Montería, ciudad situada al noroccidente de Colombia y con más de quinientos mil habitantes, históricamente se ha desarrollado en torno al imponente río Sinú. En las dos últimas décadas ha sumado sinergias públicas e interinstitucionales, impulsando proyectos bajo criterios de innovación urbana y movilidad sostenible para reordenar su paisaje urbano y recuperar su espacio público, volviendo a priorizar a los peatones sobre los vehículos. Aun así, su tejido urbano peatonal y de ciclorrutas entre el centro histórico y el parque de la Ronda del Río Sinú, se encuentra fragmentado por la Avenida Primera, y donde la administración municipal ha intentado integrar sin fortuna. La realización del siguiente proyecto piloto de urbanismo táctico, promovido por el Laboratorio de Ciudades del BID e implementado en noviembre del 2019, buscó experimentar y deducir soluciones de movilidad para tres cruces con la Avenida Primera, a partir de un proyecto que fomente seguridad y educación vial con inclusión urbana, generando su transformación a través del capital cívico.
Últimamente la discusión sobre el urbanismo táctico en América Latina y el Caribe pasó desde parche[1], via teletón[2] e intenciones fugaces[3] a encontrar su “golden moment” [4] – como herramienta de rápida reacción a los nuevos desafíos urbanos generados por la pandemia COVID-19[5]. Los espacios urbanos nunca son terminados. Constantemente se transforman para reaccionar a desafíos emergentes. Sobre todo en tiempos de crisis requieren innovación y adaptación continua. Históricamente eran las crisis sanitarias que dejaron rastros significativos en nuestros tejidos urbanos[6]. Entendiendo que los espacios públicos son un bien común de todos ciudadanos, su transformación se tiene que pensar de forma colaborativa. “Las ciudades tienen la capacidad de proveer algo para todo el mundo, solo porque, y solo cuando, están creadas por todos”, decía Jane Jacobs.
El urbanismo táctico propone herramientas para experimentar con procesos de transformación urbana colaborativa. En un diálogo horizontal entre multiples actores se implementan intervenciones efímeras in situ: el espacio urbano como laboratorio y los ciudadanos como laboratoristas. Las intervenciones son de carácter temporal, de bajo costo y reversibles, mientras el impacto se mide de sus distintos componentes. Son procesos de ensayo y error, que permiten equivocarse y mejorarse con aprendizajes. Los resultados son claves para optimizar el diseño y destinación de recursos de intervenciones permanentes.
Desafíos y apuesta de ciudad
Montería es una ciudad colombiana intermedia de aproximadamente 505.334[7] habitantes, que hace parte de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES) y del Programa de Fortalecimiento Fiscal y del Gasto en Inversión Pública (CO-L1155) del BID, La ciudad, situada en las márgenes del Río Sinú, ha avanzado notablemente en la creación de espacios públicos e infraestructura para modos no motorizados, alcanzando alrededor de 3m2 de espacio público por habitante[8]; entre los espacios más representativos se encuentran el parque principal del casco histórico y el Parque Lineal Ronda del Sinú. Este último aporta el 26% del espacio público de la ciudad, es reflejo de la biodiversidad de la región e integra distintos modos de transporte: caminata, bicicleta, sistema de transporte público masivo e incluso lanchas que diariamente transportan personas de un lado al otro del Río[9].
Sin embargo, la ciudad aún enfrenta retos que amenazan la movilidad activa y la seguridad en el espacio público, como las altas velocidades de vehículos motorizados, falta de cruces seguros y poco respeto hacia peatones y ciclistas. Esto es particularmente evidente en centro tradicional, donde los espacios para la movilidad activa que conectan el caso antiguo y la Ronda se ven fragmentados por el paso Avenida Primera, campo de batalla entre peatones, ciclistas, vendedores estacionarios y los vehículos motorizados que generalmente ganan. El Inventario Digital de Espacios Públicos de Montería, elaborado recientemente con apoyo del Banco, muestra que en promedio la accidentalidad a nivel de tránsito cerca a los espacios públicos de la ciudad es de 10 incidentes por semana y, entre otros, resalta los incidentes en el centro tradicional y la Avenida Primera[10].
