Marcos acaba de mudarse a una aldea nueva en Honduras por un tema de seguridad en su antigua aldea; y para él está siendo muy duro poder ajustarse a su nueva escuela, principalmente por las modalidades híbridas, que ha traído el COVID19, para las cuales es necesario tener conectividad a internet de manera continua. En una familia monoparental, donde la madre de Marcos hace su mejor esfuerzo para brindarle las necesidades básicas, Marcos tiene que trabajar esporádicamente debido a la necesidad de poder contar con insumos básicos para la escuela.
Así como Marcos, existen casi 503 mil jóvenes en Honduras y 228 mil en El Salvador cuya situación es similar y que, muchas veces debido a temas de seguridad y/o recursos económicos, no pueden continuar con sus estudios. Los altos costos de la conectividad a internet, transporte y seguridad en el trayecto hacia la escuela, hace que muchos jóvenes decidan abandonar la escuela e intentar incorporarse al mercado laboral de la zona. Así, en Honduras y El Salvador tan solo el 7% y 18% de los jóvenes más vulnerables respectivamente logran culminar la secundaria; situación que debido a la crisis sanitaria empeorará, incrementando la tasa de inasistencia en 12%, lo que representa un poco más de 32 mil jóvenes para cada país.
Para abordar las diversas dificultades diarias de que los jóvenes enfrentan, muchos países como México, Perú, Colombia, entre otros, han venido desarrollando programas de incentivos monetarios (Prospera, Juntos, Más Familias en Acción) los cuales han impactado positivamente en la protección de las trayectorias educativas de niños, niñas y adolescentes. Estos programas suelen ser una gran estrategia para levantar cierto tipo de barreras. No obstante, el diseño de estos mecanismos debe ser contextualizados a la realidad de cada país y las barreras específicas de la población objetivo. Por esta razón, es fundamental identificar cuáles son los elementos más importantes de los incentivos monetarios y discutir profundamente sobre cuál es el punto óptimo para cada uno.
5 elementos indispensables para el diseño de incentivos monetarios para mejorar la asistencia escolar de jóvenes:
1. Condicionalidad asociada al incentivo:
- Representa el objetivo final del programa y metas que debe cumplir el estudiante para conseguir el incentivo. Es importante considerar la cantidad de condicionalidades y que los indicadores que se estarían usando para la verificación estén en manos de los estudiantes y/o sus familias. Las condicionalidades más comunes están relacionadas a la matrícula y asistencia continua a la escuela.
2. Receptor del incentivo:
- Se refiere a la persona que recibe el pago, que puede ser el representante legal del estudiante o el estudiante mismo. En los distintos países es muy común que el receptor será el padre o la madre debido a restricciones legales para la transferencia de dinero en menores de edad, pero se ha visto mejores impactos cuando el receptor final es el estudiante mismo.
3. Monto del incentivo:
- Se refiere a la cantidad monetaria que se transferiría si se cumplen las condicionalidades. El monto es uno de los elementos más importantes debido a qué debe ser óptimo para poder abordar el problema económico de los jóvenes y que lo incentive a cumplir con las condicionalidades. El cálculo del monto del incentivo podría obtenerse sumando los gastos promedios que se intentan cubrir (p. ej. transporte, datos de internet), o igualando salarios de trabajos que realizan los jóvenes paralelamente a sus estudios.
4. Frecuencia del incentivo:
- Representa el número de veces que se realizará la transferencia en un periodo determinado (p. ej. mensual, semestral, anual). Es importante considerar que existe un trade-off entre frecuencias cortas y largas. Las cortas implican mayores costos de implementación (ejecución y verificación), pero a vez mayor liquidez de los jóvenes para hacer frente a las barreras económicas y mayor motivación en continuar cumpliendo las condicionalidades, mientras que las largas, implican menores costos de implementación, pero podrían generar perdida de interés de los jóvenes en el tiempo.
5. Medio del pago del incentivo:
- Hace referencia al mecanismo para la transferencia del dinero (p. ej. dinero en efectivo, cheque, banco).Este es un elemento importante porque depende de la capacidad administrativa de los países y a su vez se fijará como insumo para la determinación de los elementos previos.
![](https://blogs.iadb.org/educacion/wp-content/uploads/sites/22/2022/01/EDU_desercion-escolar-2_ccexpress-1024x537.jpeg)
Si bien, los incentivos monetarios ayudan a levantar las barreras económicas de los jóvenes, muchas veces existen motivos más individuales que interrumpen la trayectoria educativa como, por ejemplo; baja motivación o la presión de pertenecer a una pandilla. Por esta razón, es importante complementar los incentivos monetarios con incentivos no-monetarios usándolos como impulsos que ayuden a cambiar el comportamiento y percepciones de los jóvenes protegiéndolos contra factores de riesgos individuales. Así, uno de los mecanismos no-monetarios tiene que ver con la provisión de información sobre la importancia de la escuela y los peligros de realizar prácticas ilícitas, que tiene al menos 2 elementos claves:
Contenido del mensaje:
Hace referencia a qué información se va a transmitir, así como el lenguaje y la redacción que se usará. Este elemento es importante pues determinará si el mensaje puede ser entendido por los estudiantes y si la información provista es la adecuada para establecer cambios de comportamiento.
Frecuencia del mensaje:
Al igual que en el caso monetario, hace referencia a cuán seguido se envía el mensaje. Este elemento es importante pues ayuda a generar hábitos a través de la información que se envía. No obstante, si la frecuencia es muy seguida, y el mensaje no cambia o evoluciona, podríamos generar agotamiento y pérdida de interés.
Los incentivos son mecanismos que han demostrado gran impacto para ayudar a muchos jóvenes como Marcos, con barreras económicas, para logre culminar sus estudios. No obstante, el diseño de estos incentivos es complejo y requiere un entendimiento profundo de la realidad de cada país a nivel administrativo y e individual – población objetivo – así como pilotos y un sistema de monitoreo para garantizar el adecuado funcionamiento de los incentivos previo al escalamiento.
Descarga la guía para el diseño de transferencias monetarias condicionadas dando clic aquí
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