Escrito por Juan Prawda, Carlos Herran y Sabine Aubourg
“Necesitábamos reducir la tasa de accidentes que se producían durante la transferencia de la carga en el puerto de Bridgetown —el más importante de Barbados— debido al manejo inapropiado de los contenedores. Al entrenar estibadores, operadores, y supervisores de cargas en las técnicas apropiadas de amarre y desamarre de acuerdo a normas internacionales, reduciremos los daños a la carga y mejoraremos nuestra productividad”.
Este testimonio es uno de los tantos que emergen de la revolución silenciosa que está ocurriendo en Barbados y que está transformando la forma en que la formación técnica y vocacional está contribuyendo al capital humano y la competitividad de esta pequeña isla de 300.000 habitantes. Detrás de esta revolución se encuentra el Fondo de Formación Basado en Competencias (CBTF, por sus siglas en inglés), un esquema innovador para financiar iniciativas de formación basadas en competencias que son promovidas por los empleadores, están alineadas con los estándares de las industrias y culminan en la certificación de los participantes.
La mejora de las competencias y habilidades de la fuerza laboral de la isla ha sido una prioridad importante para la Estrategia de Desarrollo de los Recursos Humanos (HRD) de Barbados en los últimos cinco años. Como resultado, el gobierno central y el BID desarrollaron el programa “Habilidades para el Futuro”, una iniciativa conjunta para mejorar la calidad y la pertinencia de la educación secundaria a través del fortalecimiento de habilidades académicas y “para la vida”; así como para alinear la oferta y la demanda de habilidades a través de sistemas de formación promovidas por los empleadores. En el contexto de este programa, el Fondo de Formación Basado en Competencias (CBTF) surgió como una manera de establecer alianzas productivas entre actores claves.
Las directrices del CBTF requieren que los empleadores trabajen conjuntamente con los centros de formación para identificar brechas de habilidades y desarrollar módulos de entrenamiento basados en competencias que respondan a las necesidades de sus industrias. Los participantes son evaluados y certificados por la agencia nacional —el TVET Council— de acuerdo a estándares nacionales e internacionales. Esta metodología representa un cambio crítico dado que promueven una interacción más cercana y continua entre los empleadores, los centros de formación y las agencias públicas de evaluación y certificación.
El nuevo enfoque que se le ha dado a la formación vocacional en Barbados busca alejarse de la formación tradicional, en la que los centros de formación definían el contenido del entrenamiento y el desarrollo de los estándares. El proceso de certificaciones reconocidas por las industrias resultaba lento, y el trabajo conjunto entre los empleadores y los entrenadores era limitado y la formación proporcionada por las compañías era escasa y no tenía perspectiva estratégica ni recursos para desarrollar estándares y certificaciones basados en competencias.
La evidencia de los cambios revolucionarios iniciados por el CBTF desde hace dos años puede apreciarse en el tamaño y el tipo de iniciativas de entrenamiento desarrolladas, y más importante aún, en la manera en que el programa ha redefinido las dinámicas de interacción entre los actores claves. Hasta este año, más de 100 propuestas en sectores claves como hospitalidad y turismo, energía y manufactura han sido presentadas, productos del trabajo entre empleadores y centros de formación. De estas 100, las mejores 25 han sido financiadas, capacitando a casi 4.000 hombres y mujeres a través de programas relevantes basados en competencias.
El éxito de esta formación depende en gran medida de la demanda de los empleadores en sectores claves en la economía barbadense. Actualmente, existe una cartera de iniciativas por aprobar y nuevas cohortes de graduandos que deberán ser evaluados y certificados. Esto ha creado incentivos para que el TVET Council fortalezca su capacidad de generar nuevos estándares y modernizar el proceso de evaluación.
Los resultados iniciales de todas las propuestas indican que la introducción del CBTF ha producido un aumento claro en el número de compañías que llevan a cabo capacitaciones basadas en competencias, la cantidad de recursos invertidos en el tipo de formación y el número de participantes que reciben certificación. Así mismo, de acuerdo a las opiniones recogidas de las empresas, la mayoría de ellas tienen una percepción positiva del impacto de la capacitación en la productividad de sus empleados (60%) y en los prospectos de empleabilidad en el futuro después de su paso por la compañía (60 a 80%).
Una cuarta llamada a propuestas está pautada para este año, y mientras el programa entra en su próxima fase, la esperanza es que los éxitos continúen y se siga recolectando evidencia del potencial que una mejor sinergia entre actores del sector público y privado puede tener en la efectividad de los programas de formación vocacional. El Caribe y el resto de la región tienen mucho que aprender de la pequeña Barbados.
Yecy Escober dice
Me parece interesante este tema, ya que en mi país, se está planteando un proyecto que permita hacer ajustes curriculares y proponiendo estrategias para el emprendimiento en jóvenes del III ciclo de la Educación básica..
Me gustaría tener más información de experiencias de éxito en este tema.