Considerando que en Montería el 29% de la población utiliza como medio de transporte la caminata (20%) y la bicicleta (9%), existe una gran oportunidad de mejorar las condiciones de movilidad en el espacio público, mejorar el tejido urbano de la ciudad e incentivar a un mayor número de ciudadanos a hacer uso de modos de transporte activos, seguros y sostenibles[11]. La Alcaldía de Montería ha implementado anteriormente iniciativas convencionales, como reductores de velocidad para carros, pasos de cebra y semáforos. En vista de que no se han logrado los resultados esperados, la ciudad identificó la oportunidad de experimentar herramientas innovadoras de Urbanismo Táctico con el apoyo del LAB Ciudades del BID que permitan abordar el reto desde una mirada integral y un enfoque social.
De esta colaboración nace “Montería Pasos Seguros”, piloto experimental que tiene como objetivo conectar el centro de la ciudad con el Parque Ronda del Sinú, de manera amigable con el peatón y el ciclista, mientras se contribuye al mejoramiento y consolidación de la red de espacio públicos existentes y al fortalecimiento de la cultura vial. El piloto busca además informar a las decisiones e inversiones permanentes y de mediano-largo plazo en la ciudad.
Herramienta experimental de innovación urbana
En el diseño e implementación del piloto Montería Pasos Seguros, colaboraron la Alcaldía de Montería, Montería Amable (entidad a cargo del Sistema Estratégico de Transporte Público), la Fundación Pintuco, la Universidad del Sinú, la Universidad Pontificia Bolivariana Sede Montería, colectivos de artistas, comerciantes y el Lab Ciudades del BID con IAA Studio, Mcrit e Iber Geo.
El proceso experimental utilizó el urbanismo táctico como herramienta temporal de rápida ejecución y bajo costo que permite testear la funcionalidad y acogida de las soluciones en sitio antes de convertirlas en obras permanente y de un plazo mayor. En conjunto con la Alcaldía se identificaron 3 cruces de la Avenida Primera que representan muy bien los retos de movilidad a la altura del centro tradicional: (1) el de la Calle 27 por ser un eje institucional que conecta la ronda con el centro cívico; (2) el de la Calle 29 por ser un eje de movilidad que atraviesa la ciudad en sentido occidente-oriente y conecta con la vía que comunica con el interior del país; y (3) el de la Calle 32, donde el cruce peatonal se hace más amplio y presenta altos flujos peatonales asociados al parque infantil de la Ronda, el Mercado Público Municipal y las ventas estacionarias informales.
En un proceso colaborativo se diseñaron los 3 cruces, aprovechando la oportunidad de testear distintas soluciones en cada uno, pero bajo las siguientes premisas: (1) contribuir a una mejor convivencia y seguridad en la calle, priorizando el espacio del peatón y el ciclista y reduciendo la velocidad de vehículos motorizados; (2) mejorar la accesibilidad y conectividad entre espacios públicos y equipamientos a lado y lado de la ronda, implementando pasos seguros y dando continuidad a las redes de movilidad activa; (3) generar espacios atractivos y cómodos para la movilidad sostenible mejorando el microclima con especies vegetales nativas que a su vez tienen la oportunidad de consolidarse como corredores ecológicos; y (4) fortalecer las intervenciones físicas a través de señalética y otros programas culturas que buscan educar y concientizar a usuarios de la calle. Finalmente, se tomó la decisión de implementar el piloto en la calle 32 buscando dejar instaladas capacidades en la ciudad para la implementación de los demás cruces.
La metodología construida para este proceso se estructuró en 5 etapas:
- Sensibilización e integración de la población local. Se prepararon y desarrollaron jornadas de calles a escala humada y de apropiación comunitaria del espacio público. En compañía de trabajadores sociales y con el apoyo de la Alcaldía, se implementaron estas actividades en tres etapas del proceso: (i) antes, con puntos de información en el lugar; (ii) durante, celebrando el “parking day” sobre la Avenida Primera; y (iii) después, con un gran malón urbano también sobre la calle.
