La pandemia dejó en evidencia las desigualdades educativas existentes entre los más ricos y los más pobres en América Latina. Frente a la crisis, los ministerios de educación apostaron por la educación en línea. Sin embargo, esta modalidad deja en desventaja a las niñas, niños y jóvenes que carecen de acceso a internet o una computadora en sus hogares, ya que menos del 14% de los estudiantes pobres de educación primaria de la región tienen una computadora conectada a Internet en casa, en comparación con más del 80% de estudiantes de nivel socioeconómico más alto con el mismo nivel educativo (OECD, 2020). Ante esta situación, una solución innovadora que está ganando terreno en varios países son las tutorías remotas por teléfono.
Se trata de una estrategia que ha encontrado un número creciente de organizaciones y gobiernos para llevar la educación a los estudiantes más necesitados.
La evidencia de otras regiones sugiere que este tipo de tutorías tienen un impacto positivo en el aprendizaje de los estudiantes. En Bangladesh y Botswana, los primeros estudios realizados demostraron efectos significativos y relevantes.
En el caso de América Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), comprometido en generar evidencia de políticas efectivas, lideró la primera investigación experimental para evaluar el efecto de las tutorías telefónicas en El Salvador. A continuación, presentamos los principales resultados.
Tres características de las tutorías telefónicas: efectividad, bajo costo y adaptabilidad
¿En qué consistió el programa?
El programa evaluado en El Salvador consistió en tutorías telefónicas de 20 minutos durante ocho semanas para estudiantes de bajos recursos en los departamentos de Chalatenango, Cabañas y Morazán, diseñadas para mejorar su nivel de matemáticas.
Tres resultados logrados por el piloto de tutorías en El Salvador
1. Las tutorías lograron acelerar los aprendizajes:
Según las estimaciones, estas tutorías remotas tuvieron un efecto de 0.23 desviaciones estándar, lo que equivale a decir que los estudiantes que se beneficiaron del programa de ocho tutorías aceleraron su aprendizaje en un 33% en comparación a aquellos que no participaron del programa, o que lograron recuperar un cuarto de año escolar. Es el doble del promedio de una intervención típica de educación (Evans and Yuans,2022).
2. Generan un alto retorno:
La intervención en El Salvador fue costo-efectiva, ya que tuvo un costo de US$38 por estudiante, lo que equivale a una mejora de 0.69 desviaciones estándar por cada 100 dólares invertidos. Esto supera la efectividad de otras intervenciones educativas, convirtiéndola en una intervención prometedora para países de bajos recursos en la región.
Para entender mejor esta cifra, se utilizó una medida llamada Años de Escolaridad Ajustados por Aprendizaje (LAYS, por sus siglas en inglés) (Angrist et al. 2020). Esta medida compara las ganancias de aprendizaje obtenidas gracias a un programa con una referencia de un año de aprendizaje en un sistema de alta calidad educativa. Aplicando esta medida a los resultados obtenidos por las tutorías, se encuentra que, a pesar de ser un programa corto y focalizado, tiene el potencial de lograr aproximadamente 8 meses de aprendizaje de alta calidad.
3. Las tutorías telefónicas se pueden adaptar a las necesidades de cada estudiante:
Una de las principales ventajas de esta modalidad es su capacidad para ofrecer una atención adecuada a las necesidades específicas de cada estudiante. Al establecer una conexión personal con su tutor, los estudiantes pueden hacer preguntas y recibir respuestas inmediatas, lo que les permite avanzar en su proceso de aprendizaje de manera más efectiva. Esta guía individualizada permite al estudiante superar sus dificultades particulares.
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Los retos en la implementación de las tutorías y las lecciones para futuras intervenciones
La implementación efectiva de las tutorías telefónicas en El Salvador trajo algunos retos, que también pueden presentarse en otros países de la región. Entre ellos, destaca la desconfianza de las familias a la hora de responder el teléfono por miedo a extorsiones o a estafas, la falta de interés de los jefes de hogares por estos servicios educativos y la escasez de tutores capacitados.
Estos retos han resaltado la necesidad de realizar un proceso dedicado de sensibilización con la comunidad escolar, lo que incluye a directores educativos, docentes y familias.
Parte del éxito de la implementación está en que los diferentes actores puedan identificar el problema y así puedan valorar las tutorías y su rol en ellas como una solución efectiva. Para esto, desde la misma planeación debe destinarse un tiempo importante para realizar la sensibilización, en donde se explique detalladamente el programa a las familias y se genere confianza alrededor del programa.
En cuanto a la escasez de tutores, se ha identificado que más allá del perfil que tengan, es importante el apoyo y acompañamiento que se les brinde a lo largo del programa para guiarlos en los retos pedagógicos y socioemocionales que pueden enfrentar con los estudiantes en las tutorías.
Hermann Petersen dice
Excelente noticia. ¿Han pensado en utilizar y aprovechar los desarrollos en Inteligencia Artificial para reducir los costos y no necesitar de “un tutor individual por cada intervención”, así como lo hace Amira Learning por ejemplo?
Con un tutor inteligente bilingüe desarrollado para entender y ayudar a los niños en cualquier momento, se expande la capacidad de atención y se alcanzan todas las regiones de un país sin importar el horario porque no se depende de la cantidad de tutores disponibles!
Eveling Ramos dice
Me parece una buena iniciativa que promueve el uso de alternativas para “no dejar atrás” a ningún estudiante, un tutor que oriente y de seguimiento al estudiante en su aprendizaje, generando la continuidad del contacto humano en el proceso de enseñanza – aprendizaje.
En cuanto al uso de la inteligencia artificial, me parece genial, siempre y cuando se den para actividades específicas de respuestas rápidas y generales; pero si es necesario que el estudiante continue con la orientación e interacción de su tutor quien lo motive y oriente de manera personalizada en las actividades desarrolladas.