Ahora que los responsables de las políticas comerciales se encuentran reunidos en Ginebra para participar del Examen Global 2017 de la Ayuda para el Comercio, resulta oportuno analizar algunos aspectos del tema central de este Examen Global que están estrechamente interrelacionados: «Promover el comercio inclusivo y la conectividad para el desarrollo sostenible».
El comercio puede ser una usina de crecimiento económico y desarrollo, ya que les brinda a los actores económicos mejores oportunidades para intercambiar aquellos bienes y servicios en los que tienen ventajas comparativas. Los trabajos relacionados con el sector exportador pagan salarios casi un 20% superiores a los que se pagan en el sector no transable. Por lo tanto, reducir los elevados costos comerciales por medio de la mejora de la conectividad ayuda a promover mejores trabajos para las familias y, en consecuencia, resultados económicos inclusivos.
Desde 1985 hasta hoy, los países de América Latina y el Caribe (ALC) redujeron sus aranceles de nación más favorecida desde aproximadamente un 40% hasta un 10%. Reducciones similares por parte de los principales socios comerciales, acompañadas por la concreción de acuerdos de libre comercio regionales que cubren el 80% del comercio de ALC, han alivianado significativamente el peso de los aranceles, pero, al mismo tiempo, han dejado en evidencia otros costos comerciales asociados con la logística, el transporte y la información, que son —en promedio— tres veces más altos.
Facilitar la conectividad comercial
El exceso de trámites burocráticos implicados en el comercio transfronterizo aumenta los costos para las empresas y las hace menos competitivas internacionalmente. Las herramientas dispuestas en el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC —ratificado a principios de este año—, como la simplificación administrativa a través del sistema de ventanilla única de comercio exterior, la certificación de agentes confiables por medio de programas de operador económico autorizado y la gestión coordinada de fronteras, son cruciales para reducir los costos comerciales. Dada la naturaleza técnica del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, la Ayuda para el Comercio tendrá un papel central en el desarrollo de capacidades destinadas a implementar sus disposiciones y reducir los costos administrativos miles de millones. La conectividad digital, sumada a procedimientos modernizados, es un ingrediente indispensable para que las distintas partes involucradas en estas iniciativas de facilitación del comercio puedan comunicarse de manera eficiente e intercambiar datos.
Asimismo, el comercio digital es una herramienta muy poderosa para que las empresas latinoamericanas, especialmente las pequeñas y medianas (PyMEs), puedan llegar los mercados internacionales. Un estudio reciente [enlace en inglés] halló que el comercio electrónico ayuda a las empresas a superar los desafíos que plantea la distancia y estimó que un incremento del 10% de la distancia reduce las exportaciones tradicionales un 18%, pero provoca una caída de apenas un 3% del comercio que se realiza a través de eBay. Asimismo, el modelo de comercio digital proporciona una serie de herramientas (a través de la conectividad a internet, la información sobre los mercados, los servicios de logística y de pagos y los marcos de políticas) para que las empresas pequeñas también puedan superar las limitaciones de escala y competir internacionalmente. En la misma línea, el estudio realizado por el BID en 2016 titulado Cómo salir del laberinto fronterizo descubrió que programas como el Exporta Fácil les permiten a las PyMEs reducir sus costos e incrementar sus exportaciones, al brindarles servicios de intermediación en conjunción con procedimientos racionalizados.
Pero la inclusividad exige acciones audaces para encontrar instrumentos nuevos, como las asociaciones público-privadas para incrementar las inversiones en banda ancha y lograr las reglamentaciones adecuadas para poder aprovechar al máximo el potencial del comercio electrónico: si bien la penetración de internet en América Latina está por encima del promedio mundial, existen diferencias muy marcadas entre los países, así como entre la cobertura urbana y rural dentro de estos. Por otra parte, el acceso limitado a las tarjetas de crédito o a los servicios financieros en general restringe las opciones de pago con las que cuentan los consumidores.
