Hoy voy a fundar mi propio país, llamado Narnialac, para explicarles cuál es la reflexión que existe detrás de la elaboración de los INDCs (Contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional). Una reflexión que hace hincapié sobre el tipo de crecimiento que los países en desarrollo están construyendo con el objetivo de reducir la pobreza y generar dividendos sociales, económicos y ambientales.
El paradigma del crecimiento se encuentra en cada una de las decisiones de inversión que toma un país. En Narnialac, establecimos una meta condicional de reducción de emisiones de 20% sobre la línea de base BAU a 2030, y su plan de desarrollo a 15 años formuló ciertos lineamientos de crecimiento.
Siguiendo con la metáfora de Narnialac, podríamos imaginar que las principales actividades económicas de este país, son la agricultura (40%), la industria (20%) y los servicios (40%). Su exitosa diversificación hacia los servicios, siendo su principal argumento para esperar una tasa de crecimiento positivo le permiten augurar un futuro con una economía fortalecida, sin embargo el país se encuentra frente a varios dilemas:
- un sector agrícola importante pero con necesidades de innovación para reducir su huella de carbono (limitar el uso de fertilizantes, mejores prácticas de uso de suelo y ganadería, y eficiencia en el uso de los recursos)
- tasas de deforestación en disminución pero que aún representan un problema nacional ya que la población rural mantiene prácticas de tala para generación de biomasa y expansión de la frontera agrícola.
- necesidad de proveer electricidad a toda la población (20% de los habitantes no tienen acceso a energía) sin embargo su matriz limpia es cada vez más vulnerable a las sequías. Varias opciones existen, sin embargo la red no tiene más capacidad, y a corto plazo las opciones con biocombustible son más baratas que las renovables.
- el transporte público es limitado y la tasa de motorización se ha triplicado en los últimos cinco años.
Podríamos seguir listando desafíos que enfrentan casi todos nuestros países en la región, pero el objetivo es demostrar que cada decisión afecta varios sectores y la planificación a largo plazo suele estar ligada a coyunturas de presupuesto a corto plazo. ¿Cómo diseñar soluciones viables que permitan conservar el crecimiento que permite una reducción de la pobreza sin hipotecar el futuro de las generaciones?
No existe una solución única, cada país cuenta con sus especificidades y dinámicas de la economía política, sin embargo se pueden vislumbrar las siguientes recomendaciones:
- los INDCs no pueden ser formulados sin vincularlos a los planes de desarrollo, los objetivos de crecimiento deben tener en mente las metas de reducción de emisiones de GEI, así como estas últimas deben considerar las estrategias de desarrollo. No se trata de limitar el crecimiento, ni de crecer de manera insostenible.
- los ministerios de finanzas y planificación son socios claves en la implementación del INDC, la visión país de estos actores permite entender el portafolio de inversiones y las estrategias de crecimiento para identificar las oportunidades de incluir variables de cambio climático para lograr un crecimiento sostenible.
- pensar a largo plazo es una visión compleja dadas las dinámicas de la economía política, sin embargo es clave entender que las inversiones de este ano, serán los obstáculos u oportunidades de un desarrollo bajo en carbono y resiliente de los próximos 20 años.
En pocas palabras, la redacción de los INDCs nos abre una oportunidad única en la región para un debate constructivo sobre el tipo de crecimiento al que deberíamos aspirar, con base a nuestras metas de mitigación, así como las vulnerabilidades que nos asechan.
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