América Latina tiene un problema con la lactancia materna. Pero antes de entrar en los detalles, permítaseme señalar que del 1 al 7 de agosto de 2015 se celebró la Semana Mundial de Lactancia Materna. La lista de patrocinadores es impresionante. Es coordinado por la Alianza Mundial en pro de Amamantar (WABA), una red mundial de organizaciones e individuos que promueven la lactancia materna en todo el mundo. Los socios de este esfuerzo incluyen la OMS/UNICEF, la Academia de Medicina de Lactancia Materna (ABM), la Red Internacional de Grupos de pro Alimentación Infantil (IBFAN) y la Liga de la Leche Internacional, entre otros. ¿Por qué es importante promover la lactancia materna?
La lactancia materna exclusiva es la opción más saludable, barata y más fácilmente disponible para los bebés. Que los niños estén bien alimentados desde el primer día puede hacer una diferencia considerable en sus vidas, y nada es más nutritivo que la leche materna. Las organizaciones de salud pública internacionales recomiendan iniciar la lactancia una hora después del parto y alimentar al niño exclusivamente de esa manera durante los primeros seis meses de vida (OMS 2015). Se ha vinculado la lactancia materna exclusiva en los primeros meses de vida con la reducción de la mortalidad infantil y con mejores resultados infantiles. La lactancia también puede fortalecer el vínculo entre madre e hijo(a) (Papp 2014).
Pero la lactancia materna está lejos de ser universal. Los países de América Latina y el Caribe exhiben grandes diferencias en cuanto al porcentaje de niños alimentados solo con leche materna durante los primeros seis meses de vida (véase el cuadro 3.1). En 10 de los 22 países aquí considerados, las cifras oscilan entre el 25% y el 40%. Sin embargo, las tasas de lactancia exclusiva son considerablemente mayores en algunos países, como Bolivia (60%), Perú (67%) y Chile (82%), y muy bajas en otros, como República Dominicana (7%) y Suriname (3%). Las tasas de lactancia exclusiva de niños de 6 meses o menos en Brasil (39%) siguen estando casi 30 puntos porcentuales por debajo de las observadas en Perú y Chile, aunque son considerablemente más altas que las de México (14%).
En algunos países, los factores socioeconómicos pueden jugar un papel importante. En Bolivia y Perú las mujeres del primer quintil (el más pobre) alimentan a sus hijos exclusivamente con leche materna durante el doble de tiempo que las mujeres del quinto quintil (el más rico). Por otro lado, en Colombia, Haití y República Dominicana no hay diferencias socioeconómicas claras en la duración del período de amamantamiento.
Las tasas de lactancia materna han cambiado para algunos países entre 2000 y 2012, pero no siempre hacia la dirección correcta. La extensión promedio de la lactancia materna exclusiva aumentó considerablemente en Bolivia, Colombia y Perú, pero no en República Dominicana. En México, la disminución en las tasas de lactancia materna ha sido una fuente de preocupación, ya que bajó de aproximadamente un 29% a finales de los años ochenta a un 21% en 2006, y a un 14% en 2012, siendo una de las tasas más bajas de la región (Pérez-Escamilla and others 2012; Colchero and others 2015).
Aunque las razones por las cuales existen grandes diferencias entre países en las tasas de lactancia materna no se entienden bien, varias intervenciones han demostrado ser eficaces en el aumento de las tasas de lactancia materna en algunos entornos, tanto dentro como fuera de la región. Algunas de estas estrategias se discuten en la edición 2015 de la publicación emblema del BID, Desarrollo en las Américas (DIA), titulada Los Primeros años: el bienestar infantil y el papel de las políticas públicas. Haga clic aquí para recibir actualizaciones sobre este libro y un PDF gratuito al publicarse.
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