Por Diana Hincapié, Florencia López Boo, Claudia Quintero y Marian Licheri
Es muy común que la tecnología y la digitalización predominen en las conversaciones y debates sobre innovación. Sin embargo, la innovación tiene otras caras: la de las personas que están al centro de los proyectos, la generación de conocimiento y el aprendizaje compartido.
Esto lo hemos vivido gracias a una maravillosa alianza que se creó hace 4 años con este enfoque de innovación para promover el desarrollo de los niños y niñas en sus primeros años de vida en América Latina y el Caribe: el Fondo de Desarrollo Infantil Temprano.
Desde su creación en 2017, el Fondo se embarcó en un viaje hacia la innovación para mejorar la calidad de los servicios de desarrollo infantil temprano (DIT), con énfasis en las poblaciones vulnerables. Esta alianza nos ha permitido financiar y apoyar el diseño, la implementación y la evaluación de soluciones innovadoras para el desarrollo infantil temprano en 5 áreas de trabajo:
i) la mejora de la calidad en la atención ofrecida en los centros de desarrollo infantil y los prescolares; ii) programas para apoyar a las familias en el desarrollo de sus hijas e hijos; iii) la integración de componentes que apoyen el desarrollo infantil temprano en intervenciones existentes en los sectores de educación, salud, nutrición, protección social, entre otros; iv) la generación de datos, estudios, aprendizaje y la difusión de este conocimiento; y v) fortalecer las redes regionales de DIT para compartir conocimiento y mejores prácticas.
A lo largo de estos años, hemos identificado elementos esenciales en nuestros proyectos y nuestra manera de trabajar que han afianzado nuestro propósito de lograr servicios de DIT de calidad y a escala: servicios que tengan la capacidad de impactar positivamente a un gran número de niños para el resto de sus vidas. Estos tres elementos clave en la labor del Fondo son:
- crear proyectos innovadores centrados en las personas,
- crear conocimiento sobre la calidad de los servicios;
- crear y fortalecer alianzas y comunidades de aprendizaje.
Veamos cada uno de ellos.
1. La innovación comienza poniendo a las personas en el centro de las intervenciones y el Fondo DIT está comprometido con este enfoque con 16 proyectos en implementación en 7 países de América Latina y el Caribe. Por ejemplo:
- En El Salvador, realizamos un censo de hogares de salto generacional sin precedentes. En estos hogares, los abuelos se ocupan de sus nietos porque sus padres han emigrado o están ausentes. El censo nos permitió conocer a esta población vulnerable y comenzar a poner a los abuelos en el centro del desarrollo y aprendizaje de sus nietos.
- En Boa Vista, adaptamos un programa para apoyar a las madres, los padres y los cuidadores a través de reuniones grupales. Además, debido a la pandemia, adaptamos contenidos para enviar a través de mensajes de Whatsapp, con el fin de apoyar a los cuidadores en hogares vulnerables en la estimulación de sus niños.
- En Uruguay, estamos aprovechando el uso de aplicaciones (apps) para promover la asistencia a la escuela y que los padres puedan monitorear la calidad. Esto nos ha permitido entender el comportamiento y la percepción de las madres y los padres hacia la educación inicial, así como la importancia que le dan como parte del desarrollo de sus hijos.
2. Nuestros proyectos están diseñados para hacer una contribución sustancial y de vanguardia al conocimiento sobre DIT. Por ejemplo:
- En México, recogimos datos a nivel nacional sobre la calidad de los centros de DIT y el desarrollo infantil, por primera vez en este país. El diagnóstico realizado con esta información ha generado importantes aprendizajes y recomendaciones para la política pública mexicana dedicada a los niños y niñas más pequeños.
- En Jamaica, estamos siendo testigos de la implementación del famoso programa Reach Up a nivel nacional, apoyando la evaluación del proceso y de sus impactos para aprender cuáles son los factores que influyen en el éxito al escalar una intervención. Es decir, entender cómo este programa alcanza a un gran número de niños y niñas manteniendo su calidad.
- En Río de Janeiro, llevamos a cabo un análisis de los efectos de una intervención de guardería que se implementó a gran escala. Este proyecto fue el primer estudio experimental sobre los efectos a medio plazo de un programa de este tipo y nos permitió ver el impacto de las guarderías en los aprendizajes de los niños 10 años después.
3. Creemos en el poder de las alianzas y las comunidades de aprendizaje. La innovación es el producto de la colaboración y el aprendizaje entre diferentes actores y lo vemos en nuestro trabajo en 3 frentes:
- Una fuerte alianza con los socios con los que hemos compartido este camino: Fundación FEMSA, Fundación Maria Cecilia Souto Vidigal Open Society Foundation, y Porticus.
- El trabajo en equipo con los gobiernos nacionales y locales, el sector privado, organizaciones de la sociedad civil, fundaciones y organizaciones internacionales para la implementación de nuestros proyectos en 7 países.
- La contribución al diálogo y el intercambio de conocimiento entre audiencias más amplias a través del apoyo a redes de DIT existentes y la creación del Hub de conocimiento en desarrollo infantil temprano, un espacio de aprendizaje con más de 2.000 enlaces a recursos producidos en la región.
Consolidando estos tres elementos, desde el Fondo de Desarrollo Infantil Temprano continuaremos trabajando los próximos años con el firme propósito de innovar para lograr la calidad de los servicios de DIT a escala y así promover el desarrollo de todos los niños y niñas de nuestra región: esta es la mejor garantía de un buen presente y de un excelente futuro para ellos.
Para mantenerte conectado y conocer más de este innovador trabajo, te invitamos a seguir explorando el Hub de conocimiento y la página web del Fondo de DIT.
¿Conoces proyectos innovadores para apoyar el desarrollo infantil temprano en tu país? compártelos en la sección de comentarios o en Twitter mencionando @BIDEducacion #EnfoqueEducacion @BIDGente.
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