A pesar de que hoy nos parezca un medio común, la bicicleta es un invento relativamente reciente. Su origen data de la segunda mitad del siglo XIX, cuando el barón alemán Karl Drais ideó este artefacto de dos ruedas con la función inicial de ser un vehículo de ocio. Hoy en día, existen más de 800 millones de bicicletas en todo el mundo, y en países como Suiza, Alemania, Holanda, China y Vietnam la bicicleta constituye uno de los principales medios de transporte.
A nuestra región le ha tomado un poco más de tiempo subirse a la bicicleta. Desde el punto de vista deportivo, países como Brasil y Colombia se han apropiado de este vehículo. Sin embargo, su incorporación como alternativa de movilidad en las principales ciudades de la región es apenas un logro de la última década.
La mayoría de ciudades en América Latina y el Caribe aún prefieren ampliamente los vehículos motorizados, pero algunas de ellas están desarrollando sistemas y mecanismos innovadores para convertirse en lugares compatibles con el uso de la bicicleta. Ciudades comoBuenos Aires, México y Río de Janeiro apuntan a convertirse en líderes implementandoprogramas exitosos de bicicletas públicas como los de París, Barcelona y Hangzhou. Sin embargo, la elevada tasa de accidentes y la poca infraestructura que existe en otras ciudades demuestran que todavía queda mucho por hacer para lograr que la bicicleta tenga un rol más significativo como medio de transporte.
En 2013, el Banco Interamericano de Desarrollo se asoció con un grupo de estudiantes de la American University para empezar a estudiar el crecimiento del ciclismo como alternativa de transporte en ciudades de América Latina y el Caribe. El producto final de este esfuerzo fue la publicación del informe “Biciudades 2013”, una encuesta básica sobre las medidas que se están tomando para fomentar esta opción en algunas ciudades de la región. Además, fue el punto de partida de la creación de la comunidad de biciudades, como vehículo para acercarnos a la conversación sobre el uso de la bicicleta en nuestra región.
Conscientes del gran interés que hoy existe hacía en el crecimiento del ciclismo urbano en ciudades latinoamericanas y caribeñas, y de su potencial como un elemento catalizador de una agenda más amplia de sostenibilidad urbana, en el BID estamos trabajando en tres frentes para promover el mayor uso de bicicletas en la región:
1. Ciudades para las personas: Desafortunadamente, la gran mayoría de las ciudades en América Latina y el Caribe fueron diseñadas pensando en los carros, y no en las personas. La Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles invita a las ciudades intermedias a que reviertan este paradigma, promoviendo intervenciones que contemplen la mejora de sus espacios públicos, la ampliación de sus aceras y la creación de ciclovías. Ejemplo de ello es el trabajo que ha realizado la Iniciativa de la mano de Gehl Architects, para ampliar y mejorar la calidad del espacio peatonal en la Calle Güemes, uno de los principales corredores comerciales de la ciudad de Mar del Plata, Argentina.
2. Bici-Atlas: Reconociendo el rol significativo de las asociaciones ciudadanas en el fomento del uso de la bicicleta, en 2014 convertimos a “biciudades” en un atlas abierto (crowd-sourced) que permite catalogar información sobre ciclismo urbano y su influencia en ciudades de América Latina y el Caribe. El atlas genera un directorio de los colectivos que existen en la región, y crea una plataforma para articular y dar visibilidad a los grupos que se encuentran trabajando por esta causa en el continente. Puedes acceder al Atlas aquí.
3. Guía Biciudades: En 2015 la División de Transporte del BID publicó una Guía para la Ciclo-Inclusión en América Latina y el Caribe, un documento para impulsar el uso de la bicicleta en la región. Esta guía es el producto de una investigación llevada cabo por el área estratégica de transporte sostenible, en la cual se recolectaron datos en 38 ciudades de toda la región, referentes a 27 indicadores organizados en 4 grupos:
a. Indicadores que fortalecen el uso de la bici
b. Indicadores que generan el uso de la bici
c. Indicadores de uso efectivo de la bici
d. Indicadores de impactos por mayor uso de la bici
La guía está diseñada para tomadores de decisiones y el público en general, con el objetivo de que a partir de ella se puedan planear ciudades más ciclo-inclusivas. Descarga la guía aquí.
A través de estas iniciativas, el BID busca fomentar la educación, promover el intercambio de buenas prácticas y dar a conocer los avances en la infraestructura y políticas en torno al ciclismo. Sin embargo, ninguna de ellas tendrá éxito sin la colaboración y constante actualización por parte de las distintas organizaciones ciudadanas—tanto locales como regionales—que promueven el uso de la bicicleta.
Es por ello que esta semana estaremos participando en el 4to Foro Mundial de la Bicicleta, un espacio para compartir y comparar experiencias y debatir las propuestas de ciudadanos, urbanistas, académicos y autoridades públicas que desean mejorar la calidad de vida en nuestras ciudades.
¿Te interesa el tema de la bicicleta como modo de transporte? Te invitamos a seguirnos y sumarte a la conversación.
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