Las fallas de mercado que enfrentan las empresas privadas en los países en desarrollo, como Brasil, pueden verse atenuadas por el ingreso a los mercados internacionales. Los ingresos adicionales provenientes de las exportaciones pueden aportar más fondos disponibles para invertir, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (pymes). Hasta ahora, la evidencia al respecto era limitada, pero las investigaciones recientes sugieren que las exportaciones pueden potenciar el desarrollo de las empresas privadas, incluso de las pymes.
Un argumento a favor del comercio internacional es que las exportaciones y el crecimiento económico van de la mano, aunque algunos expertos discuten si uno de los dos motoriza al otro. Por un lado, la evidencia actual sugiere que las exportaciones pueden ser el resultado de una autoselección —es decir, que las empresas que se tornan más productivas se autoeligen para exportar sus productos—. Por otro lado, también está la idea de lo que se conoce como «aprender exportando», según la cual las firmas se vuelven más productivas una vez que empiezan a exportar. Este último punto, el aprendizaje a través de la práctica, quizás sea sólido teóricamente, pero la evidencia empírica entre los expertos en comercio es controvertida. En general, las investigaciones sobre el comercio se centran en cómo las exportaciones afectan el desempeño de las empresas, medido principalmente en términos de productividad.
No obstante, más allá de medir la productividad, algunos expertos han estudiado si las fallas de mercado, como las restricciones al crédito, dificultan los esfuerzos de las empresas por exportar. Según estos investigadores, las restricciones crediticias afectan el comercio de tres maneras diferentes: la selección de distintas empresas para la producción nacional; la selección de productores nacionales para exportar; y cuánto exportará una firma. En definitiva, parece haber evidencia suficiente de que las restricciones al crédito afectan estos tres mecanismos, especialmente en términos de las exportaciones de las firmas.
La escasez de crédito es una falla de mercado que impide el crecimiento del sector privado en los países en desarrollo
No solo restringe las exportaciones y la producción, sino también otros indicadores de éxito empresarial, como las inversiones, la innovación y el crecimiento. Por lo tanto, mitigar la escasez de crédito promueve el desarrollo de múltiples maneras. Si esto es así, uno podría preguntarse si, entonces, destinar más recursos financieros a los países en desarrollo debería mejorar sus sectores privados, ¿verdad?
Si bien, en teoría, es verdad, la escasez de crédito para las pymes es una realidad palpable en todo el mundo —hay evidencia contundente de que las pymes de los países ricos también enfrentan barreras financieras al desarrollo, incluso para exportar—.
En los países en desarrollo, los gobiernos nacionales tratan de mitigar estas fallas de mercado recurriendo a instituciones multilaterales, como el BID.
Dado que el dinero no cae del cielo, es importante pensar en otras formas de mitigar la escasez de crédito como falla de mercado. Un método es exportar. Si bien las firmas enfrentan barreras financieras globales a la exportación, es importante dilucidar si las empresas que se convierten en exportadoras siguen sufriendo restricciones crediticias. Utilizando datos a nivel de empresa de un país desarrollado (el Reino Unido), Greenaway halló que exportar mejora la salud financiera de las empresas.
¿Pero esto les ocurre también a las empresas de los países en desarrollo, como los de América Latina?
Hay evidencia suficiente para creer que las restricciones al crédito obstaculizan el desarrollo del sector privado también en algunos países en desarrollo. En Brasil, un artículo provee evidencia muy robusta que las pymes sufren más restricciones crediticias que las empresas grandes. Además, las mismas investigaciones también hallaron que los exportadores brasileños enfrentan menos restricciones al crédito que quienes no exportan y que las empresas que pueden exportar una cantidad razonable de su producción no parecen sufrir esta falla de mercado. Asimismo, ni siquiera las pymes enfrentan esta restricción al financiamiento si su relación de exportaciones sobre ventas es lo suficientemente alta, lo cual significa que el impacto de la capacidad exportadora sobre las restricciones crediticias no se correlaciona con el tamaño de la empresa.
¿Qué implicancias políticas tienen estos resultados? Algunos expertos pueden cuestionar la idea de aprender exportando, pero estos resultados sugieren que la promoción de las exportaciones o la facilitación del comercio, especialmente para las pymes, pueden mitigar las restricciones crediticias que limitan el desarrollo del sector privado en Brasil. Si bien Denisse Pierolla ya argumentó que centrarse en las empresas grandes es más efectivo para incrementar las exportaciones totales, las políticas diseñadas para ampliar los volúmenes exportados de las pymes pueden mejorar su salud financiera y derribar las barreras crediticias que enfrentan para invertir, innovar y, eventualmente, crecer. Las políticas destinadas a eliminar las restricciones al crédito para las pymes no necesariamente implican destinar recursos financieros. Crear oportunidades para el comercio internacional puede ser una herramienta importante.
Leave a Reply