La lucha contra el cambio climático es uno de los mayores desafíos mundiales en el siglo XXI y aunque parezca paradójico, la industria minera, incluido el litio, será responsable de proporcionar gran parte de los materiales necesarios para que este cambio sea posible. Los retos medioambientales actuales requieren, entre otras cosas, de una profunda transformación del sistema energético global.[1] Esa transformación implica acelerar una mayor electrificación de la economía; incrementar uso de la energía solar, eólica y de las tecnologías bajas en emisiones; y, aumentar las capacidades de almacenamiento y el uso de micro redes y redes inteligentes; entre otras. Para ello se necesitará, además de voluntad y esfuerzos mancomunados, cuantiosos insumos materiales.
De esta manera, la aceleración de la transición energética hacia la energía limpia resalta la necesidad y la importancia de minerales y metales en la descarbonización y electrificación de las economías, así como la implementación de modelos de desarrollo más sostenibles. Contrario a la percepción universal, las tecnologías de fuentes de energía renovable no convencionales (como solar y eólica), generalmente requieren más minerales que sus contrapartes basadas en combustibles fósiles. Se estima que la producción de minerales tales como el litio, el cobalto y el grafito se incremente exponencialmente debido a la creciente demanda de las tecnologías como las baterías, las turbinas eólicas, los paneles solares o los autos eléctricos. Un futuro bajo en carbono implica toneladas de nuevos minerales y metales.[2]
En los últimos años, el auge del aprovechamiento de las energías renovables no convencionales ha sido acompañado por un mayor interés en el litio, debido a que las baterías elaboradas con base en este metal aportan una solución efectiva al reto de almacenamiento de la energía generada por fuentes intermitentes. Se prevé que para 2050, la demanda mundial de litio aumente en más de un 950 %, impulsada principalmente por un aumento de trece veces en el almacenamiento de energía basado en baterías.
La relevancia del litio en la región para la transición energética
El litio se comercializa principalmente como carbonato, cloruro, o hidróxido, y se utiliza como materia prima de otros bienes o productos finales. Sus usos son diversos: fuera del ámbito energético son conocidas sus propiedades para usos farmacológicos e industriales diversos, la fabricación de vidrios, cerámicos y aluminio. Sin embargo, la mayor expectativa sobre el litio se genera actualmente por su relevancia como insumo crítico para la fabricación de baterías para el transporte eléctrico y el almacenamiento de energía. Las baterías de iones de litio o Li-ion son un elemento clave de los desarrollos tecnológicos actuales y de los esfuerzos por electrificar la economía. Las baterías proveen una respuesta rápida, modularización e instalación flexible y contibriurán a la descarbonización del sector transporte, y una mayor integración de tecnologías de energía renovable intermitente en la red.
El rol estratégico del litio en la transición energética mundial es de particular importancia para nuestra región. Argentina, Bolivia y Chile, que conforman el “Triángulo del Litio” cuentan con alrededor del 67 % de los recursos globales de litio. Adicionalmente, Perú ha descubierto depósitos de litio en roca dura.[3] Pero, junto a una creciente demanda y nuevas oportunidades económicas para los países ricos en recursos de litio, nuevos y grandes desafíos emergen para su industrialización en el marco de una transición energética responsable y sostenible.
El litio y otros minerales de las que depende el futuro energético bajo en carbono es un recurso “finito” o no renovable. Proteger y asegurar la cadena de suministro de minerales requiere no sólo de crear nuevas herramientas y técnicas de abastecimiento más sostenibles (exploración y extracción), sino también apostar por sistemas circulares de los minerales críticos. Por el lado de la extracción de litio de salmueras y rocas, la sostenibilidad del aprovechamiento del litio en procesos industriales debe ir acompañado de la optimización de las técnicas de extracción, uso eficiente del agua (el proceso de extracción de litio utiliza aproximadamente 500.000 galones por tonelada métrica de este mineral), y de la identificación y adopción de las mejores prácticas sociales y ambientales.
La necesidad de la producción sostenible en la industria
Sin embargo, satisfacer el crecimiento de la demanda de insumos minerales de forma sostenida, requerirá no sólo de mayor y mejor producción, sino de soluciones como el reuso y el reciclaje. Debemos también generar conciencia sobre la necesidad de modelos circulares, promoviendo una segunda vida para los materiales. Cada gramo de litio que se reutiliza, por ejemplo, es un gramo menos de demanda sobre salares y de los otros sitios dónde se produce litio.
El proceso de transición energética mundial nos invita a trabajar en estrategias que nos permitan transformar retos y riesgos en oportunidades. Todo desafío trae consigo una nueva oportunidad. Para una industrialización exitosa y sostenible del litio en América Latina y el Caribe, debemos, re imaginar y rediseñar nuestra estrategia de inserción en las cadenas globales de valor. Se requieren mayores esfuerzos, tanto de gobiernos locales como nacionales, e incluso de nuevas alianzas regionales que permitan el desarrollo efectivo de mayores y mejores eslabonamientos productivos.
Desde el BID trabajamos en la generación de una estrategia regional de desarrollo, con énfasis en la superación de los desafíos de productividad y sostenibilidad ambiental. Es hora de materializar la batería de oportunidades que nos brinda el Litio. ¡El tiempo es ahora, Pa’ Mañana es tarde!
Para conocer más sobre las oportunidades y restricciones que existen para la construcción de eslabonamientos productivos y tecnológicos, y en particular para las provincias en donde se localizan las reservas respectivas, visite: https://publications.iadb.org/es/litio-en-la-argentina-oportunidades-y-desafios-para-el-desarrollo-de-la-cadena-de-valor
[1] IPCC (2018) Summary for Policymakers. In: Global Warming of 1.5°C. An IPCC Special Report on the impacts of global warming of 1.5°C above pre-industrial levels and related global greenhouse gas emission pathways, in the context of strengthening the global response to the threat of climate change, sustainable development, and efforts to eradicate poverty. In Press. https://www.ipcc.ch/sr15/chapter/spm/
[2] Cerca de 3 mil millones de toneladas de minerales y metales serán necesarios para ampliar la base de las fuentes de energía renovable no tradicionales, incluyendo para el almacenamiento de la energía en baterías requeridas.
[3] Casi el 60% de los recursos mundiales de litio se encuentran en salmueras, el 25% en minerales y el resto en arcillas, aguas geotérmicas y salmueras de yacimientos petrolíferos.
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