La propagación del Coronavirus (COVID-19) ha llevado a los países de la región a implementar diferentes medidas económicas y sociales para reducir su impacto. La incertidumbre causada por la falta de una vacuna, la forma en cómo se ha propagado o el tiempo que podrá demorar hasta volver a la rutina normal genera más preocupación.
La prioridad inmediata de los gobiernos es garantizar la salud, pero también medidas que aseguren el acceso a los servicios públicos. A medida que crece el número de casos confirmados de COVID-19 y los llamados de gobiernos a cerrar centros de diversión y realizar trabajo a distancia, también se pierden millones de empleos en el mundo.
Esto ha conllevado también a los gobiernos a implementar medidas para el corto plazo en el sector energético. En países como Francia, el Gobierno suspendió el pago de servicios eléctricos. Mientras que, en el Reino Unido las empresas de gas y electricidad se unieron al Gobierno para garantizar los servicios a los ciudadanos más vulnerables del país.
Las medidas implementadas como mejores prácticas se concentran en tres grandes grupos:
a) Garantizar la seguridad ocupacional de los trabajadores para la operación y mantenimiento de las empresas del sector eléctrico.
En Europa, muchos países están adoptando medidas para garantizar la operación y mantenimiento. Por ejemplo, en Alemania están construyendo albergues para tener duplicar en los turnos de trabajo en las plantas de generación, especialmente las nucleares.
Las empresas de electricidad se encuentran entre las 16 industrias etiquetadas como “sectores de infraestructura crítica” por el Departamento de Seguridad Nacional de los EE. UU., lo que provoca tener un mayor nivel de cooperación y escrutinio de las agencias gubernamentales encargadas de la seguridad pública.
La industria eléctrica de los EE. UU. está estudiando la posibilidad de pedirle al personal esencial que viva en sitio, en las plantas de energía y centros de control para mantener las operaciones en funcionamiento, si el brote de coronavirus empeora. También ha estado almacenando camas, mantas y alimentos para su personal.
b) Mecanismos de soporte a la asequibilidad del servicio de energía
Las grandes empresas eléctricas en España ya han decidido que no van a cortar la luz a sus clientes, pese a que el Gobierno solo ha prohibido el corte para los consumidores vulnerables, con lo que los potenciales impagos supondrán una pérdida de ingresos en el corto plazo. Esto implica un impacto en la liquidez de las empresas y su vulnerabilidad a no cubrir los costos del suministro.
Otro país que ha tomado medidas en este sentido es Francia, que ha anunciado que el Estado asumirá el costo del no pago de los servicios básicos. También se suspenderá el pago de impuestos y de seguridad social, de las facturas de agua, luz y gas, así como los alquileres.
c) Estrategia para garantizar la sustentabilidad económica del sector
La tensión financiera a la que están sometidas las empresas eléctricas puede ser extrema en el caso de las pequeñas comercializadoras, muchas de las cuales no pueden soportar por mucho tiempo una reducción generalizada de ingresos. Esta situación es particularmente compleja para comercializadoras cuya base de clientes tiene una alta composición de PYMES. Portugal ya se ha adelantado a esta situación y ha establecido que las comercializadoras puedan demorar el pago a las distribuidoras mientras se prolonga la situación de alarma para hacer frente a la pandemia sanitaria.
El presidente francés anunció que se destinarán 300.000 millones de euros a salvar las empresas. El Estado asumirá el pago de los créditos bancarios contraídos.
Los trabajadores del sector eléctrico también están afuera, garantizado la operación y mantenimiento del sistema. Conoce algunas medidas implementadas por los gobiernos para asegurar el servicio eléctrico durante el brote del #coronavirus. 🔗 https://t.co/LCUTXupoDY pic.twitter.com/JgyuX93FHd
— BIDenergía-IDBenergy (@BIDenergia) March 30, 2020
Algunos países en América Latina y el Caribe ha comenzado a implementar alguna de estas medidas, quizás de forma aislada, pero con el objetivo de garantizar el acceso a la energía eléctrica a sus ciudadanos. De forma particular, el BID está acompañando diferentes acciones con recursos y asistencia técnica con hasta US$12.000 millones destinados a la crisis y sus consecuencias. Garantizar los servicios de electricidad será necesario para mantener la luz encendida en la región.
Emilio Gudemos says
Estimados Todos
Coincidimos plenamente que el suministro de electricidad es vital para mantener los servicios esenciales sanitarios y aludo a lo que mencionan “Garantizar los servicios de electricidad será necesario para mantener la luz encendida en la región”
Una cita en el Wall Street Journal , resume la importancia de la electricidad en este momento: “Hay un millón de advertencias sobre un millón de cosas serias. Agregamos uno: todo funciona, y seguirá funcionando, mientras tengamos electricidad. Es lo que mantiene las luces encendidas, el flujo de oxígeno y la información”
En nuestra región de América Latina y el Caribe y en particularmente en las zonas rurales aisladas no se cuenta con sistemas energéticos, inclusive en centros poblados puede resultar escaso en condiciones de pandemia
El interés en los sistemas Solares Fotovoltaicos y sus micro redes asociadas, surge solo después de un desastre, demasiado tarde para corregir el daño causado por los cortes de energía.
Las Micro Redes que incluyen energía Solar Fotovoltaica, almacenamiento de energía en baterías y generadores de respaldo diésel, los mismo que los sistemas Fotovoltaicos Autónomos; brindan una solución fiable, por citar algunos:
– Suministro Eléctrico de hospitales, centros de salud primaria (para citar ejemplos, como lo serían los CAPS Centro de atención primaria de la salud en Argentina o los CESAR Centro de Salud Rural, CESAMO Centro de Salud Médico Odontológico de Honduras, o los CLAS Comités Locales de Administración en Salud de Perú, etc. etc.).
– Para Bombeo, distribución, potabilización y desalinización de agua.
– Refrigeración de vacunas, medicamentos y alimentos.
– Iluminación pública. Comunicaciones, y servicios básicos comunitarios.
Estos sistemas solares son autónomos, de rápida instalación, y mínimo mantenimiento, Inclusive tele gestión y tele medición. Brindando una opción inmediata a condiciones de emergencias.