En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se lleva a cabo en los Emiratos Árabes Unidos (COP28), 16 países de América Latina y el Caribe presentan la iniciativa climática de energías renovables más ambiciosa a nivel mundial.
Mientras los líderes mundiales buscan triplicar la capacidad de generación de energía renovable para poder limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales, de conformidad con el Acuerdo de París, 15 países de la región de la iniciativa RELAC acordaron aumentar la participación de las energías renovables en sus sistemas eléctricos al 2030.
La ambiciosa meta global de triplicar la energía renovable, respaldada por la presidencia de la COP28, se perfila como un pilar clave en el camino colectivo hacia un futuro de cero emisiones netas para 2050, reconociendo que la contribución de cada región no puede, ni debe ser igual. Se espera que estos esfuerzos desencadenen una transformación hacia sistemas de electricidad más limpios, faciliten el acceso a energía asequible, creen millones de empleos verdes y catalicen la inversión pública y privada para fomentar un crecimiento económico sostenible.
La importancia de RELAC
La iniciativa Renovables en Latinoamérica y el Caribe (RELAC) fue lanzada como una plataforma de acción climática por tres países de la región en septiembre del 2019 con el objetivo de alcanzar una participación de al menos 70% de energía renovable en la matriz eléctrica regional al 2030. En 2023, la plataforma ya cuenta con 16 países miembros y 15 agencias socias que ayudan a canalizar asistencia técnica y financiación para cubrir las necesidades de la transición energética en estos países.
Durante la reciente Semana de la Energía de OLADE, en Uruguay, los países miembros de RELAC discutieron los avances de la iniciativa y las actividades clave realizadas durante el año 2023, presentadas por el BID en su rol de Secretaría Técnica. Asimismo, recibieron un informe detallado de actualización de la meta regional con base en los compromisos establecidos en sus propias políticas, incluyendo las metas actuales de los países en RELAC y del del sector eléctrico en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC), así como los planes de expansión de generación eléctrica nacionales más recientes.
En línea con estos hallazgos, los países miembros de RELAC aprobaron la Declaración de Montevideo, la cual considera elevar la meta de participación de energías renovables en la capacidad instalada total de generación eléctrica de los países miembros del 70% al 73% para 2030, y la meta de participación de renovables en la generación total de electricidad del 70% al 80% para el mismo período.
Esta última meta actualizada es 2.6 veces mayor que el promedio de participación de renovables en los sistemas eléctricos a nivel global al 2022 y seguiría siendo 1.6 veces mayor que el mismo promedio global al 2030, según el escenario más conservador de la Agencia Internacional de Energía en su más reciente estudio de prospectiva, lo que muestra claramente el gran nivel de ambición de esta iniciativa regional.
Además, como parte de la misma Declaración de Montevideo, se propuso una nueva meta regional de lograr una participación de al menos el 36% de energías renovables en la oferta total de energía para 2030, una meta de carácter indicativo y voluntario que será monitoreada mediante el Índice de Renovabilidad de la Oferta Total de Energía (IROTE) de OLADE. Este nuevo enfoque, así como las metas actualizadas de RELAC, contribuirán significativamente a la meta global de triplicar las renovables y reforzarán el liderazgo de América Latina y el Caribe en el proceso de transición energética. Este nuevo indicador también contribuye a alinear los esfuerzos regionales con el Objetivo de Desarrollo Sostenible correspondiente a la Energía Sostenible (ODS 7.2), que implica un aumento sustancial de energía renovable en el consumo total de energía final al 2030.
Próximos pasos para lograr los compromisos climáticos
La fijación de metas es un primer paso importante en cualquier política energética enfocada en la sostenibilidad. Pero más importante aún será su implementación, la cual requerirá esfuerzos importantes a nivel de financiación de estas nuevas infraestructuras renovables de generación eléctrica. La buena noticia es que estas nuevas inversiones se verán compensadas por los ahorros generados gracias a la reducción en costos variables y de operación de las centrales de combustibles fósiles que se retirarían o dejarían de construir. En el caso de los países RELAC, alcanzar al menos 80% de generación renovable al 2030 representaría un beneficio neto anual de $1000 millones de dólares en promedio.
Estos acuerdos y debates reafirman la posición de RELAC como un referente en la promoción de metas regionales para el desarrollo de energías renovables, así como también como una plataforma crucial para proporcionar apoyo y asistencia técnica a los países miembros. Este apoyo es esencial para la consecución efectiva de las metas regionales y metas globales que se aprueben durante la COP28. Así, RELAC continuará siendo un actor clave en la alineación de los esfuerzos regionales con los objetivos globales, asegurando una transición energética que responde tanto a las necesidades locales como a las prioridades ambientales mundiales.
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