- Formación de actores voluntarios. A través de actividades informativas y talleres de co-creación, se integraron y empoderaron estudiantes, profesores, artistas y funcionarios del gobierno en función de un objetivo común. Durante la implementación, expertos de la Fundación Pintuco capacitaron a los equipos en los aspectos técnicos para la mezcla y aplicación de pintura; además, las firmas consultoras en conjunto con las Universidades guiaron a los estudiantes en la preparación de registros audiovisuales y toma de mediciones cualitativas.
- Co-diseño y co-ejecución de la propuesta. ¡La unión hace la fuerza! En todas las fases del experimento (concepción, validación, ejecución y operación) se priorizó la construcción de ciudad de manera colectiva, buscando generar mayor apropiación, fortalecer capacidades locales para futuros proyectos y fomentar la participación de colectivos ciudadanos que pueden hacer seguimiento a la sostenibilidad de las intervenciones en el tiempo.
- Comunicación y difusión del proyecto. A través de elementos de señalética en el lugar y campañas de comunicación en redes sociales, que utilizaron materiales gráficos y audiovisuales en lenguaje cotidiano, preparados por estudiantes y profesores de las Universidades, se buscó crear cultura ciudadana para una mejor convivencia en el espacio público e invitar a todos los monterianos a ser parte del experimento.
- Evaluación y monitoreo del experimento. En un experimento siempre se evalúa el logro de los objetivos y las oportunidades de mejora. Con los estudiantes de las Universidades se prepararon encuestas de 12 preguntas estructuradas alrededor de cuatro variables: accesibilidad, usos y actividades, seguridad y confort del nuevo espacio, estableciendo una escala de valor de 1 a 5 en el orden presentado a continuación: Nada adecuado, poco adecuado, adecuado, muy adecuado y bastante adecuado, siendo esta última la mejor valorada. Adicionalmente se realizaron videos para monitorear la velocidad de los vehículos y el comportamiento de los peatones y ciclistas en los cruces.
Implementación de Montería Pasos Seguros
Entre agosto y diciembre 2019, se co-diseñaron las intervenciones de los tres cruces sobre la Avenida Primera y se implementó el piloto en el cruce de la Calle 32. Para este último, se diseñó un mural de piso considerando códigos de lenguaje visual local y utilizando el arte urbano como herramienta de comunicación con las personas, sus identidades y costumbres.
A partir de las instancias participativas, la composición geométrica se inspiró en los tejidos del sombrero vueltiao, el baile típico del porro con el movimiento de sus faldas, la forma sinuosa del Río y los colores de la Marca Ciudad. El mural sobre la vía y andenes buscó dar continuidad al espacio del peatón, así como llamar la atención de conductores de vehículos motorizados e invitarlos a reducir su velocidad. Desde el diseño técnico se reforzó esta intención reduciendo los tamaños de los carriles, acortando distancias de cruces, precisando radios de giro y abriendo espacio para cicloinfraestructura unidireccional y segregada. Además, desde la estrategia de comunicación, se incorporó señalética y se activó el espacio con programas culturales para un mejor comportamiento de conductores, peatones y ciclistas.
En la implementación participaron 167 voluntarios acompañados por expertos técnicos. En primera instancia se marcaron manualmente los bordes y cebras para probar los giros vehiculares, una vez validado el funcionamiento del diseño, se hizo el trazo de la geometría y se aplicó la pintura con voluntarios bajo el acompañamiento técnico de la Fundación Pintuco. Posteriormente, los trabajos de pintura se complementaron con elementos elevados y llamativos en el campo de visión de conductores, como instalaciones con tejidos de chinchorros y materiales reciclados. También incorporando mobiliario urbano para como macetas, plantas y pancartas. El trabajo colaborativo cerró con el malón urbano entre todos participantes, con comida local preparada por los vendedores estacionarios del lugar. La evaluación cualitativa del piloto mediante encuestas y trabajos de observación se realizó durante tres días de la semana y en horarios diferentes, con la intención de registrar las variaciones en los períodos de análisis.