Promover la inclusión por medio de la reducción de los costos de transporte
Los costos de transporte incluyen componentes tanto internacionales como nacionales. Las inversiones específicas en infraestructura facilitan el acceso a las redes de comercio internacional al reducir los costos de transporte que corresponden al tramo interno. A pesar de contar con ingresos más elevados a nivel nacional, dentro de los países persisten enormes disparidades, que muchas veces están determinadas por la conectividad del transporte y el comercio. Las investigaciones del BID hallaron que las exportaciones tienden a concentrarse marcadamente en unos pocos distritos que cuentan con mejor acceso a los puertos, mientras que las áreas más remotas, cuya infraestructura de transporte es usualmente más limitada, son menos competitivas, debido a que enfrentan costos logísticos más elevados. En Chile, por ejemplo, las primeras 10 municipalidades de un total de 350 dan cuenta del 74% de las exportaciones totales. Se estima que una reducción del 1% de los costos de transporte podría incrementar las exportaciones chilenas un 4%. Por su parte, en Colombia, en el año 2012, el 98% de las exportaciones provinieron de los primeros 10 distritos de un total de 1123.
Las regiones fronterizas también carecen de la infraestructura adecuada porque los gastos realizados por un país para mejorar la conectividad benefician a ambos lados de la frontera, y esto muchas veces conduce a que dichas inversiones no se realicen. En su papel como intermediarios imparciales, los bancos de desarrollo regional y otras instituciones regionales ayudan a alinear los costos con los beneficios de los proyectos en áreas fronterizas, y de ese modo estimulan las inversiones y la acción colectiva en pos de la eficiencia económica regional.
Debido a que los productos agrícolas generalmente son voluminosos y perecederos, los precios de los alimentos se ven particularmente afectados por los costos de transporte elevados. Si los alimentos son más caros, las poblaciones más afectadas son las más pobres, ya que estos productos representan una proporción mayor de sus canastas de consumo. Pero los costos invisibles de las restricciones del lado de la oferta también tienen efectos distributivos para los productores: un análisis de la cadena de suministro de las exportaciones de tomates desde Costa Rica hacia Nicaragua mostró que las ineficiencias logísticas se traducen en costos adicionales para los pequeños exportadores que ascienden a US$27,5 centavos por kilo de tomates, en relación con los costos que enfrentan los exportadores más grandes.
Efectos distributivos de los costos logísticos
Exportador pequeño Exportador grande
Fuente: BID, Banco Mundial y CEPAL, 2010. Cómo reducir las brechas de integración: escenarios y recomendaciones de políticas para promover la infraestructura física y reducir los costes del comercio intrarregional.
Los altos costos de la información
Las empresas que desean exportar, especialmente las PyMEs, enfrentan costos de información producto de su incertidumbre sobre las preferencias de los consumidores, la demanda del mercado y las reglamentaciones de los países de destino. Las políticas de promoción de las exportaciones que procuran superar los obstáculos planteados por la falta de información son herramientas muy importantes para que las empresas de ALC identifiquen nuevos mercados.
ConnectAmericas, la primera red social para empresarios de las Américas, facilita el ingreso de nuevos actores al comercio internacional proporcionándoles una plataforma para que los compradores puedan divulgar sus anuncios de compras y para que las PyMEs identifiquen clientes, proveedores, socios y fuentes de financiamiento. Desde su lanzamiento, se concretaron negocios por un total de US$152 millones a través de ConnectAmericas.
A medida que el comercio se adentra cada vez más en el reino digital, tenemos que agudizar también nuestra comprensión de la infraestructura del comercio. Específicamente, las redes de banda ancha sirven como autopistas por las cuales tiene que fluir la información, como los datos del mercado, las autorizaciones aduaneras electrónicas y los manifiestos de carga digitales. Un estudio del BID [enlace en inglés] estima que, en promedio, un aumento del 10% de la penetración de banda ancha está asociado con un incremento del producto interno bruto del 3,2%, un aumento de la productividad del 2,6% y 67 000 nuevos puestos de trabajo.
La integración económica y digital tiene un potencial enorme para conectar a más y más personas con actividades económicas de valor agregado. Las intervenciones del BID realizadas en el marco de la iniciativa de Ayuda para el Comercio, al enfrentar los factores del lado de la oferta a través de la política comercial y la facilitación del comercio y atender a los problemas transversales, como los de género, han promovido significativamente el acceso a la economía mundial y un comercio más inclusivo.
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