La leche materna es un alimento vivo. Cambia su contenido de nutrientes cuando el bebé tiene hambre, se vuelve más líquida cuando tiene sed, eleva las defensas cuando se enferma. La leche materna es única, se adapta a cada bebé y a su edad y contiene componentes bioactivos que le protegen de una manera que la leche de fórmula no puede igualar. Aporta beneficios para la madre y el lactante, y crea un estrecho vínculo afectivo.
Desde los primeros instantes de vida, el bebé inicia su proceso de aprendizaje tan solo con ponerle en contacto con la piel de su madre. En ese momento se produce un intercambio hormonal que calma el estrés del bebé y despierta el vínculo con su madre, iniciando la producción de leche materna. Esta primera etapa, llamada “hora sensible”, es fundamental para los primeros aprendizajes y la sobrevivencia del recién nacido.
A pesar de la creciente evidencia que demuestra que la lactancia materna es la forma más eficaz de asegurar la salud física y mental de los bebés, hoy sabemos que menos de la mitad de los niños de 0 a 36 meses en el mundo son amamantados según las recomendaciones. Esta baja tasa es profundamente preocupante, teniendo en cuenta las décadas de esfuerzo para proteger, promover y apoyar la lactancia materna.
Razones por las que las que se abandona la lactancia materna
¿Cuáles son las barreras que hacen que muchas madres abandonen esta práctica tan vital, tanto para ellas como para sus bebés? Enumeremos cinco de ellas:
- El retorno al trabajo. Mas de 500 millones de mujeres en el mundo se encuentran sin apoyo a la lactancia al reincorporarse al trabajo. Regresar al trabajo después de ser madre puede generar sentimientos de estrés y angustia. Se requiere disponer de legislación que proteja de forma efectiva el derecho de las madres y las familias para crear espacios adecuados para la lactancia en los diferentes tipos de trabajo, lo cual requiere de varias acciones. Amamantar y trabajar es posible.
- La creciente sustitución de la leche materna por la fórmula láctea comercial, dada la influencia de las estrategias de marketing en los comportamientos personales y colectivos. Este proceso de sustitución se ha dado principalmente en países de ingresos medianos altos y medianos bajos, con una gran concentración de la población, desde mediados del siglo pasado hasta la actualidad.
- La falta de reconocimiento como tarea de cuidado. La lactancia materna no ha logrado, en la práctica, impulsar acciones que protejan los derechos de la maternidad, principalmente en los países con menos recursos.
- Los limitados recursos públicos para promover la lactancia materna. La falta de recursos para extender la duración del permiso de maternidad impide que muchos programas sean eficaces o cuenten con un seguimiento para evaluar resultados.
- La carencia de incentivos y compromisos del sistema de salud en cuanto a priorizar la lactancia materna y brindar estrategias para su apoyo. Es fundamental que los sistemas de salud ofrezcan servicios de atención centrados en la mujer y culturalmente apropiados. Necesitamos comprometer al personal de salud para brindar la adecuada protección y apoyo a la lactancia materna.
Un trabajo en equipo a favor de la lactancia
Para lograr resultados y acelerar el progreso de la lactancia materna, es necesario ampliar la mirada para abordar el tema desde las causas estructurales y proponer una agenda de derechos que evalúe el cumplimiento de los acuerdos internacionales asumidos por los gobiernos.
Al mismo tiempo, es crítico que las entidades que trabajan aisladamente en derechos, lactancia, salud de la mujer o género, entre otros, coordinen para articular un plan de trabajo conjunto enfocado en la nutrición en la primera infancia. Se requiere un programa educativo, orientado a la madre y su familia desde la etapa prenatal, que provea acompañamiento y asesoría para que se pueda efectivizar el amamantamiento. Esta información debe provenir de un equipo de profesionales, informados y sensibles al tema, y no de la publicidad. Regular el ámbito del marketing para que las familias puedan tomar decisiones basadas en información veraz, y no en inducciones engañosas, es una responsabilidad del sector público.
Es hora de defender los derechos de maternidad esenciales para promover la lactancia materna: ampliación de la licencia de maternidad y un espacio en el lugar de trabajo para amamantar posteriormente. Como sostiene el Instituto Interamericano del Niño, la Niña y el Adolescente, “El derecho que tienen todos los bebés y niños pequeñitos al más alto nivel de salud y la mejor nutrición, así como los de la mujer a la protección adecuada de la maternidad, atención e información precisa para la toma de decisiones informadas para proteger la lactancia es responsabilidad de todos”.
En la Semana Mundial de la Lactancia Materna, pero también todos los días, hagamos que este derecho sea una realidad para todas las madres y sus bebés. ¡Déjanos tu comentario sobre el tema!
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