Resultados del experimento Montería Pasos Seguros
Las evaluaciones cualitativas en la fase de implementación de piloto evidenciaron que el 84,5% de la población encuestada respondió positivamente a las nuevas condiciones del espacio público, incluyendo cruces y redes de movilidad activa. El 96,4% y 78,2% valoraron de manera positiva el confort de los espacios y las oportunidades de accesibilidad universal, respectivamente.
Sin embargo, los resultados más notables del primer experimento de U.T. en Montería tienen que ver con el proceso de participación ciudadana, que estuvo presente desde el diseño hasta la implementación y evaluación, contribuyendo a la apropiación del proyecto por parte de la ciudadanía. Se destaca el caso de estudiantes y profesores de la Universidad del Sinú y la Universidad Pontificia Bolivariana que salieron de las aulas para trabajar con distintos actores en la materialización de un proyecto de ciudad, adquiriendo nuevas capacidades y manifestado interés en continuar contribuyendo el desarrollo urbano de la Perla del Sinú. “Es una acción efímera que quedará en la memoria de todos nosotros. Más que el impacto visual de la transformación será la educación y dedicación para nuestra ciudad que se quedará”, dijo una profesora universitaria local.
No se debe olvidar que estos proyectos son temporales y su propósito es testear soluciones para verificar si pueden escalarse, convertirse en un proyecto permanente o generar lineamientos para la política pública local. Para las futuras etapas de este piloto, existen oportunidades de mejora en el proceso de medición y evaluación que podría incorporar indicadores de carácter cuantitativo. Las actividades de divulgación y promoción del proyecto podrían también llevarse a otro nivel al vincularse a otros puntos de información sobre la Avenida Primera de mayor visibilidad para conductores de vehículos motorizados.
Finalmente, tras la implementación de este primer piloto, algunos colores se desvanecieron antes de lo esperado por las condiciones originales del asfalto, pero quedaron firmes las bases para futuras alianzas y se fortalecieron las capacidades para escalar y adaptar la metodología a otras zonas urbanas, considerando las lecciones ya aprendidas.
Los procesos de urbanismo táctico dejan una ciudadanía empoderada y aprendizajes para el diseño concreto de los espacios comunes, así se pueden invertir recursos con mucho más precisión en intervenciones permanentes. En el sentido de Jane Jacobs: “Las ciudades tienen la capacidad de proveer algo para todo el mundo, solo porque, y solo cuando, están creadas por todos.”
Autores: Tamara Egger, Manuela Palacio e Iván Acevedo.
[1] http://fadeu.uc.cl/noticias/1670-urbanismo-tactico-un-parche-a-los-problemas-en-la-ciudad-el-juicio-de-los-arquitectos
[2] https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/889694/urbanismo-tactico-la-teleton-del-espacio-publico
[3] https://www.elcolombiano.com/antioquia/paso-la-hora-del-urbanismo-tactico-en-medellin-HI12380788
[4] https://www.nytimes.com/2020/06/20/opinion/pandemic-automobile-cities.html?referringSource=articleShare&fbclid=IwAR0WBOujIH-45e97BWnZst7ZYJspQTGDIAydsv-N8u7IbTJroiyBPFvyjOE
[5] https://www.fosterandpartners.com/plus/tactical-urbanism/
[6] https://blogs.iadb.org/ciudades-sostenibles/es/los-enemigos-sigilosos-el-nuevo-coronavirus-y-las-viejas-pandemias/
[7] DANE, 2018. Proyecciones de Población 2020.
[8] Alcaldía de Montería, 2019. Estimaciones para el Plan de Ordenamiento Territorial.
[9] Alcaldía de Montería, 2018. Plan de Seguridad Vial.
[10] BID, ONU Hábitat, Acenta, 2019. Montería: Evaluación e Inventario Digital de Espacios Públicos.
[11] Corporación Andina de Fomento (CAF), 2018. Plan Integral de Modos de Transporte No Motorizados y Espacio Público de Montería
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