Afrontar la pesada y creciente carga de enfermedades no transmisibles en la región de América Latina y el Caribe (ALC) requiere una mejor prevención y detección, pero también mejorar el diagnóstico, tratamiento y control de las condiciones una vez que se han desarrollado. Esto demanda una acción concertada entre los sistemas de salud, los profesionales de la salud y los pacientes, además de otros actores —como la industria de alimentos y bebidas y la sociedad en general— para reducir tanto la incidencia de las enfermedades como su manejo a largo plazo.
Una carga creciente para la salud y los recursos
Entre todas las condiciones no transmisibles, las enfermedades cardiometabólicas (ECM) crónicas son una preocupación particularmente urgente en ALC debido a su carga de enfermedad y su impacto económico. Los dos principales grupos de ECM, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes mellitus, ocupan el primer y tercer lugar por su contribución a la carga de enfermedad (véase la tabla). Juntas representan más del 20 por ciento de la carga total de enfermedad y más de dos tercios de las muertes en la región. Las ECM constituyen también un importante detonador del aumento de los gastos de salud en la región. Más aún, los principales factores de riesgo de estas condiciones —como la presión arterial alta, el nivel elevado de azúcar y colesterol en la sangre y el exceso de peso— siguen prevaleciendo y en general incrementándose en ALC.
Las 3 principales condiciones según su carga de enfermedad en ALC en 2019
Carga de enfermedad* | Porcentaje de la carga total de enfermedad | Muertes | Porcentaje de muertes | |
Enfermedades cardiovasculares | 20,4 millones | 12,3 % | 962 mil | 26,9 % |
Cánceres | 16,5 millones | 9,9 % | 638 mil | 17,8 % |
Diabetes y enfermedades renales | 13,7 millones | 8,3 % | 395 mil | 11,0 % |
Amplias y persistentes brechas en el tratamiento y control de ECM
Además de la prevención, es fundamental que los países de ALC puedan diagnosticar y manejar eficazmente las ECM una vez que se han desarrollado. Una forma de entender este tema es a través de la “cascada de atención”, que describe las etapas de la secuencia desde el diagnóstico inicial de una condición hasta su tratamiento y el control que finalmente se logra sobre ella. Hay problemas sustanciales en cada etapa. El siguiente gráfico lo muestra utilizando datos de un análisis reciente realizado en México:
- El 52% de los pacientes con hipertensión no están diagnosticados.
- El 15% están diagnosticados pero no reciben tratamiento.
- El 15% de estos pacientes reciben tratamiento pero tienen hipertensión no controlada.
- Solo el 18% tienen hipertensión controlada.

Existen desafíos similares para otras enfermedades y países. Por ejemplo, menos de dos tercios de los pacientes colombianos diagnosticados con diabetes mellitus disponían de un informe reciente de azúcar en sangre y solo aproximadamente la mitad de ellos habían logrado un control glucémico.
Demasiados pacientes se estancan o retroceden
Con el tiempo, muchos pacientes diagnosticados no avanzan o incluso presentan regresión a etapas inferiores de la cascada de atención. El estudio mexicano antes mencionado hizo un seguimiento de participantes encuestados que tenían presión arterial alta en 2005/06 y examinó su estado varios años después, entre 2009 y 2012. La siguiente tabla muestra los principales hallazgos:
- Muchos pacientes se estancan en etapas inferiores de la cascada de atención (celdas amarillas). Por ejemplo, el 70% de los diagnosticados pero no tratados al inicio (en la línea de base) permanecían sin tratamiento algunos años después.
- Pocos pacientes avanzan en la cascada (celdas verdes). Por ejemplo, solo el 25% de los tratados pero con hipertensión no controlada al inicio habían logrado controlarla al final del período.
- Muchos pacientes retroceden a etapas anteriores de la cascada (celdas rojas). El 40% de los que tenían hipertensión controlada en 2005 habían abandonado por completo el tratamiento hacia el final del período, mientras que menos de una cuarta parte (23%) había mantenido el control.
Por lo tanto, no basta con llevar a los pacientes a una de las etapas de la cascada de atención: también debemos asegurarnos de que no retrocedan y avancen hacia etapas posteriores de la cascada.

Existen soluciones basadas en evidencia, pero se requiere una acción concertada
En general, todo pone de manifiesto que los países de la región necesitan mejorar urgentemente la detección y el diagnóstico de las ECM, pero también manejarlas más adecuadamente —una vez diagnosticadas— en todas las etapas de la cascada de atención. La buena noticia es que existen intervenciones y políticas para mejorar la cascada. Van desde una mejor atención primaria y acceso a medicamentos esenciales, hasta la telemedicina y las herramientas digitales, y pequeños incentivos para los profesionales de la salud y los pacientes.
El desafío principal consiste en involucrar a todos los actores coordinando sus esfuerzos a fin de obtener el máximo impacto, y en reinventar y reestructurar el modo en que se aborda cada etapa de la cascada de atención. El sistema de salud debe proporcionar una estructura propicia que impulse la atención de enfermedades crónicas; los profesionales de la salud necesitan contar con los incentivos y recursos adecuados para brindar una atención constante, accesible y de alta calidad; y los pacientes deben ser participantes activos. Para encarar la epidemia de las ECM, no resultará eficaz enfocarse en una sola etapa de la cascada: necesitamos una acción concertada y decidida en todos los frentes.
Estimados.
De vuestro último párrafo resalto los siguientes textos: “El desafío principal consiste en involucrar a todos los actores coordinando sus esfuerzos a fin de obtener el máximo impacto, y en reinventar y reestructurar el modo en que se aborda cada etapa de la cascada de atención….. y los pacientes deben ser participantes activos.”
En esa línea, comparto una propuesta relacionada al tema, incorporando el uso de la Salud Digital, planteada para Perú (https://www.esan.edu.pe/conexion-esan/ciudadanos-empoderados-hacia-estilos-de-vida-saludable ), basada en la experiencia del proyecto C@renet, una plataforma tecnológica que, centrada en el ciudadano, integraba el quehacer de los actores relacionados con el manejo de Diabetes (como ejemplo de enfermedad crónica). Lamentablemente, de ser una implementación exitosa (2008-2011), no pudo ser institucionalizada por los constantes cambios en la gestión del sector y por la aún poca sensibilización de la cada autoridad de turno respecto de la necesidad impostergable de la transformación digital del sector, con todo lo que ello implica.
Saludos
Juan