Hoy más que nunca, la migración es objeto de fuertes debates políticos, no solo en el mundo desarrollado, sino también, cada vez más, en América Latina y el Caribe (ALC). Los flujos intrarregionales en ALC, que eran crecientes, se han intensificado debido al éxodo provocado por la crisis económica y social de Venezuela.
Los debates sobre los impactos de la migración no siempre se basan en evidencia empírica rigurosa, en parte, porque dicha evidencia suele ser limitada debido a la falta de datos adecuados. En los últimos años, sin embargo, han surgido nuevos datos y un redoblado interés por analizarlos con metodologías innovativas que intentan medir los impactos de los flujos migratorios y separarlos de los efectos derivados de otros factores.
En este espíritu, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) coordinó un proyecto de investigación con estudios que muestran evidencia empírica sólida sobre diferentes impactos de la migración en América Latina y el Caribe. El resultado es un conjunto de 15 estudios que analizan diferentes aspectos sobre la migración en nuestra región. Los estudios, resumidos en Blyde, Busso e Ibañez (2020), pueden encontrarse en el siguiente enlace.
Los hallazgos de este proyecto indican que la migración engloba una multiplicidad de efectos sobre las vidas de muchas personas, tanto migrantes como no migrantes, y que difícilmente pueden reducirse a una visión simplista del fenómeno. Tomemos, por ejemplo, el impacto de los migrantes en el mercado laboral.
La evidencia indica que la migración en general tiende a beneficiar relativamente más a los trabajadores nativos más calificados, con los cuales se presentan mayores complementariedades con la población inmigrante. Pero los inmigrantes también pueden ejercer presión sobre el mercado laboral de los trabajadores con menores niveles educativos al competir por empleos similares. La existencia de estos efectos heterogéneos indica que existe un espacio de acción para las políticas públicas (por ejemplo, a través del reentrenamiento laboral) dirigidas a facilitar el ajuste de los trabajadores nativos potencialmente afectados mientras que se preservan los efectos positivos de los inmigrantes sobre el resto de la economía.
El proyecto de investigación contiene igualmente hallazgos valiosos e implicaciones de política en muchos otros aspectos, incluyendo la educación, la salud, el comercio internacional, la asimilación, la separación de las familias, las redes de la diáspora y la migración de retorno. El efecto diferenciado para grupos particulares de la población en muchas de estas otras dimensiones provee orientación sobre cómo priorizar recursos y diseñar intervenciones relevantes que atiendan los retos derivados de la migración y potenciar sus beneficios.
En algunos casos, la investigación arrojó resultados que no necesariamente se esperaban y que sugieren cursos de acción diferentes de lo originalmente anticipado. Por ejemplo, un estudio mostró que no existe una correlación positiva entre la inmigración en Chile y las tasas de criminalidad en este país. Sin embargo, encontró que las comunidades con más inmigrantes presentaron mayores proporciones de habitantes preocupados por la criminalidad. El análisis conjunto de estos resultados indican que existe una desconexión entre la percepción hacía los migrantes y sus impactos reales y que la respuesta adecuada no es necesariamente combatir el crimen sino comprender mejor qué despierta esas actitudes hacia los inmigrantes y qué tipo de intervenciones podrían funcionar mejor para modificar los prejuicios en su contra.
Los impactos de la migración y los beneficios que pueden derivarse de ella dependen del contexto y de las políticas que se implementen. Un conjunto de acciones apropiado que aborde los principales desafíos puede reducir los potenciales impactos negativos y aprovechar, al mismo tiempo, aquellos resultados que sean beneficiosos para el desarrollo. Si bien no cabe duda de que es necesario profundizar las investigaciones en este campo, este proyecto de investigación del BID ofrece un núcleo de evidencia importante para impulsar un debate constructivo acerca de los beneficios de la migración y los desafíos que plantea.
Este tipo de evidencia debería tenerse muy presente al momento de diseñar acciones de políticas públicas. Así la migración puede potenciar el desarrollo económico y ser un apoyo para la población que busca mejores oportunidades en otros países. Por este motivo, la Unidad de Migración del BID va a continuar liderando la producción de estudios e investigaciones con el objetivo de seguir apoyando a los gobiernos de la región a convertir el reto migratorio en una oportunidad de desarrollo.
Ricardo Monge-Gonzalez dice
Excelente, lo leeré con mucho interés. Es un tema en el cual los mitos y la ignorancia tienden a prevalecer en lugar de la acción con base en conocimiento. Los felicito.