Lograr mejores resultados a partir de nuestro gasto actual en salud es una forma de mejorar el desempeño de los sistemas de salud. Eso es particularmente cierto en el contexto actual, en el que los presupuestos de los países de la región son limitados y se proyecta que los gastos en salud aumenten 3% por año en términos reales.
Aumentar los retornos del gasto en salud, además, puede ayudar a argumentar a favor de aumentar el gasto en salud en la región, que hoy es relativamente bajo. En este blog, te mostramos cuál podría ser el impacto de mejorar la eficiencia del gasto en salud en la región.
¿Cuánta salud podríamos ganar mejorando la eficiencia del gasto?
Es posible tener una idea de cuánta salud podríamos ganar si comparamos cada país con otros similares en gasto per cápita, teniendo en cuenta factores coyunturales como diferencias demográficas y niveles generales de ingreso.
Para cada nivel de gasto per cápita hay países que han logrado mejores resultados que otros. La pregunta clave es: ¿qué pasaría si los países se desempeñaran tan bien como sus pares con mejor desempeño?
Calculamos estas “ganancias potenciales” para varios países entre 2015- 2019. Los resultados para la esperanza de vida al nacer muestran que con una mayor eficiencia, la región podría ganar aproximadamente 3,5 años con el mismo gasto per cápita (ver gráfico abajo). Eso equivale a una mejora del 4,6%. Para poner esto en contexto, entre 2000-2015 la esperanza de vida al nacer en la región aumentó 3,4 años. Existe cierta variación entre países, incluyendo aquellos con un gasto en salud per cápita similar, como República Dominicana, El Salvador y Paraguay.
¿Es hora de reducir el gasto en salud?
No, esto no significa que el actual gasto en salud sea suficiente o que deba reducirse. Por el contrario, estos resultados indican que en América Latina y el Caribe podríamos lograr más con el gasto actual.
Además, un aumento en el gasto en América Latina y el Caribe podría llevar a mejoras adicionales en los resultados –como es el caso de los países de la OCDE, que gastan más y tienen mejores resultados. Por otro lado, las ganancias reales de una mayor eficiencia en el gasto podrían ser aún mayores, ya que el punto de referencia que utilizamos es el de los países de mejor desempeño, que aún tienen margen para mejorar.
El desafío de política, por lo tanto, está en asegurar que el gasto actual y futuro sea tan eficiente como sea posible. ¿Qué pueden hacer los países? La publicación del BID Gasto inteligente en salud: cómo hacer que cada peso cuente presenta ideas y estrategias, desde la priorización de intervenciones costo-efectivas hasta reducir el desperdicio y cambiar hacia métodos de pago basados en resultados. ¡Descárgala!
Leave a Reply