidas y especies vulnerables en Panamá.

Vista general de la aplicación ES GeoHub.
Retos de la estandarización digital
El paso hacia esta transformación enfrenta desafíos como la calidad y actualización de los datos, la interoperabilidad entre fuentes públicas y privadas y la necesidad de contar con infraestructura tecnológica robusta junto con personal especializado.
Este problema se agrava en zonas remotas o de difícil acceso. Allí la falta de datos georreferenciados limita la capacidad de diagnóstico y monitoreo. Aunque el uso de imágenes aéreas ha mejorado esta situación, todavía es necesario complementarlas con datos de campo como levantamientos participativos, sensores terrestres o reportes comunitarios.
Hacia estándares basados en evidencias geográficas
Un análisis holístico exige más que recolectar mapas: implica establecer procesos consistentes, transparentes y replicables. Aplicaciones como ES GeoHub marcan un cambio en la manera en que el BID aborda sus intervenciones.
Para maximizar su impacto, será necesario seguir enfrentando los desafíos asociados a la calidad y acceso de datos. También se deberá reforzar capacidades técnicas y fomentar alianzas institucionales que aseguren un uso responsable, actualizado y equitativo de la información, incluido su componente geoespacial.
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